Capítulo 35

260 17 5
                                    


Tenía planeado hacer una parada ahí y lo más rápido que pudo llegó al oasis, bajo con mucho cuidado del mamífero buscando entre la maleza una bolsa donde guardó algunas cosas y extendiendo una manta depósito a Haru quien seguía respirando de manera rápida -Tal vez es necesario ingresar al agua- pues estaba hirviendo como la primera vez que se conocieron aunque no estaba seguro si era lo mejor pues la temperatura era baja y podría enfermarse pero al no saber qué más hacer ambos entraron -Está fría- se quejó sosteniendo a Haru entre sus brazos introduciéndolo al líquido. Pasaron algunos minutos donde el moreno permaneció cerrando los ojos intentando relajarse, intentando calmar su respiración -¿Cómo te sientes?

Mirándolo sonrió -Mejor- aunque no era del todo cierto, aún sentía ese calor interno

-Nos quedaremos solo un poco más porque no estará bien congelarnos- estaba empezando a sentirse entumecido de las piernas pero aun así deseaba transmitirle serenidad y a paso lento salieron del agua -¿Quieres beber algo?- Pero negó, solo quería descansar esperando que el efecto pasara -Perdón Haru- Ayudándolo a vestir miro todas las marcas que el pelirrojo dejó y en especial la venda en su muñeca -Lo siento mucho, todo fue mi culpa si tan solo hubiera tenido más cuidado, si tan solo yo...

-Makoto- no lo dejó terminar -No fue tu culpa

-Pero Rin...- lo daño, lo hirió -¡Él te lastimó y prometí que nunca iba a permitir que nada de eso te pasara nuevamente!- lo juró pero no logró evitarlo -Te fallé y no pude protegerte- Makoto se quebró, trató y enserio que lo hizo pero la frustración lo venció empezando a llorar porque su amado fue usado de esa forma y nadie tenía derecho de tratarlo así -¡Siempre, siempre soy tan inútil!- golpeó varias veces la arena con el puño -¡Nunca puedo hacer nada por nadie!- al igual que esa vez donde no pudo ayudar a su amigo

Era muy doloroso ver como alguien como el castaño se derrumbaba de esa manera -Makoto- intentó tranquilizarlo pero no le prestaba atención, seguía estrellando su puño gruñendo de rabia pero tomó su rostro entre sus manos para que le prestara atención -Tu realizaste mucho más de lo que cualquiera podría haber hecho por mi- limpio sus mejillas en las que aún se deslizaba una que otra lágrima -Y estoy agradecido con eso. Estás aquí conmigo y para mi es lo único que importa- Haru sonrió -Estas son solo heridas superficiales, sanarán al igual que como sanaste mi corazón- lo hizo y estaba seguro de eso

El castaño se quedó mirándolo, Haru era precioso -Haru-chan- acarició su brazo donde tenía un moretón -¿Te duele?- negó

-Makoto yo te amo- estaba cansado de su propia inseguridad y se había dicho a sí mismo que si volvía a ver al castaño le demostraría cuanto lo amaba pues en sus pensamientos pasados que rondaron en su cabeza solo hubo ideas de que nunca iba poder sentir eso por nadie pero el hombre frente a él que sonriente se sonrojaba era lo único que necesitaba y necesitaría

-Yo también te amo Haru, te amo más de lo que te puedas imaginar- quería besarlo pero era seguro que lo llenaría de mocos por lo que no se animó

Después de unos minutos era vergonzoso la forma en que únicamente se miraban y quizás podría ser egoísta -¿Makoto puedo pedirte algo?- pero tal vez no era oportuno sin embargo era el único con él que deseaba hacerlo pues estaba igual de sensible que desde el principio y se estaba desesperando

-Dime- la sonrisa en su rostro le hizo dudar y agachó la miraba, no podía hacerlo después de todo -¿Haru?

-¿Puedes darme algo de beber?

-Si, claro- se puso de pie pero jaló su mano impidiéndolo -¿Qué ocurre?

