Yo no buscaba a nadie y te vi

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El mundo se había detenido. A Blas no le gustaba ser cursi, pero verdaderamente eso era lo que había ocurrido. Los ojos de Junior eran enormes y expresivos, parecían los de un adolescente confundido atrapado en una travesura, no los de un adulto con una herida de bala que había sangrado sobre su consultorio.

Blas intento concentrarse pero no era un hombre de piedra, sentía el cuerpo de Junior contra el suyo, su torso desnudo y las líneas firmes de sus piernas reteniendo las suyas en lugar. El corazón desbocado de Blas ya lo había delatado. Lo supo al momento que vio la sonrisa picara que se dibuja en la cara del chico que lo mantenía firme en su lugar, y entonces sintió la presión de las manos de Junior contra sus muñecas...sosteniéndolo fijo contra la camilla.

Si se excitaba en esta situación estaba verdaderamente mal.

Pero en un segundo la magia del momento se rompió cuando Romeo irrumpió en el cuarto nuevamente, la bolsa de suero colgando de su mano.

"Veo que no perdes el tiempo vos hermanito." Risoteo Romeo, observando como Junior se enderezaba y sin perder el agarre en las muñecas de Blas se arrodillaba posicionando ambas piernas al costado de las caderas del medico.

Dios, era peor. Desde abajo ahora Blas solo podía ver piel pálida, manchada de sangre que parecía que se extendía por kilómetros. No podía ser tan pajero. Blas sintió como se le secaba la boca y maldijo a sus hormonas.

"¿Adonde estamos?" Pregunto Junior mientras se acomodaba sobre la falda de Blas como si fuera costumbre.

Blas solo pedía que lo tragara la tierra.

El movimiento debió de hacer que los puntos le tiraran porque instintivamente soltó una de las muñecas de Blas y llevo su mano hacia su costado. Al ver la gasa, volvió a bajar las ojos al chico debajo de el.

"¿Vos me curaste?" El chico lo miraba con una inocencia que si a Blas le hubiesen dicho que se había lastimado jugando en las hamacas lo hubiese creído. "¿Quién sos?"

"Se llama Blas...trabaja con el tío." Completo Dante mientras se reincorporaba al consultorio. "Y seria bueno que lo dejes de tratar como un muñeco de trapo...Romeo ya lo amenazo con un arma así que se seguramente se le este por terminar la paciencia pronto."

Romeo bufo.

"¡Romeo!" exclamo Junior mientras hacia su mejor esfuerzo para bajarse delicadamente de la camilla. Esfuerzo que fue nulo y termino con Blas casi en el piso sobre el. "Perdónalo, tiene poco tacto con la gente."

"Esta bien." Finalmente hablo Blas. "Deberías dejar de moverte se te van a saltar los puntos."

Junior sonrió al escuchar su voz. Y Blas por mas ridículo que sonara al ver esa sonrisa sintió como si las piernas no tuvieran nada debajo. Probablemente había un explicación lógica, como que toda la adrenalina de la situación estaba bajando, que no había probado bocado en todo el día...sin embargo, años después Junior seguiría contándole a todo el mundo que a penas Blas lo vio sonreír, se desmayo.

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Cuando Blas despertó se dio cuenta que estaba en un vehículo en movimiento antes de abrir los ojos. Estaba mareado y se dio cuenta enseguida que estaba recostado...¿Sobre las piernas de alguien?. Sintió largos dedos enredados entre sus rulos y cuando abrió los ojos se encontró con oscuridad completa. Inmediatamente se sintió alerta pero su cuerpo estaba débil y pudo apenas moverse.

"No te muevas Blas." Murmuro el chico sobre el cual estaba recostado. ¿Junior? Si debía de ser porque todavía estaba sin remera y cuando las luces que los autos venían de frente se reflejaban, Blas veía como escapaba esa sonrisa picara. "¿Me puedo reír o te vas a desmayar?"

