-¿Te estás quedando dormido?- preguntó al notar como Haruka cabeceaba
-No- pero mentía
-Lo que te dieron aun te está haciendo estragos- y es que todavía se sentía cansado -Era muy fuerte ¿Qué te dieron?
-No lo se...- bostezo -nos daba muchas cosas, afrodisíacos para llamar la atención de algún propenso comprador o calmantes cuando intentabas revelarte y escapar- se tallo los ojos para intentar despertar -Pero nunca supe como se llamaban o de que estaban hechos.
Al verlo así se decidió a intervenir -Nish detente un momento- y se detuvo -No te enojes por favor pero si te llevo de esta manera puedes caer- Haruka no entendió -Lo siento- lo giró volteandolo hacia él para estar frente a frente
-Oye, ¿Qué estás tramando?- se quejó al sentir como pasaba alrededor de su cintura un par de telas -Hey, te estoy hablando.
-Te sujeto a mi para que no te caigas y puedas dormir- lo amarró firme pero suavemente a él -Ya está- sonrió a Haruka quien no se veía feliz -No me mires así, ahora puedes dormir- dijo presionando su cabeza hacia su pecho
-Eres un aprovechado sin vergüenza- Haruka comentó acomodándose en Makoto pues no tenía fuerzas para pelear
-Lo siento- se disculpó una vez más y sintió cómo el cuerpo de Haruka se relajo, se había quedado dormido.
Su recorrido se prolongó unas cuantas horas más y por fin, al horizonte divisó su hogar, habían llegado a casa
-¡Makoto-san!- fue recibido por un par de jóvenes efusivos
-Ai, Chigusa, es bueno verlos- mencionó descubriendo su rostro mientras Nish descendía poco a poco
-Nunca estuve más feliz de verlo- mencionó la joven mujer -Tenemos problemas- Chigusa se veía preocupada
-¿Qué pasó?
-El sultán, el sultán dijo que vendría al anochecer.
-¿Al anochecer? ¿Pero para qué?
-¿Quiere ver la túnica?- esta vez respondió el joven Ai
-Pero le dije claramente una fecha de entrega- Makoto se estaba comenzando a enojar, el sultán a veces era demasiado molesto
-Dijo que deseaba ver como iba.
-Bien, entiendo- comentó Makoto quitándose la tela que lo cubría por completo dejando a la vista al durmiente moreno -Oye, despierta- lo movió suavemente ante los ojos de Chigusa y Ai -Ya llegamos- despertó intentando descifrar todo lo que estaba a su alrededor -Ai, necesito que lleves el material al taller- dijo desatando el nudo para liberar a Haruka -Después quiero que lleves a... - ahora que se daba cuenta aun no le decía su nombre -am...- Ai se le quedó mirando esperando saber el nombre de la persona que lentamente bajaba del camello -Hey Nish ¿Como se llama tu mascota?- en respuesta el animal bufo -Ah, si. Quiero que lleves a Buff a una de las habitaciones- Haruka se inmutó al escuchar la forma en que fue llamado, pues Makoto intentó imitar el sonido que hizo el mamífero -y después que le lleven algo de comer.
-Si- el chico empezó a bajar las telas de la espalda baja de Nish
-Chigusa ve por Momo para que venga por Nish y lo lleve a comer y descansar al establo y...- Escucharon el bufido de un animal que se acercaba a gran velocidad -¡Mi hermosa Chappy!- Makoto extendió sus brazos para recibir a otro enorme camello -Mi hermosa niña, te extrañe.
-¡Lo siento mucho Makoto-san!, se me escapó en el instante que los detectó- se disculpó Momo por su error
-No te preocupes- Makoto acarició la cabeza de Chappy mientras ella se restregaba feliz pero al mirar a Nish se olvido por completo de el -Hey, Chappy ¿A dónde vas?- pero ella paso de largo ya que solo tenía el objetivo de aproximarse a su pareja -Vaya, una vez mas perdí frente a Nish- sonrió Makoto al ver a sus dos camellos felices de estar juntos -Momo necesito que lleves a Nish y Chappy al establo, Nish necesita descansar ¿Puedes ayudarlo Chigusa?
-Claro- respondió la joven
Ai hizo una señal a Haruka para que lo siguiera y así lo hizo pues quería descansar un poco más -En un momento te llevo a tu habitación solo debo acomodar esto.
