Capítulo 18

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Sentado en el piso de su taller rodeado de telas y demás materiales tomo cuaderno y lápiz para comenzar a trazar pues de qué otro modo iba a dejar de pensar en Haru junto a Kao en una mesa solos frente a frente sonriéndose o Kao y Haru tomados de la mano o aún más besándose -Ah…- al lápiz con el que dibujaba se le rompió la punta -Rayos- quizá estaba pensando demás por lo que una vez más intentó relajarse tomando otro lápiz para seguir trazando. Término uno y luego otro y otro boceto pero ese malestar estomacal no se iba

-Makoto- y la dulce voz que pronunciaba su nombre le hizo revolverlo aún más -¿Por qué te fuiste? ¿No te gustó el desayuno?

-Haru-chan no, no fue por eso

-Si quieres Kao y yo podemos prepararte algo más- otra vez sus nombres juntos ¿Por qué era así de cruel con sus entrañas?

-No es necesario desde temprano no me sentía bien. No tengo hambre

-¿Quieres ir al doctor?- era tan bueno por preocuparse de él pero debía dejar de acapararlo, debía dejarlo convivir con la dulce y linda Kao

-Estoy bien, ¿Necesitas algo más Haru-chan?- le dolió se cortante y ni siquiera tuvo el valor de mirarlo cuando lo fue

-No- solo escuchó como la puerta se cerró detrás de él arrepintiéndose de su acto pero era lo mejor, Haru merecía un dulce amor juvenil   

-¿Qué estoy haciendo?- era fácil, se estaba comportando como un idiota pero era lo preferible o al menos es lo que pensaba.

Finalizando un boceto más decidió recostarse sobre algunos retazos de tela sobrantes que no se atrevía a tirar puesto que aseguraba en el futuro ocuparía aunque no fuera así para descansar durmiéndose casi enseguida y despertó horas después completamente entumecido intentando levantarse muy lento por el dolor de espalda, dormir en el piso no era tan bueno pero nunca entendía ya que no era la primera vez que lo hacía


-Hola Makoto-san- fue saludado por Kao en el instante en que entró a la cocina porque a pesar del malestar ya tenía hambre

-¿Puedes prepararme algo de comer?

-¡Claro!- la chica se empezó a mover en la cocina hábil como solo ella sacando trastes e ingredientes, mezclando y cortando algunos para terminar en la estufa

-Aquí está lo demás- Haru salió del almacén de comida con un saco de harina

-Haru-chan- no esperaba encontrarlo ahí

-Gracias Haru ¿Puedes ponerlo sobre la mesa?- asintió colocando el bulto en el lugar indicando

-¿Ya te sientes mejor?

-Un poco- sonrió intentado parecer calmado ante los ojos azules que estaban atentos a él -¡Cierto!- ya que no podría evitarlo por lo menos quería saber los detalles de su salida -¿Cuándo y a qué restaurante van a ir?- preguntó a Haru quien frunció el ceño

-¿De qué hablas?

Un estruendo hizo redirigir su vista hacia la rubia a quien se le cayó la cucharilla con la que revolvía la preparación del platillo de Makoto -Kao dijo que iba a llevarte a un restaurante donde servían comida del mar y necesitaba dinero- el moreno seguía con el ceño fruncido sin comprender lo que el otro decía -Y Kao no has pasado por el

-Yo aún…- la joven se giró hacia ellos roja de las mejillas -Aún no se lo pido Makoto-san

-Oh… Ya…- había metido la pata

-Quería saber si te gustaría acompañarme a un restaurante a comer ya que ahí preparan varias comidas que incluyen la saba como ingrediente principal- Haru no estaba muy convencido -Solo una comida...

-Ve con ella Haru-chan así saldrán un rato y se distraerán de la rutina.

-¿Estás seguro de que esta bien?- Sin quitarle la vista de encima preguntó ya que lo notaba un tanto intranquilo

-¿Eh?- Primero Chigusa y ahora el ¿Por qué le preguntaba eso? Por supuesto que pensaba que no estaba bien pero ¿Qué podía hacer? ¿Negarle la salida? Eso no sería correcto por lo que cerraría la boca aguantándose -Si…

-Esta bien

-¿De verdad?- la joven no lo creía

-Si- con la respuesta positiva Kao se puso eufórica continuando con la preparación de la cena del castaño

La mirada azul no se despegaba de él, algo quería decirle pero esta vez no logró saberlo -Cuando decidan el día puedes pasar por el dinero Kao

-¡Si, gracias Makoto-san!

-Y… ¿Cómo vas con el traje? ¿Ya me dejarás verlo?

-No

-¡Pero soy tu maestro! ¡Además es mi jardín!- desde que le llegó la inspiración se encerró en el jardín sin permitirle el acceso a Makoto para no mostrarle sus avances y el traje fuera completamente una sorpresa

-No importa ¿Cuándo me enseñaras a hacer el cuello?

Un puchero se formó en su rostro por la negativa -Pero quiero nadar…- sin embargo al contrario no le interesaba -Si quieres te puedo enseñar cuando termine de comer

-Si, esta bien

Kao los interrumpió por un momento dándole su plato de comida para así poder retirarse al comedor dejándola limpiar la cocina -¿Al menos estas cuidando las plantas Haru-chan? No quiero que se sequen

-Si- Haru fue siguiéndolo para continuar su tonta discusión olvidando por un rato la cita que le estaba costando asimilar al castaño.


Solos en el taller Haru estaba nuevamente en la tarea de tomar las medidas del cuello de Makoto y al igual que la anterior vez se le estaba complicando -¿Por qué siempre terminas abrazandome cuando intento medir?

-Porque me gusta abrazarte ¿No te gusta?

-No lo se- solo sabía que cuando lo hacía su corazón se volvía loco, latía demasiado rápido

Makoto cerró lo ojos aspirando su aroma -Está bien, te soltaré para que midas el cuello y puedas irte…- probablemente sería la última ocasión en que estaría así ya que si la cita resultaba bien no sería correcto que fuera tan cercano a él

CrisantemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora