Capítulo 30

178 17 3
                                    

Finalmente lo alcanzó en la playa, Makoto era sorprendente -Eres impresionante

-No- dejó escapar una suave risa, estaba avergonzado. Siempre se avergonzaba cuando el moreno lo halagaba -Solo tengo una piscina mucho antes de que Rin construyera esto- Entonces nadaba desde ya hace mucho, mucho antes que ellos sin embargo aun así pensaba que era increíble

-¿Por qué no nadas así siempre?

-No me gusta competir- aunque ahora al ver como avanzaba la relación entre Rin y Haru sentía la necesidad de mostrar y luchar por ser mejor -Pero ¿Por qué dejaste de nadar?

-No tenía caso

-¿De qué hablas?

-Me quedé muy atrás, no te hubiera alcanzado aunque lo intentara. Ni siquiera Rin pudo hacerlo  

-Que torpe fui. Te dejé atrás- el moreno negó, no importaba realmente -No lo volveré a hacer

Makoto era tonto al decir que se limitaría a propósito -¿Por qué?

-Porque me gusta nadar lado a lado contigo. Soy tan tonto que eche a perder esa gran oportunidad- ahí estaba otra vez esa sonrisa ¿Por qué le encantaba tanto? Pues todas las ocasiones en que le sonreía provocaba una calidez en su corazón

-Nademos entonces- Haru se lanzó una vez más al agua comenzado a nadar para que no lo viera sonrojado

-¡Haru, espera!- sin rechistar lo siguió

A pesar de que el nado de Makoto seguía siendo feroz en ese momento cuando solo estaban ellos dos se sentía diferente, ya no era amenazador, era apacible -Ah

-¡Te alcancé!- el moreno fue atrapado. Makoto lo tomó de la cintura sacándolo del agua y frente a frente se quedaron en silencio, siendo cómplices con la mirada

Acercando lentamente su mano acarició su mejilla enchinadole la piel, desde hace tiempo notó que por alguna razón la temperatura de Haru siempre era un poco más baja que la propia, ese tacto frío continuó recorriendo su rostro hasta llegar a sus labios donde se detuvo al igual que su corazón -Tus ojos- ¿Qué tenían sus ojos? Porque no eran tan hermosos como sus ojos azules -Cuando la luz del sol se refleja en ellos se vuelven dorados- tomando su rostro con ambas manos se acercó aún más hasta pegar su frente con la del castaño -Como el amanecer que siempre espero para verte otra vez- y ocurrió, un leve toque. Una caricia de sus labios fue depositada en su mejilla haciéndolo sonreír mientras el moreno se ocultaba en su pecho avergonzado por su atrevimiento

-¿Puedes hacerlo otra vez?- le fascinó que deseaba uno más pero Haru negó -Está bien- no lo iba a presionar porque ese simple gesto significó mucho -Yo también…- pronunció sin terminar consiguiendo llamar la atención del otro que por fin se atrevió a mirarlo, teniéndolo así lo imitó tomando su rostro como él hizo -Yo también anhelo por cada amanecer para verte una vez más- recitó devolviendo el beso en su mejilla -Porque te has convertido en la causa de desear otro día- tragó duro, aspirando y expirando con dificultad. Las palabras de Makoto lo dejaron enmudecido -vamos- separándose comenzó a caminar halándolo para salir juntos de la piscina, así como lo dijo ya no lo dejaría atrás




Luego de mostrarle la documentación de Haru, Rin se veía bastante tranquilo y eso lo estaba asustando pues no respondió cuando le preguntó la razón por la que regresó molesto después de nadar -Envia un sirviente y que traiga a Haru

-¿Haru-chan?

