Capítulo 29

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Ese día Haru salió temprano para buscar una tela mas para poder así dar por terminado el traje de boda del sultán pero le estaba tomando tiempo decidirse y fue la razón por la que Rin no lo encontró cuando acudió a buscarlo a su habitación para llevárselo a nadar -¿Tardara mucho?- preguntó al castaño que estaba concentrado en su mesa de trabajo

-No lo sé- no quería ir a buscarlo por lo que suspiró recostándose en la cama del moreno para esperar. Sin nada más que hacer inspeccionó el buró junto a la cama notando el brazalete y anillo que le dio

-Al parecer no le gustaron los obsequios que le di- lo dijo tan bajo que Makoto no pudo entender

-¿Dijiste algo?

-¡Que dejare un guardia! Cuando llegue Haru vengan conmigo a nadar- no preguntó si él quería además de que ni siquiera pudo negarse pues Rin ya se había retirado

Al llegar con cuidado depósito el pequeño anillo que había tomado de Haru, debía quizás cambiarlo por uno más hermoso porque posiblemente no era lo suficientemente bueno para el moreno -El padre de la princesa quiere un heredero- repentinamente soltó su pequeño consejero

-¿Heredero?

-Si, hizo llegar un comunicado. Dice que es necesario que usted y su hija le den un nieto.

-¡Ni siquiera no hemos casado! ¿Cómo quiere que lo haga si aún no lo formalizamos?- estaba enojado por la presión

-No nos brindara su apoyo hasta que tenga un nieto.

-Que se espere- no tenía derecho a obligarlo

-Mi señor el reino está pasando por una crisis, hablan de un golpe de estado además sobre la expansión del palacio muchos no están de acuerdo. La boda con la princesa como recordará solo es para que nos apoye su padre si es que se suscita una rebelión.

-¡Ya se! Pero la expansión del palacio se planeó desde que mi padre estaba en el trono y no se puede detener solo así. Dile que tendrá su heredero pero después de que nos casemos- aveces ya no aguantaba los problemas que su padre le dejó

-Esta bien- ya no tocaría el tema del bebé otra vez -Sobre la fiesta de hoy…

-Aún hay tiempo, quiero nadar un rato- esperaba que su mal humor se fuera de esa forma.

Apresurado finalmente llegó al cuarto con el rollo de tela que eligió mirando a uno de los guardias esperando en la puerta a quién saludo para ingresar -Rin quiere que vayamos a nadar con él- mencionó Makoto pasándole la ropa que usaba

-Ah, sí- antes de todo debía guardar las apariencias así que sin perder más tiempo fue a su buró para tomar el brazalete y anillo pero este último no lo encontró -Makoto, ¿Viste mi…

-El sultán ya está en la piscina- lo interrumpió el guardia y ya no tuvo tiempo para buscar esperado que Rin no se diera cuenta por la falta de la joya





Sentía raro estar ahí, fuera de lugar pero aunque ya le había dicho a Rin que necesitaba trabajar insistía en que los acompañara para seguir enseñándole los demás estilos de nado -¿Por qué te gusta nadar con Haru?- pues ya que estaban juntos no le importaba preguntar e indagar un poco

-¿Por qué?- El sultán que flotaba intentando perfeccionar el estilo de nado espalda miró al castaño que estaba de pie a su lado -Haru…- suspiró buscando las mejores palabras -Todos los que compitieron una vez conmigo en diferentes cosas no nada más en natación a pesar de pedirles que se lo tomaran enserio no lo hicieron además de que siempre tiene consideración sobre mi- sonrió -Haru es increíble, único. Ha sido la primer persona que me trata por lo que soy y no por mi posición- sus palabras provocaron un mal presentimiento en Makoto, esperaba estar errado

-Es imposible no hacerlo, eres un sultán y el ganarte quizás no sea lo más acertado. Se tiene consideración cuando se trata de ti

No le gustó para nada escuchar eso -¿Hablas por los demás?

-Hablo por mi- el pelirrojo se levantó de golpe al escuchar su confesión, se molesto

-¿Tu…- ¿Lo había hecho? Pero no tuvo que preguntar porque la mirada del castaño lo decía todo -¡Haru!- gritó al moreno que nadaba retirado a ellos ajeno a su plática -Vamos a volver a competir pero esta vez tomatelo enserio- sentenció encaminándose a la orilla contraria

Atento a las indicaciones del sultán Haru notó un poco de enojo y fricción entre sus acompañantes -Hay que estirar un poco, puede darnos un tirón o un calambre

-Como sea- no estando muy feliz el pelirrojo lo hizo al igual que el moreno y se prepararon para iniciar -¿No nadaras de espalda?- pues el castaño estaba de pie en el borde de la piscina y se suponía que ese estilo comenzaba dentro del agua -Puedes nadar así, no te lo impediré como la ocasión anterior

-No importa, nadare estilo libre

No convencido protestó -Te dije que te lo tomaras enserio ¿Cierto?

-Así lo haré- Makoto lucía tan tranquilo

-Entonces haz lo que quieras- finalizó también alistándose para empezar

-¡Cinco!- el sirviente gritó dando inicio

En el instante en que ingresaron al agua Haru sintió la diferencia de la competición previa. Era como si dos bestias depredadoras estuvieran rompiendo el agua sin embargo poco a poco una iba perdiendo presencia pero esta vez no era la del castaño, el pelirrojo estaba siendo devorado y él desde hace rato se había quedado muy atrás por lo que decidió retirarse de la carrera dejando de nadar para mirar como Makoto llegaba a la playa mientras Rin intentaba darle alcance sin mucho éxito.

Makoto siempre nadaba tranquilo y sin la intención de competir pero esta vez demostró su gran fuerza y potencial, había ganado con una increíble diferencia que era aterradora

-¡¿Quién ganó?!- agotado el sultán preguntó

-Makoto-san fue el ganador- Rin siguió respirando profundamente para recuperarse mirando al castaño que goteaba junto a su sirviente

No se veía feliz -Entiendo, bien hecho Makoto- con ese reconocimiento se retiró sin agregar nada más





-¿Estas mejor?- Nagisa preguntó al verlo volver a la habitación

-¡Ah!- pero no lo estaba, estaba peor -¡Maldito bastardo!- de un manotazo tiró todo lo que había sobre su escritorio incluyendo el anillo de Haru que el rubio siguió para recogerlo -¡¿Cómo se atreve a humillarme frente a él?!

Sintió temor al preguntar -¿Todo esta bien?

-¡No! ¡¿Qué averiguaste de Haru?!

-No mucho

-¡Dime!- Nagisa deseaba hablar primero con el castaño respecto a Haru porque conocía a su sultán y lo volátil que era pero ahora ya no podría hacerlo

-Esto- de entre sus papeles sacó un documento con información del moreno

-¿Un esclavo?- era el certificado de compra hecha por Makoto de Haru

-Si- la sonrisa del pelirrojo apareció una vez más sin embargo era de malicia

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Gracias por leer

CrisantemoWhere stories live. Discover now