Blas sintió como el calor le subía por el cuello ante el tono burlón pero luego escucho la risotada proveniente del asiento delantero y sus sentidos se volvieron a alertar. ¿Lo estaban secuestrando? ¿Adonde estaba?

"¿Adonde estoy?" Pregunto en la voz baja y quebrada que le salió.

"Tranquilo, no te estamos secuestrando." Hablo Dante desde el asiento delantero. "Te desmayaste justo cuando estábamos por hacer nuestro acto de desaparición y el chiquito insistió que no te podíamos dejar ahí solo."

Blas se incorporo lentamente y miro hacia ambos lados. Estaban manejando sobre la una autopista pero no tenía idea de donde estaban yendo. Romeo, que iba al volante, dio un brusco giro y bajo para una salida hacia una calle larga de edificios caros. Bajo la velocidad notablemente y finalmente se detuvo en la puerta de un edificio lujoso.

Junior se estiro hacia adelante y choco su puño cerrado con sus dos hermanos mientras con su otro mano recogía una mochila negra del piso. Una vez que la tuvo colgada, tomo la manga de la bata de Blas y abrió la puerta del auto, estirándolo a salir con el.

Blas evaluó la situación lo mas detenidamente que pudo. Estaba en un auto con tres delincuentes, uno de ellos que ya le había apuntado con un arma. El mas chico parecía el mas razonable de los tres el poco tiempo que había estado consiente en su presencia, y lo estaba llevando a su ¿casa?. Bueno era mejor estar en un lugar físico que un auto en movimiento.

Blas salió del auto y una vez que Junior cerro la puerta, el mismo arranco a toda velocidad nuevamente.

Y quedaron ambos parados en el medio de la calle desierta.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta lo alto que era Junior. Su espalda ancha y su cuerpo definido le sacaba varios centímetros a Blas, y desde arriba lo miraba con esa sonrisa burlona.

"Sos libre, eh." Dijo sin moverse ni soltar la mano que sostenía la manga de Blas. "Te podes ir si quieres."

Blas trago saliva ante la provocación.

"No tengo celular, no tengo plata." Dijo con voz temblorosa. "Me arrastraste a un auto y ahora a quien sabe donde y aparte me vas a dejar durmiendo afuera. Es de no creer." Bufo Blas

Junior hecho la cabeza hacia atrás riendo y chasqueo la lengua. "¿Queres que durmamos juntitos? Veni."

Junior lo arrastro lentamente hacia la puerta del edificio y luego hasta el ascensor. Una vez adentro presiono el botón del ultimo piso.

¿Qué estaba haciendo? Blas nunca en su vida había hecho una cosa así. Nunca aceptaría ir a la casa de un completo extraño que había cocido hace algunas horas. Las luces brillantes del ascensor hacían que la piel de Junior brillara mas aun y que el calor de su cuerpo se sintiera aun mas cerca.

Cuando abrió los ojos, se dio cuenta que en realidad Junior no podía estar mas cerca. Lo tenia presionado contra la pared del ascensor, su frente apoyada contra la de Blas.

"Te lo voy a tener que cobrar igual." Dijo Junior casi contra sus labios. Estaba tan cerca que Blas podía sentir el bombeo de su corazón.

Se sentía como si tuviese quince años de vuelta, la respiración acelerada y de repente sintió los labios de Junior sobre los suyos.

Junior le daba besos cortos y suaves en los labios hasta que Blas abrió la boca tímidamente y la lengua de Junior se coló en el beso. Las manos del menor se hundieron en los rulos de Blas y tiro con fuerza, provocando que abriera mas la boca.

El beso lento y profundo se corto abruptamente cuando las puertas del ascensor se abrieron y Junior se separo como si no se encontrara para nada afectado. Camino hacia el fondo del pasillo y abrió la puerta con rapidez, dejándola abierta detrás de el.

¿Qué carajo estaba pasando? Se pregunto Blas mientras lo seguía y cerraba la puerta. 

los pajaros tocando tu cancionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora