Capítulo 27

157 21 4
                                    

Llegó el momento de decirse adiós por ese día y Haru sintió la necesidad de ocultar el nuevo brazalete de Makoto decidiendo guardarlo en uno de sus bolsillos esperando no perderlo -Volví- anunció su llegada notando al castaño concentrado

-Hola- fue el saludo que recibió sin tener realmente su atención así que pasó de largo -Ven Haru- repentinamente lo llamó después de un rato para que mirara -¿Qué te parece?

Le acercó la fina tela que tenía unos cuantos brillantes en la que trabajaba y mirando más de cerca notó los pequeños bordados de estrellas y conchas de mar -Increíble- En realidad aunque pareciera repetitivo todo lo que realizaba Makoto le resultaba de esa forma e inesperadamente se la colocó, era el velo de novia

En silencio veía sus ojos a través de la tela atentamente -Aquí es cuando digo que te atesoraré toda la vida- sonrió ruborizándose

-¿Eh?- Un sin fin de emociones se dispararon en su mente si es que el castaño hablan en serio ¿Cómo debía responder? ¿Era realmente una proposición? Notó que requería una respuesta ¿Pero que?¿Debía decir acepto? Sin embargo no llegó a formular nada en palabras, se removió nervioso y el brazalete en su bolsillo tintineo reventando su burbuja arrepintiéndose porque Makoto no merecía ninguna mentira o secreto.

Aun con la tela sobre su rostro lento saco el objeto mostrándolo al contrario -Rin me lo obsequió.

Era un hermoso brazalete, más hermoso y valioso que el otro que ya llevaba de adorno -Ya veo- era inevitable no sentirse frustrado pues a pesar de tener el taller más próspero aun así no era rival para un sultán

-Preguntó porque no me quitaba nunca el brazalete que tu me diste y le mentí- el moreno agachó la cabeza sintiéndose culpable por aceptarlo

-Te quedará muy bien- tomo su mano desprendiendo la joya exponiendo sus tatuajes y nuevamente los cubrió con el regalo del sultán

-Mako…

-Así ya no te preguntará otra vez- tenía razón, al llevarlo Rin no se opondría ni cuestionaría el motivo del porque no se la quitaba ni para nadar pero a Haru no le gustaba la sensación ni la expresión que Makoto tenía en ese instante -Tengo que ir por algo de material para empezar con las zapatillas de la princesa- no le devolvió la otra prenda, la guardó en su bolsillo como anteriormente el moreno lo hizo e inmediatamente después quitó de su cabeza el velo llevándolo a su mesa de trabajo para irse.
Makoto mintió, no necesitaba nada porque el material que requería ya estaba ahí, en el cuarto que compartía con Haru pero no encontró otra forma de huir para que no lo viera perder el control por los celos que Rin provocó -Diablos- murmuró, pataleó y bufo. Tenía que calmarse y ya que estaba fuera prefirió ir con la princesa, se distraería preguntando ideas para sus zapatos olvidando por un momento lo inferior que se sentía.



Los días seguían su curso, Makoto ayudaba a Haru elaborando los zapatos de Rin al faltarle experiencia y a su vez el avanzaba igual para completar el atuendo de la futura esposa. Como lo dedujo Makoto, Rin estaba encantado con la mentira de que el moreno prefirió llevar el brazalete que él le dio así que ya no cuestionaba ni hacía mención del objeto a pesar de que el portador seguía insatisfecho pues él pensó en usar ambos, uno en cada muñeca pero el otro ya no lo pidió de vuelta

-¡Hagamos castillos de arena!- sugirió el sultán mientras retozaban en la playa

Tenía tiempo pensándolo y por fin se animó a preguntar -¿No te agrada Makoto?- porque a su parecer existía un poco de tensión entre los dos

-¿Por qué?

-Makoto sabe nadar y me preguntaba el porque no lo has invitado a venir con nosotros

-¿Te gusta más nadar con el que conmigo?

