Crisantemo

Capítulo 22

Las cosas entre ellos se arreglaron de alguna forma llegando a un acuerdo, Makoto aceptó tomar su desayuno, almuerzo y comida junto a Haru en el taller, la cena no debido a que el castaño no acostumbraba hacerlo muy a menudo, y a pesar de haber suplicado por el permiso para acceder al jardín que era propio el moreno se lo negó sin dar su brazo a torcer.

Los días siguieron su curso habitual, Haru recobró el ritmo hasta finalizar el traje que no había dejado que nadie viera y a la par Makoto terminó los anillos que para su tranquilidad satisfacieron al sultán.

-¿Por qué debo tener los ojos vendados?- el castaño esperaba impaciente sentado en su taller mientras Haru acomodaba el traje para que pudiera presentárselo -Ya me aburrí.

-Deja de quejarte- asegurándose que todo estaba listo era tiempo de mostrar el resultado -Ven aquí

Se asustó por un segundo al ser tocado repentinamente por las manos un grado más bajas de temperatura que las suyas reconociendo enseguida que era Haru quien lo ayudaba a levantarse, lentamente removió el trozo suave de tela de su rostro y lo primero que observó fueron esos ojos azules que siempre le parecían más hermosos cada vez -Haru-chan…

A pesar del nerviosismo tenía mucho que decir -Nunca he sido bueno para hablar ni para decir lo que siento pero debo hacerlo- estaba firme en su decisión y en ningún momento apartaría la vista de sus ojos -Antes de llegar aquí mi vida no tenía rumbo solo esperaba y pedía dejar de vivir, simplemente ya no quería seguir... Pero a diferencia de eso ahora espero ansioso el sol que me deslumbra cada mañana al despertar para verte una vez más. Hiciste que mi vida cambiará por completo y me convertiste en una persona totalmente diferente, hiciste que me sintiera orgulloso de mi mismo- se prometió que no lloraría pero fue imposible -porque ahora soy lo mejor que pude haber pensado alguna vez que sería- limpió sus lágrimas ante la atenta mirada contraria -Al inicio de todo este viaje dijiste que el traje que confeccionara se vendería y el dinero sería mío para que hiciera lo que quisiera con el ¿Aún recuerdas cuando preguntaste lo que yo deseaba?

-Nunca podría olvidarlo.

-Ser libre era todo lo que quería y te confieso que realmente creí que con dinero podría obtener mi libertad pero el simple hecho de estar aquí me hizo sentir así y no desear nada más por eso no quiero que vendas el traje porque no quiero irme de aquí, quiero quedarme- No sabía que se sintiera así sin embargo aún quedaba un atisbo de duda en él ya que no estaba completamente seguro si era la mejor decisión de Haru pues creía que merecía aún más -Además de que el traje que fabrique lo hice para ti. No lo hice con la intención de venderlo

-¿Eh?- nadie hasta el momento hizo algún atuendo para su persona -¿Para mi?

Fue una hermosa sonrisa la que se dibujó en sus finos labios -La única forma que encontré para agradecerte todo lo que hiciste por mi fue hacerte un traje- Sin creerlo al fin Haru se movió hacia un lado dejando de bloquear su campo de visión -Espero te guste.

La sublime prenda se sostenía en un maniquí mostrándose impecable -Asombroso- atinó a decir después de unos segundos mientras veía sin poder asimilar que era real -Increíble- se acercó lentamente para admirarlo más a detalle -Estoy realmente impresionado- estaba maravillado, sabía que Haru era talentoso y no dudó ningún instante en ello pero superó con creces sus expectativas -¿De verdad es para mí?

-Si- tal parecía que el castaño no podía creer que ese era un regalo para él

-¡Woah! ¡Gracias Haru-chan!- la gran sonrisa en su rostro le hizo saber que el obsequio fue de su agrado -¡Me encanta!- no se lo esperó, Makoto lo elevó en brazos comenzando a girar con él -¡Es el mejor regalo que he recibido!

-Oye me vas a tirar- se aferró para no caer lo más fuerte que pudo y contagiado por la risa del otro rió

-Nunca te lastimaría y si tu quieres seguir conmigo no te lo impediré.

-Gracias- agradeció mientras era bajado sintiendo nuevamente el piso. Makoto se le quedó mirando fijamente, su mirada le hizo ruborizar pues era claro que el castaño trataba de decirle algo que no podía descifrar solo notaba como poco a poco este se acercaba acortando más y más la distancia entre sus rostros -Mako…- sintió temor al no saber qué hacer

-Haru…- deseaba decirle tanto pero al verlo temblar supo que no era el momento por lo que desistió -¿Puedo probarmelo?

-Sí- afirmó recuperando el aliento mirando como desaparecía junto a la ropa

Y esperando por el de ojos verdes fue interrumpido abruptamente su tranquilidad -¡Makoto he venido a verte!- Fue una sorpresiva visita -Hey Haruka tanto tiempo sin verte- ahí estaba de nuevo esa sonrisa puntiaguda y detrás de ella Chigusa luciendo preocupada

-¿Cómo me veo?- Makoto salió vestido esperando la respuesta del moreno pero esta nunca llegó pues alguien más contestó en su lugar

-Te ves increíble.

-¿Rin?- ¿Qué diablos hacía ahí? Fue lo primero que pensó

-Es increíble- murmuró aproximándose -Magnífico- giro en su circunferencia para admirar y tocar el ropaje -¿Tu lo hiciste?-

Probablemente no fue acertado contestar con la verdad pero no debía mentir -Fue Haru quien lo hizo.

-¿De verdad?- incrédulo miró a Haru que en silencio observaba a ambos reconociendo que lo vestido por Makoto era su obra

-Fascinante- mostró sus dientes en un gesto fugaz al moreno para enseguida observar al castaño -La fecha de mi boda fue decidida y quiero que tu hagas el vestido y mi traje- más trabajo para él - Bueno eso tenía planeado pero ahora tú harás el vestido y Haruka mi traje.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste. Me gusta el trabajo de Haruka y quiero que haga mi traje de boda.

-Pero no creo que sea lo correcto.

-Haruka hará mi traje y punto.

Debía hacerlo cambiar de opinión -No creo que Haru esté listo para trabajar con usted. Es el primer traje que fabrica, probablemente sea mejor seleccionar a alguien con más experiencia ¿No cree?

-No te atrevas a contradecirme Makoto. Es mi decisión y es absoluta ¿Entendiste?

-Si- pasara lo que pasara necesitaba proteger a Haru pues Rin era un tipo de cuidado