-Mentí- lo intentaría de nuevo -Lo que realmente quiero...- por fin levantó la mirada -Quiero hacer el amor contigo- no había error, lo deseaba

Al escucharlo Makoto se quedó sin habla, era realmente inesperado y sorprendente -¿Hacer?- fue lo único que de su boca salió

Sintió que el agarre en su muñeca se volvía débil y temblorosa -Perdón- lo escuchó susurrar -Es bastante estúpido que alguien como tu quisiera estar de esa forma conmigo, probablemente te doy asco. No debí pedirte eso- se soltó

Ahí estaban otra vez esos pensamientos deprimentes y la baja autoestima de Haru pero no lo dejaría en ese estado -Yo...- suspiró, tenía que sincerarse -Debo confesarte algo inapropiado- se vio apenado, completamente rojo -Nunca había tenido interés en nadie y nunca tuve problema con mi lívido, pensé que había algo malo en mi porque no se desde cuando exactamente pero empecé a fantasear y la mayoría de los días amanecía duro- murmuró el final para tratar de que el otro no escuchara pero no funcionó pues lo entendió claramente -Es que...- Haru se veía confundido -¡Lo que quiero decir es que mi cuerpo se sintió atraído por ti más rápido que mi estúpida mente así que en resumen todas las noches tuve sueños húmedos contigo como participante principal de ellos!- se quedó sin aire esperando la respuesta del moreno quien comenzó a reír, se estaba burlando

-Hey- pero solo recibió más sonrisas hermosas que terminaron contagiándolo y pronto el lugar se llenó de sus risas -Haru tu jamás me darías asco, es todo lo contrario- volvió a hincarse frente a él más calmado

-Sabes lo que siento Makoto, es tu decisión

¿Su decisión? Era demasiada responsabilidad pero lo deseaba así que no lo pensó tanto y lento se acercó para besarlo siendo aceptado. Los labios de Haru eran suaves y deliciosos pero hubo algo que olvidaron, olvidaron a su único espectador y lo recordaron cuando se unió a ellos llenándolos de baba por toda la cara -Que oportuno eres Nish- limpió su rostro con la manga de su camisa haciendo lo mismo con Haru

-Desde que lo conozco nunca me había dado un beso- Chappy era la única que mostró aprecio hacia él a pesar de ser Nish quien lo eligió -Pero no era el momento, creo que hasta me trague su saliva

Makoto también lo sintió -Así es Nish- necesitaba hacer algo con él, no era agradable que los viera teniendo sexo -Oye ve a otra parte- ordenó pero el mamífero ni se movió

-No quiere irse

-No importa si no quiere irse, debe irse- y lo empujó sin embargo el peso del camello era mayor así que igual que su primer intento falló

-¿Entonces?

-Dame un segundo- Makoto se puso de pie decidido -Nish obedece a tu padre, ve a cuidar- lo dijo muy autoritario observando a los ojos de su mascota y por un momento Haru pensó que no funcionaría pero hubo una reacción diferente -Nish- lo llamó una vez más y este bufó levantándose para irse

-Creí que no se iría

-Es necio y aveces hay que tener mano dura con él para que entienda pero es muy lindo. Una vez cuando era un cachorro se metió a mi taller y...

El castaño se estaba desviando del tema exasperadolo de tanta interrupción -Oye Makoto- no lo dejó terminar su relato -¿Cuánto tiempo más me vas a hacer esperar?- removió de su cintura la sábana que le dio para secarse mostrándose desnudo

-¡Ah!- Makoto quedó tonto al notar su erección -Yo, yo, yo- repetía sin parar comiéndose al moreno con la mirada

-Ven acá- embobado acató hasta quedar encima -te necesito, hazme el amor

Era una increíble orden de un increíble joven -Tambien quiero hacer el amor contigo, gracias por amarme 



-----------

Gracias por leer y bueno ya se darán una idea que sigue en el siguiente capítulo

CrisantemoWhere stories live. Discover now