Aveces Rin era bastante sentimental y eso era tedioso -No, me gusta nadar con los dos

El pelirrojo se quedo observando el montículo de arena que logró estabilizar pensando -¡Hey tú!- gritó a su sirviente sorprendiendolo -¡Ve por Makoto y consiguele algo para que pueda nadar!- el mozo acató la orden y se fue -¡Vamos a competir!- de un golpe derrumbó lo que construyó con una enorme sonrisa que Haru no supo catalogar

Unos minutos más tarde el sirviente volvió junto con el castaño que se veía confundido por el repentino llamado -¿Qué ocurre?

-Haru te extrañaba, quiere nadar contigo además quiero comprobar algo- se levantó sacudiéndose la arena impregnada en él -Cambiate- señaló la ropa ordenándole

No entendía a que quería llegar y mirando por un instante al de ojos azules comenzó a desvestirse. Cuando removió su ropa interior escuchó un chasquido -¿Qué?

Fue Rin quien hizo ese ruido con su boca -Con razón tienes tantos admiradores, vas a destrozar a alguien con eso

Haru solo se sonrojó con la mención observando también a lo que se refería -A pesar de eso tú aún tienes más admiradores- finalizó

-Tonterías, vamos a nadar- los otros dos fueron siguiéndolo al interior del agua para llegar al otro extremo -Vamos a competir, Haru y yo solo nadamos estilo libre así que la competencia de nado será de ese estilo

-No es mi fuerte- Makoto nadaba de espalda pues se sentía más seguro

-No me importa- de inmediato replicó y Haru pensó que era un poco cruel. Quizás no había sido buena idea haber mencionado al castaño en su charla -¡Hagámoslo!

Ya que al parecer su opinión no importaba Makoto ya no dijo más y se posicionó junto a los otros para iniciar la dichosa competencia de ese día -¡Cinco!-
El sirviente dio la señal y se lanzaron al agua.

En el instante en que se sumergió Haru sintió la presencia de sus acompañantes sin embargo una de ellas se hizo menos presente y al llegar a la orilla casi a la par de Rin, el pelirrojo comenzó a reír a carcajadas al salir del agua -¡Qué patético!- se giró hacia lo que se reía, se reía de Makoto a quién le faltaba poco más de la mitad para llegar con ellos -Ni siquiera se compara conmigo y aun así te gusta nadar con él, que errado estas debes reconsiderar tus gustos- siguió riéndose del castaño que nadaba intentando regresar a la playa -Es divertido pero debo irme, tengo cosas más importante que hacer qué ver un estúpido nadador- continuando con sus risas se fue junto con su sirviente dejándolo molesto pues el único objetivo de Rin al traer aquí a Makoto fue para burlarse y reírse y no para tratar de llevarse mejor como en un inicio lo pensó

-Vaya, tan mal estuvo que se aburrió y se fue- el de ojos verdes anunció su arribo limpiando el agua de su rostro mientras el moreno se acercaba tan arrepentido

-Makoto- se sentía realmente mal por lo que pasó -Lo siento.

-¿Por qué?

-Fue mi culpa, yo lo sugerí y él solo...

El más alto negó -No importa, lo conozco.

-Pero aun así…

-Lo único que importa es que pude nadar aquí contigo- ¿Cómo podía ser tan amable? -Eres fantástico Haru-chan- ahí estaba nuevamente esa sonrisa que aceleraba su respiración disipando su malestar -Cuando terminemos el trabajo de aquí te llevaré al mar. Quiero mostrarte lo majestuoso que es pues a pesar de que esta imitación es hermosa no tiene punto de comparación con el real

Haru asintió, deseaba ir al mar con él además de que necesitaba otra cosa -¿Puedes devolverme mi brazalete?- desde un principio no se sintió cómodo con que la joya de Rin resguardara las marcas en su piel y podría ser tonto si lo pensaba pero en realidad se sintió seguro solo cuando era el regalo de Makoto quien las protegía de los demás

-Esta bien

CrisantemoWhere stories live. Discover now