Capítulo 32

138 17 5
                                    

Dispuesto a todo fue a buscarlo -Quiero hablar con el sultán- uno de los guardias de la puerta entró para hacérselo saber y salió momentos después dejándolo pasar

-Hey Makoto ¿Qué haces aquí?- sonrió pero el castaño no estaba feliz

-Dejémonos de tontería, supe de la propuesta a Haru

-¿Te lo dijo?- no quitaba esa sonrisa soberbia de su rostro -Veo que se cuentan todo

-Habla sobre una amistad entre ustedes dos pero yo no soy tan noble como el ¿Qué es lo que intentas hacer?

-Lo que una vez te ofrecí a ti

-¿Ser uno más de tus amantes?- porque eso fue lo que pidió el primer día en que ofreció su trabajo de sastre al palacio cuando este subió al trono y valiente rechazó

-Tú me conoces, después de todo soy un sultán al que le gusta coleccionar muchas cosas- tomó asiento en su escritorio tan calmado exasperado al contrario que seguía de pie

-¿Aun sigues pensando que las personas son solo objetos?

-No hay más- Makoto no intentaría razonar sobre eso con él pues lo conocía a la perfección y sabía que no iba a cambiar nunca solo que Haru le hizo pensar que quizás existía una mínima posibilidad de que realmente lo consideraba su amigo pero era el mismo soberbio, manipulador y embustero de siempre

-Eres despreciable

-Te estas dando muchas libertades conmigo ¿No crees? No se si lo has notado pero soy tu sultán

-Tu no eres mi sultán

-Lo que sea- no le importaba -Ya se que tu lealtad está con Gou pero dejemos de hablar de nosotros y hablemos de Haru quien es la razón del porque estas aquí- si el ambiente ya estaba tenso se puso aún más -Como lo dijiste es bastante noble y piensa que somos amigos pero eso nunca va a pasar, ¿Qué ganaría yo teniendo de amigo a un aprendiz de sastre? ¿Ropa gratis?- era absurdo -No necesito eso

-Cuando te pregunté el porque te gustaba nadar con él ¿También mentiste?

Hizo un ademán haciéndose el desentendido -Todos mienten- y un deje de tristeza apareció en su mirada -Todo el tiempo siempre es lo mismo...- sin embargo así como llegó se fue sin dejar rastro -Pero ha pasado tantas veces que ya no me importa- sin embargo era todo lo contrario pues los sentimientos expresados sobre el moreno eran ciertos pero no lo admitiría frente a Makoto ya que la plática había llegado hasta ese punto

-Me equivoque al pensar que sentías empatía pero es uno de los tantos sentimientos que jamás desarrollarás

-No se puede evitar, este puesto conlleva muchas cosas pero Makoto ¿No dijiste que nos dejáramos de tonterías? ¿Por qué estás aquí?- el castaño no tuvo que responder, Rin lo entendió -Haru tomó su decisión- una vez más sonrió -Haruka me prefiere a mí por encima de ti- comenzó a reírse a carcajadas -Soy la primera y única opción ¡La única opción de su corazón!- se sintió triunfante pero el otro ya se había hartado

-Que estupidez ¿Que Haru te eligió?- suspiro sin la intención de detenerse -Rin ¿No te lo dije ya?- el pelirrojo no entendió a qué se refería -Eres un sultán y por tu posición nunca nadie te toma enserio, solo tienen compasión y consideración contigo. Si Haru te prefiere a ti como dices dime entonces ¿Qué haces con el anillo que le obsequiaste? ¿Por qué no lo usa siempre? Y sobre el brazalete ¿Por qué prefiere traer el mío?.
Aceptó tus obsequios pero ¿Por qué no le importa ni se preocupa el no tenerlos?- Makoto sacó el brazalete que guardaba en su bolsillo y lo depositó en el escritorio junto al anillo que Rin no dejaba de mirar -Y al igual, Haru aceptó nadar contigo pero yo también lo hice y no eres especial para mi. Como bien dices todos mienten, cualquiera puede engañarte y hacerte creer que eres especial únicamente por tu posición y eso no va a cambiar.
Amigos es lo que repite Haru que son ustedes dos y es lo único que obtendrás de él, si esperas otra cosa debes buscarlo en alguien más

Rin se quedó pensativo -¿Crees que eso va a detenerme?- levantándose de su asiento llamó a dos de sus guardias que se pararon lado a lado del castaño -Debido a la protección que tienes de mi hermana te dejaré ir con una advertencia pues la siguiente vez que nos encontremos yo mismo te cortaré la cabeza- ambos guardias lo tomaron de los brazos con fuerza pues lo que Rin a continuación diría sabía que lo sacaría de control -Y sobre Haru me lo quedaré como un obsequio de tu parte

-¡¿Qué?!

-Después de todo es un chico talentoso- sacó una hoja de papel de una carpeta acercándose -Además de ser espléndido fabricando ropa también es espléndido en la cama- Makoto quería golpearlo -Pues tiene un currículum bastante bueno, empezó desde niño

-¿Tu...- el castaño notó que era la hoja de compra del moreno

-Siempre hago mis investigaciones. Se que tienes trabajando contigo a personas bastante interesantes aunque no sabía que hacías eso: comprar un esclavo sexual, enseñarle el oficio y acostarte con él. Eres muy listo y espero que le hayas enseñado bien porque se convertirá en parte de mi harem

-¡Maldito!- Makoto comenzó a forcejear con los guardias, en ese momento solo quería golpear a ese sultán y borrarle la sonrisa fastidiosa -¡No te lo voy a permitir!

-¡Cierra la boca!- lo abofeteó aprovechando que el castaño era detenido -Tú no puedes hacer nada porque solo eres un simple sastre. Agradezco tus servicios pero ya no son necesarios- reincorporándose gritó -¡Saquenlo de mi vista, saquenlo de mi palacio y asegurense de no dejarlo entrar nunca!




Makoto fue arrastrado por los guardias hacia la puerta principal del palacio junto a Nish y Chappy.
Si podía hacer algo antes de que el pelirrojo lastimara a Haru lo haría sin perder más tiempo por lo que abordo de Nish se apresuró para llegar a su taller y planearlo todo desde ahí porque necesitaba ayuda



Después de que el castaño fue sacado a la fuerza Rin ordenó a otro de sus guardias que mantuvieran vigilado al moreno hasta que el lo solicitara en su presencia que es cuando lo marcaría para siempre como su pertenencia.

CrisantemoWhere stories live. Discover now