Capítulo 6

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-Ai- Haru pensó que él sabría algo de ese jardín además de que era la única persona a parte de Makoto a quien le hablaba

-Haruka, me enteré que te quedaras como estudiante de Makoto-san- se dio cuenta que las noticias circulaban con rapidez en este lugar

-Si, me quedaré pero quería preguntarte sobre la puerta que está cerca del establo de los camellos.

-¿La puerta cerca del establo?- trato de recordar

-¿No sabes?

-Si pero... Aunque Makoto-san nos permite recorrer el recinto sin decir nada yo enrealidad no husmeo por los alrededores más de lo que debería- de manera sutil le dijo entrometido -Así que no sabría decirte.

-¿Dónde está la habitación de Makoto?- ya que no obtendría información de Ai iría con el dueño del lugar y una vez más después de insistir un par de veces Ai cedió y tomó rumbo al cuarto de Makoto.

Tocó la puerta pero al parecer tenía el sueño pesado por lo que decidió entrar y lo vio completamente dormido. Le sorprendió el solo verlo dormir en pantalón, en el exterior hacía calor sin embargo inesperadamente en las habitaciones de la edificación estaba fresco hasta sentía un poco de frío así que no lo esperaba encontrar así -Makoto- lo llamó otra vez pero igual que las anteriores veces no hubo respuesta así que se acercó aún más a la cama -Makoto- se movió un poco pero solo eso -Necesito preguntarte algo- Y Makoto abrió los ojos, lo miraba o eso creía que hacía -¿Cómo puedo entrar al jardín detrás del establo de Chappy?- Makoto cerró los ojos un par de segundos y soltó un profundo suspiro levantándose de la cama de golpe caminando torpemente hacia su armario y de la misma torpe forma en que se alejó regreso con Haru dándole una pequeña llave para después dejarse caer a la cama sin decir nada. Haru agradeció y salió de ahí para dirigirse a la puerta y finalmente entrar al jardín para empezar a bordar.

Tal y como lo pensó el lugar era perfecto; grandes árboles, plantas y hermosas flores que no conocía, una banca y una piscina de agua cristalina que lo tentaba a entrar pero no lo haría, no quería ser más abusivo solo se conformaría con sentarse cerca para admirarla y sin mucha fe en si mismo tomó aguja e hilo para empezar a bordar su primer pétalo.


-Haruka- era Ai quien lo llamó al verlo entrar al comedor -llegas tarde para cenar.

-perdí la noción del tiempo.

-Entiendo- soltó una suave risa -a todos nos pasa ¿Cómo vas?

-mal- pues en cada ocasión que iniciaba le quedaba chueco y debía comenzar desde el principio además perdió la cuenta de cuantas veces se pinchó los dedos y las ocasiones cuando se le cayó la aguja perdiéndola por algunos minutos entrando en pánico

-No creo que debas deprimirte tanto- porque a pesar de no ser tan expresivo se veía frustrado y Ai conocía muy bien ese sentimiento -es tu primer día intentándolo ya verás que encontrarás tu propio ritmo y lo conseguirás- algo tenía de razón pero aun así no creyó que fuera tan torpe

-Y tú ¿Cómo vas?

Ai sonrió nuevamente -Termine mi cuarto pétalo- con razón se veía feliz -después de tanto tiempo lo conseguí.

-Me alegro por ti.

-Gracias- realmente se veía feliz -Debo ir a descansar, puedes entrar a la cocina y pedirle a Kao que te preparé algo de comer.

-Pero...- no estaba seguro de hacerlo por lo tarde que era

-No te preocupes por Kao a ella le encanta cocinar.

-Bien- Ai se retiró e ingresó a la cocina donde visualizo a una joven cortando algunas verduras -Amm...- ni siquiera tenía idea de cómo pedirle de comer y no sonar tan grosero

CrisantemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora