Capítulo 9. El mejor

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Dejaré esto aquí, una linda sorprecita para ustedes. Gracias por sus votos y comentarios, la verdad es maravilloso leerlos.

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Tal y como esperaba, la empresa estaba completamente vacía cuando me dirigí hacia la pequeña estancia que todos usaban como bufete. Cogí dos tazas de café mientras me imaginaba la cara que pondrá el señor Sinclair cuando se encontrara dentro de una situación difícil de manejar.

—Señorita Flow— me sobresalté en cuanto escuché su voz detrás de mí—, voy a salir dos minutos para coger la comida que pedí— dijo con una tranquilidad extraña.

Asentí ligeramente con la cabeza mientras escuchaba el sonido que hacía la cafetera y sentí el olor de café inundándome todos los sentidos. Debo admitir que a precio de unos segundos me sentí realmente mal por haberle preparado esa broma, más cuando me enteré de que había sido tan precavido como para pedir comida, pero de inmediato recordé la vergüenza que pasé y la falta de respeto que me mostró y me volví a poner furiosa.

—Mejor te pongo dos pastillas— murmuré. —¿Sabes qué? Vamos a lo grande, que sean tres.— dejé caer lentamente la última pastilla que tenía en el café mezclándolo con la café-cuchara, sonriendo como una psicópata.

Estaba sentado en su silla mirando unos papeles. Sobre la mesa había dos cazuelas con comida, por el olor pude adivinar que se trataba de pasta. Mis neuronas empezaron a aplaudir.

Al sonido de mis tacones chasqueando contra el suelo, giró; sus profundos ojos celestes encontrándose con los míos.

—Vamos a comer primero— me invitó, INVITÓ, con un gesto, a tomar asiento. —Creo que los dos merecemos un momento de tranquilidad, ¿verdad?

—No podría haberlo dicho más claro, señor Sinclair— respondí, depositando su café en su parte y el mío en la mía.

—Iker—dijo entonces y levanté la mirada mientras deposité mi café a un lado. —Hoy nos vamos a tutear, de todos modos solo estamos tú y yo aquí. Solo— enunció cala sílaba.

Te conozco x los zapatos ©®  Where stories live. Discover now