-Si, lo llevaré conmigo. Ayudame a vestir- Nagisa ya se había arrepentido de darle la información




Una vez devuelta ingreso al cuarto de baño y ahora esperaba a que el castaño saliera de ahí mismo para ir a comer pero llamaron a su puerta antes -Haruka-san- el sirviente enviando ingresó llamándolo -Mi señor quiere verlo, venga conmigo

-Ah- ¿Qué debía hacer? El otro aun no terminaba de bañarse

-Vamos por favor- al parecer era importante ir pronto así que tomó lápiz y una hoja de papel dejando una nota de aviso en la cama del castaño saliendo para acudir

-Haru- lo saludó en el momento en que lo vio

-¿Qué ocurre?- ya que no tenía ni una hora desde que estaban juntos le sorprendió que el pelirrojo pidiera por él

-Hoy tengo una fiesta e iras conmigo- Haru no creía que fuera buena idea

-Yo…

-No estoy preguntando si quieres ir, iras conmigo- Ni siquiera tenía esa oportunidad -La última vez me rechazaste, esta vez no será así- los dientes puntiagudos se mostraron en una enorme sonrisa -¡Ayudalo a vestirse!- y uno de los tantos sirvientes se apresuró para guiarlo a una parte de la habitación para cambiarse



Al salir del cuarto de baño Makoto se extrañó al no encontrar al otro y en su lugar solo una nota de papel que decía: Fui con Rin. Quizás no era nada pero y si se equivocaba, pues después de haberle ganado notó como el sultán estaba furioso a pesar de no demostrarlo y lucir tan calmando.
Era necesario poner más atención de ahora en adelante.




-Si hubiera sabido que ibas a invitar a Haruka, hubiera invitado a Makoto-san- la princesa se quejó pero su prometido solo hizo una mueca de disgusto -Sería más divertido.

-Será la próxima vez- pero mentía, no tenía la intención de invitarlo

La velada transcurrió y a pesar de que Rin era el centro de atención no dejó a Haru solo, ambos iban de un lado a otro conociendo y saludando a amigos y altos mandos de otros reinos -Quería decirte algo- en una de las terrazas del salón por fin se encontraron solos -He estado pensado esto desde hace tiempo- Haru se preguntaba que era porque lo notaba bastante serio -Me encanta tu estilo y tu. Nos hemos entendido bastante bien y eso me encanta- el pelirrojo sonrió relajado un poco al otro dejando la seriedad aun lado -Así que quiero proponerte que te quedes aquí como mi sastre personal

-¿Eh?

-No creo que exista alguien más apto que tu para ese puesto. Pienso que en definitiva tu eres la mejor elección- pero el otro no respondía porque no se esperaba eso -No solo serias mi sastre personal, te encargarias de elaborar toda la ropa de los que vivimos en el palacio ¿Qué opinas?

No se creía idóneo para desempeñar el puesto, Makoto era la mejor opción -Yo no pienso que sea bueno

-Lo eres- lo tomó de las manos mirándolo a los ojos -Eres la persona más increíble que he conocido

-Pero Makoto…

-Si, Makoto es impresionante pero creo que tu tienes más potencial. Se que lo respetas por ser tu maestro pero ¿Viviras siempre bajo su sombra?- ¿Su sombra? -¿No quieres superarte?- ¿Superarse? -No dudo que con Makoto estarás bien sin embargo pienso que tu tienes un brillante futuro pero si te estancas con él no lograras sacar todo tu potencial- Haru ya había pensado quedarse con el castaño pero Rin planteaba un nuevo horizonte que no había notado -Las personas con las que trataste aquí conocerán tu trabajo gracias a mi y lo más probable es que puedas expandir y mostrar al mundo todo lo que eres porque el ser el sastre de un sultán es el privilegio y puesto que cualquiera quisiera aspirar y te estoy dando esa oportunidad- no tenía palabras, había mucho que meditar -No quiero una respuesta ahora, quiero que lo pienses y me contestes con la verdad de tu corazón- no sabía si su corazón estaba dispuesto a dejar a Makoto -Pero realmente te necesito

Solo con Makoto se sintió útil pero ahora junto al pelirrojo su autoestima crecía más y más -Lo pensaré- sonrió apretando las manos de Rin que no estaban dispuestas a dejarlo ir tan fácil

-Gracias- le devolvió la sonrisa soltándolo -Es tarde, debemos irnos ya.

CrisantemoWhere stories live. Discover now