Haruka se quedó observando el lugar, era bastante grande y lleno de telas y muchas cosas más -¿Siguen aquí?- mencionó Makoto al entrar a la cuarto - Hey, Buff- nuevamente lo llamó de esa forma tan desagradable -Ven conmigo mientras Ai termina.
Sin muchas ganas comenzó a seguir a Makoto -¿Qué quieres?
Makoto lo miró de arriba a bajo y dijo -Talla chica- se aproximó a varios estantes en la pared que Haruka no había notado -De aquí hasta acá son talla chica, toma siete pares de pantalones, siete camisas, siete calzoncillos y ¿Tres pares de zapatos?- preguntó al no estar seguro si la cantidad de zapatos sería suficiente
-¿Para que?- no necesitaba ropa, con la que vestía era suficiente
-¿Cómo que para qué?- a veces no lograba comprenderlo por completo -Necesitas ropa- Haruka se le quedó mirando sin intención de aceptar -Solo toma lo que quieras.
-Bien- y así como lo solicitó tomo siete pantalones, siete camisas, siete calzoncillos y tres pares de zapatos, todos del mismo color y diseño
Makoto se le quedó mirando -¿Por que todos iguales?
-Más fácil.
-Pero te dije que tomaras lo que quisieras. No tienes nada de sentido de la armonía ¿Cierto?
pensó que todo lo que decía Makoto eran tonterías sin sentido -Solo es ropa.
Makoto negó -Elegiré algo perfecto para ti- se acercó a los estantes y le paso un pantalón negro, camisa negra, zapatos azules -también un sombrero- lo colocó en su cabeza pero le quedó grande -Un centímetro de cada lado- murmuró y se alejó para buscar otro gorro que le quedo perfecto -Un turbante- sostenía dos de color azul cerca del rostro de Haruka, al parecer los estaba comparando -Este- lo colocó encima de todas las prendas que ya cargaba en sus brazos -Combina con tus ojos- sonrió pero a Haruka no le importó
-Makoto-san- era Ai quien había finalizado su encargo
-Ai, puedes ayudar a Buff a llevar su ropa a su cuarto.
-Claro- y así se fue con Ai dejando a Makoto en ese gran lugar lleno de ropa
-¿También estás aquí para aprender de Makoto-san?- preguntó Ai
-¿Aprender?
-Si.
-¿No escuchaste? Soy la mascota de la mascota de Makoto.
-Creí que era una broma.
Haruka suspiró dejándose caer sobre la cama -¿Tu eres un esclavo de Makoto?
-No, soy su aprendiz, el es mi maestro- sonrió
-¿Esto es una escuela?
-Pues...- no sabía si debía llamar así al lugar
-¿No lo es?
-No, es un taller. Makoto-san es quien tiene el negocio mas prospero del reino, su taller se encarga de fabricar toda la ropa del reino, de los trabajadores del castillo y hasta la vestimenta del sultán además también se ha expandido a otros reinos, han venido a verlo para que haga ropa especialmente para otros sultanes.
-¿Tan increíble es?- no lo podía creer ya que Makoto no se veía tan impresionante
-Si, por esa razón varios le pedimos que nos enseñe su técnica y lo hace sin oponerse.
-Que estúpido.
-¿Eh? ¿Estúpido?- no le gusto como lo llamó Haruka
-Si, es un completo estúpido. Si enseña su técnica a los demás copiaran lo que hace y ya no será nada especial.
-Makoto-san no es ningún estúpido, él es la persona más amable que existe, por favor Buff no le vuelvas a decir así.
-Lo siento- entendió que Ai respetaba a Makoto así que debería moderar sus palabras aunque aún seguía pensando que Makoto era un completo cabeza hueca.
Ai termino de acomodar toda la ropa en un buró y se dispuso a salir del lugar -Ai...- lo llamó antes de que se fuera -Gracias y mi nombre no es Buff, me llamo Haruka- al escucharlo le regreso una sonrisa y salió para dejarlo descansar
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Crisantemo
Fanfiction-Te enseñaré para que así no dependas de nadie mas y puedas ser libré- fueron las palabras que Makoto le dedicó a Haru quien estaba cansado de ser un simple esclavo