los pajaros tocando tu cancion

Me cruzaste de la mano

Blas esta nervioso.

No eso es quitarle merito a lo que siente. Y lo que siente es las gotas de sudor corriendo por su cuello para luego quedar atrapadas en el cuello de su camisa. Esta seguro que va a haber manchas de agua en sus pantalones donde continuamente se limpia las manos y que su labio inferior se va caer si lo sigue mordiendo. Es un habito que adquirio de Junior.

La mesa se mueve de como Blas no puede parar de mover s rodilla. Necesita calmarse, lo sabe porque Junior esta hyper consciente de el a todo momento. Siempre esta asegurándose de que Blas este bien, desde el momento que su boca muestra otra cosa que no sea una sonrisa.

Blas pleaneo toda la noche alrededor de una pregunta, pero siente que la tiene que decir ahora en vez de esperar que venga el mozo con un anillo en una copa de champagne. Solo quiere desacerse de los nervios que hacen que se le cierre la garganta y lo hacen sentir como que va a vomitar.

Estan en Londres. Los dos años de noviazgo que llevan han estado llenos de viajes y vacaciones y Blas sintió que no habia nada mas apropiado que proponerle a Junior esto en su ciudad favorita del mundo. Cuando Lula los invito para que fueran a visitarla y a conocer la casa nueva que ella y Romeo habían comprado, dijo que si inmediatamente. El restaurant es el favorito de Junior en esta ciudad, Blas tiene una lista mental de todas las cosas que son las favoritas de Junior y se aseguro que todo fuese perfecto esta noche.

La mesa esta cubierta en un mantel blanco y pulcro que tiene los bordes de seda y hay tres velas prendidas en el centro alrededor de un centro de rosas.

"Blas," dice Junior después de un momento largo de silencio, Blas se ve forzado a mover su vista de la entrada de la cocina donde no deja de mirar, Junior estira su mano y entrelaza sus dedos con los de Blas por encima de la mesa. "¿Me vas a decir que pasa?"

"Nada," dice Blas, y empuja su pierna con su otra mano para que deje de moverse. Siente que su cuerpo esta a punto de explotar de los nervios.

Junior no le cree y Blas debio de saber, Junior siempre sabe cuando esta mintiendo. Arquea sus cejas y aprieta los labios pero su mano aprieta la de Blas mas fuerte.

"Deja de boludearme," le dice suavemente. "Estas mas nervioso que el primer dia que me presentaste a Lula."

"Es peor que mi mama," dice Blas y se rie. Junior le devuelve la sonrisa y usa su pulgar para acariciar el costado de la mano de Blas.

"Ese fue el dia que supe que me querías para algo mas," dice Junior "Que me querías." Blas siente como le aprieta la mano. "Fue el mejor dia de mi vida,"

Junior murmura las palabras con una sonrisa sobradora pero sus mejillas están coloradas. Todos los días con Junior son el mejor de su vida y solo quiere pasar todos los días con el.

La ultima vez que habían estado separados por una semana, habia sido cuando Junior habia viajado a Cordoba a ver a Dante y Blas se habia sentido miserable. No pensó dos veces cuando paso por la puerta de la joyería. Encontro el anillo perfecto, planeo la cita perfecta y escribió lo que iba a decir que era lo mas cursi del mundo -

Y ahora se esta ahogando de los nervios.

"El mio también." Contesta, aunque ya se lo ha dicho mil veces. Todos los dias con Junior fueron el major de su vida, aun los que tuvo que pasar en la carcel por el. Aprieta la mano de Junior y deja que el calor del agarre lo relaje.

"Tenemos una semana hasta volver a Buenos Aires, vamos a aprovecharla." Dice Junior.

Blas quiere decirle que no es eso lo que lo molesta, pero no quiere arruinar la sorpresa asi que se limita a asentir y apretar los dedos de Junior una ultima vez antes de soltarlos para permitirle comer. Blas no puede ni mirar su cena de como el estomago le da vueltas.