Capítulo 5

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-Entonces...- mencionó Makoto dirigiéndose hacia una de las mesas para tomar algunas cosas -No se si ya lo sabes- No entendió a qué se refería -¿Al crisantemo?

-Ai me contó un poco de ello.

-Bueno, lo esencial es que debes terminar de bordar una flor de crisantemo. El crisantemo es el logotipo del negocio, es nuestra marca y el crisantemo que bordes será el que uses como distintivo de que perteneces a este taller por eso debe ser perfecto- ahora ya sabía porque había visto en tantos lugares el diseño de esa flor -son ciento cincuenta pétalos los que debes bordar y cada vez que termines uno debes venir y mostrarmelo, si esta perfecto podrás continuar con el siguiente y así hasta terminar- sonrió como si fuera lo más fácil del mundo -cuando finalices el bordando te iré enseñando más técnicas para que hagas ya sea un vestido o traje de gala- no estaba entendiendo mucho y Makoto lo notó -ese atuendo que decidas hacer lo pondremos a la venta en la tienda principal y el dinero de la ganancia será totalmente tuyo- eso lo entendió y le gusto mucho - después de eso tu decidiras si continuas conmigo y los demás o puedes hacer tu propio negocio y prosperar ya que los atuendos que se ofertan en la tienda es exclusiva para los allegados del sultán o millonarios de otros reinos, principalmente para personas de ese rubro por lo que te darás una idea del monto que ellos llegan a gastar en vestuarios y es suficiente para abrir un negocio o comprar una casa o lo que quieras- definitivamente haría eso -Pero mientras estés aquí aparte del material te daré hospedaje y comida. No puedo darte dinero ya que es de todos y lo necesitamos para el sustento de la tienda y de los que habitamos este taller- le pareció un trato justo -Ahora te enseñare a hacer el pétalo del crisantemo, yo siempre hago el primero para que observen y no olviden como debe quedar, si tienes alguna pregunta durante el proceso solo hazla- Haru asintió y Makoto comenzó a bordar, cada vez que Haru se perdía pedía a Makoto ir más lento y explicar. Tardó más de dos horas terminar el pétalo pues Haru quería aprender cada detalle y por estar tan concentrado en la elaboración hasta olvido que no había comido nada -¿Tienes alguna duda más?

-No- Makoto le dio el bordado para que el siguiera  

-Que bien porque creo que iré por algo de comer y después iré a la cama- sonrió estirándose -Ah pero déjame mostrarte algo mas- otra vez se acercó a una de las mesas para sacar algo de un cajón -mira- era nuevamente esa flor, era hermosa -Así debe quedar.

Haru la tomó en sus manos para admirarla más a detalle -¿Tu la hiciste?

-Si.

-Es increíble- y se la regreso después de contemplarla

-Gracias, la tuya también quedará así- Makoto le tenía mucha fe y esperaba no decepcionarlo -También quería preguntarte... ¿Por qué rompiste tu pantalón?- Pues había roto la bastilla de una pierna  

-Necesitaba algo con que cubrir mis marcas, no quiero que sepan que era un esclavo de ese índole.
 
-Ya veo- miro atento la muñeca de Haru cubierta por la tela ocultando de los demás las marcas de que fue un esclavo sexual -Pero se ve sospechoso, parece como si tuvieras una herida ¿No crees que te preguntarán por ello?- mencionó y Haru esperaba que no pasara eso -Tengo una idea mejor- murmuró caminando una vez más hacia una de las mesas de donde sacó un cofre -Esto será perfecto, con esto nadie preguntara- removió la tela y colocó un brazalete dorado

-Espera- Haru intentó quitárselo pero fue en vano

-Se ve muy bien.

-No puedo usar esto, se ve costoso.

-Es costoso- sonrió evitando que se lo quitara -Es de oro puro-Definitivamente Haru no podía usar eso -No te lo quites, es un regalo- empezó a forcejear con el moreno para evitar que se lo quitará -por favor Haru-chan no te lo quites.

Haru se quedó helado por la forma en que lo llamó, solo su abuela lo llamaba así -Deja el chan...- al recordarlo no pudo evitar sonrojarse

Makoto sonrió por el descubrimiento que hizo -si te quitas el brazalete te diré Haru-chan frente a todos además les diré que te llamen así.

-Tu...- no era nada agradable el castaño, se comportaba como un crio que solo sonreía bobamente -bien- sabía que era capaz de cumplir lo que decía y sería humillante que lo llamaran todos así

-Estupendo, ¿Quieres acompañarme a comer?- Haru asintió y ambos se dirigieron al comedor.

-Espera aquí- Makoto ingreso al mismo lugar donde había entrado Ai unas horas antes y volvió con un plato en cada mano -solo hay sopa pero en un momento nos cocinaran algo más- a Haru no le importaba él solo quería comer, pues su estómago estaba pidiendo comida desde que se despertó -Vaya que tienes hambre- no pudo evitar mencionar al ver la forma en que devoraba el contenido en el plato

-Lo siento- se avergonzó de su comportamiento pero Makoto nego

-¿Cuánto tiempo llevabas sin comer?

-Antes de que me compraras...- lo pensó por un instante para responder -una semana y media.

-¿Tanto tiempo?- no podía creerlo pues él si se llegaba a pasar de su hora de comida sentía que ya se estaba muriendo

-Y agua nos daban un sorbo cada tercer día- ahora entendía porque estaba tan deshidratado

-Que difícil...

-Lo era- esperaba que eso quedara en el pasado ya que su futuro se veía mas prometedor.

Cuando finalizaron de comer Makoto se fue aconsejandole que buscará el mejor lugar en la propiedad donde pudiera concentrarse y relajarse pues tenia que estar cómodo para iniciar el bordado y con eso se fue a vagar por el lugar. No creyó que seria tan difícil pero le estaba costando, los lugares que le parecían indicados ya estaban ocupados o daba mucho el sol y no era buena idea pasar tanto tiempo bajo los rayos ultravioleta sin alguna protección así que estaba pensando que lo mejor seria hacerlo en su habitación pero visualizó una puerta a unos cinco metros del establo de Nish y se aproximó a ella para verificar pero estaba totalmente cerrada -¿Oye Nish puedes ayudarme?- intentaría subir a su espalda y mirar por arriba del muro pero el camello solo hizo su característico bufido ignorándolo, al notar que no sería ayudado busco la forma de intentar escalar pero no había forma sin embargo no se espero que el otro mamífero se acercara a el -¿Chappy?- recordaba que Makoto la llamó así. Chappy se paró de manera horizontal al lado del muro y se hecho, Haru entendió que ella le ayudaría a diferencia de su pareja -gracias- y subió en ella, lentamente Chappy se levanto y con mucho cuidado se puso de pie sobre su espalda para finalmente ver del otro lado de la puerta -increíble- murmuró pues del otro lado había un hermoso jardín, había encontrado el lugar perfecto.

CrisantemoWhere stories live. Discover now