¿Cuanto tiempo guardas un secreto?

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La casa de los Guerrico no era como ningún lugar donde Blas hubiese estado antes.

Después de casi 40 minutos en la parte de atrás de la moto de Junior, llegaron a un barrio privado, siguieron un pasillo largo de arboles y piedras que los llevo hasta la entrada vigilada por mas seguridad privada. La barrera se abrió antes de que llegaran, seguramente ya conocían al hijo de su patrón. El camino seguía por 2 kilómetros mas y al final del mismo se encontraba una casa que parecía de una película de Hollywood.

Cuando llegaron a la puerta, Junior detuvo la moto y se bajo, removiendo su casco y tomando el de Blas para guardarlo. Blas había notado como la actitud de Junior había cambiado radicalmente desde el momento que había mencionado a su padre en el consultorio. Su postura destendida era rígida, y no había emitido ni un chiste en todo el camino acerca de la cercanía de sus cuerpos en la moto o los brazos de Blas alrededor de su cuerpo.

Tampoco emitió palabra, solo camino hacia la puerta mirando hacia atrás asegurándose que Blas lo estaba siguiendo. Una vez que entraron a la casa Junior siguió caminando por un pasillo largo que los llevo hasta la cocina, la cual tenia un enorme ventanal que daba a un patio que parecía casi una plaza privada.

Junior abrió la puerta y ahí fue cuando Blas lo vio.

Mauro Funes estaba sentando en un sillón sobre el pasto, había una mesa donde transcurría un juego de cartas entre Romeo y Dante, los chicos que Blas había conocido la otra noche. Si no fuese porque Blas sabia por hecho que este hombre era un asesino, la escena hubiese sido una ordinaria postal familiar. Junior no se deposito en el sillón que quedo libre, si no que se quedó parado al lado de su padre.

Blas empezó a dudar de que tanto Junior se enfrentaría a su padre en caso de que la vida de Blas se viera comprometida. Y ahí fue cuando noto dos hombres que estaban parados a lo lejos, seguramente dos de los matones de Mauro.

"Vos debes ser Blas." Finalmente hablo Mauro quitando el cigarrillo de su boca. "Fuiste el que le salvaste la vida a mi hijo, te lo agradezco."

Blas asiente. Siente que si abre la boca el hilo de voz que saldrá no va a ser digno para nada.

"La cosa es Blas," sigue Mauro sin rodeos "A mí no me gusta deberle favores a nadie, y no me gusta tener que depender de gente en la cual no confió." Blas traga nerviosamente, lo fuerte que está apretando sus puños cerrados ya debe haber producido que sus uñas saquen sangre de las palmas de sus manos. "Pero me doy cuenta de que todos tienen un precio, así que le pedí a Junior que te traiga acá para saber cuál es el tuyo."

De repente todo el miedo desaparece de su cuerpo. Y es reemplazado por una ira ciega. ¿Verdaderamente este hombre lo arrastro hasta Dios sabe dónde para sobornarlo? ¿Sobornarlo sobre qué? Blas no tiene ninguna información sobre él o su paradero, o su familia. Solo ayudo a una persona lastimada.

"Con todo respeto," replica Blas "Yo ayude a su hijo porque hice un juramento al momento de aceptar mi título, y no me manejo con esos términos...no me interesa su plata."

Al momento que termino de hablar se da cuenta que se equivocó porque Dante levanto la mirada, sus dos ojos marrones abiertos en sorpresa.

Mauro se rio irónicamente y se inclinó hacia atrás, dejando al descubierto el arma que tenía metida en la cintura de su pantalón. Blas quiso rodar los ojos ante el claro intento de intimidarlo, pero se limitó a apretar sus dedos con más fuerza.

"Tenes huevos pibe." Reconoció Mauro "Bueno decime que te puedo dar entonces, ¿Queres que te lleve de putas a algún bulo bien caro o que te alquile alguna dama de compañía especial?"

los pajaros tocando tu cancionWhere stories live. Discover now