♥22 capitulo♥ Nombramiento

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La sultana madre me ha dado nuevos aposentos, son muy amplios y estoy muy cómoda.

Mí bebé, el príncipe Tarkan es muy saludable, y está creciendo bien, no tiene problemas.

Mí sultán, el amor de mí vida, ha estado muy ocupado y nos hemos visto muy poco, aun no pude volver a dormir con él pero espero poder hacerlo pronto ya que lo extraño.

Cómo nuestra majestad ganó la guerra, el palacio entero está de fiesta y nuestro adorado sultán está recibiendo presentes de los pachas los cuales están muy agradecidos. Uno de estos pachas, el pacha Selim, gran amigo del sultán, le ha regalado nuevas concubinas, que han sido raptadas de zonas orientales y tienen rasgos asiáticos.
Me da un poco de celos, realmente mí sultán parece quererme, pero no estoy segura de que me ame... O al menos no tanto como yo a él.

Claro yo tengo a Tarkan, y además estoy a cargo de la Sultana Lina, pero aún así, si no tengo el amor de mí sultán mehmed entonces no tengo nada.
La misma noche en la que llegaron aquellas concubinas, me preparé, me vestí de una manera diferente porque sé que mí sultán es un hombre muy curioso y si se distrae con aquellas mujeres exóticas, podría perderlo.
Yo también me veía exótica, no quería que el pierda el interés en mí.

Fui hasta su puerta y el me dejó pasar, al llegar el me beso y me dijo que estaba hermosa, baile para el y luego de eso, nos volvimos a unir como aquella primera vez, pero con más pasión esta vez. El parecía enamorado y me decía poemas de amor al terminar.
Me hacía caricias y me trataba dulcemente, sentía estar en el cielo, no podía ser más feliz.

Al otro día, al despertar en su cama, mí amado me observaba desde donde se encontraba el armario y me sonríe.
-Buenos dias majestad, ¿Ha dormido bien?- dije entre bostezos y estiramientos.
-Mi ángel, levántate rápido que tengo una bella sorpresa para ti.- antes de que termine la frase ya estaba levantada y despabilada. Me acerqué a él y el abrió aquel gran armario, el cual estaba lleno de vestidos preciosos y joyas, zapatos y fragancias divinas.
—Esto es un regalo para ti, pero necesito que hoy mismo escojas lo más hermoso y te lo pongas.– Lo miré confusa.
—¿Puedo preguntar el porque, Mí sultán?– No, no puedes, solo vístete con lo que más te guste y luego ven a verme en nuestra terraza.–

Al terminar solo se fue, y me dejó frente a aquel armario gigante. No me dio tiempo ni a agradecerle aquel regalo hermoso, realmente nunca creí tener tan bellas joyas.
Me puse un vestido Rojo bordo, el cual tenía gemas de rubí y oro por todo el vestido, y un hermoso escote.
Combine con unas gemas de oro para los aros y collar, y use una fragancia dulce.
Me peine y maquille rápidamente y me fui al instante casi trotando por la ansiedad que sentía el no saber que planeaba mí amado.

Llegué hacia aquella terraza que veía más brillante que nunca y subí rápidamente. Allí estaba el, mirando hacia afuera como cuando me enseñó las luces de colores, tenía un aire melancólico y me daba muchísima ternura.
Aquella era nuestra terraza de amor, muchas veces subimos solo a hablar y a escucharnos.

Al verme mí sultán me agarró de mí mano y me acerco hacia el, me dijo un verso muy hermoso.
"Cuando he cruzado tu mirada por primera vez, nunca hubiese imaginado que te acabarías convirtiendo en el espejo de mi alma. Nos hemos conocido por pura casualidad, y luego nuestras vidas han pasado a formar parte del más divertido de los cuentos."

El también me ama, yo lo sé aunque no suele demostrarmelo o decirlo, el lo demuestra con pequeños gestos y aveces cuando el quiere, me lo dice.

—Mi hermosa flor, mí niña de ojos tiernos– dice mientras me acaricia el rostro– Mira bien hacia allí.-
Señala hacia afuera y yo me pongo de puntas para poder ver qué me señalaba. Veo a cinco personas sentadas en el jardín.
—No entiendo que sucede majestad– Dije sin apartar la mirada de aquella situación.
—Desde hoy, tu eres mí esposa oficial, eso de ahí, es nuestra ceremonia.–
Lo miré y me reí pensando que estaba bromeando conmigo, pero el me lo confirmo con la mirada.
Estaba a Punto de llorar de emocion, cuando el me interrumpe el llanto.
—Tu nuevo nombre será "Kader" que significa "Suerte y destino". – dijo mí amado.
—Mi sultán, es un hermoso nombre pero me da curiosidad el saber porque usted lo escogió.
—Lo he escogido porque siempre me encuentro contigo de casualidad, y me he dado cuenta que tú eres mí destino, ahora estoy seguro que tú eres mí suerte y ala te puso en mí camino.
Sus palabras hacían que mí corazón saltase de felicidad, no necesitaba nada más que estás palabras para sobrevivir.

Diario de un palacioWhere stories live. Discover now