Narra Marco.
Dios no puedo creer que haya hecho eso. Me pone un montón.
-Marco: claro, pues, si, emm, eso - dije rascándome la nuca. Ella me notó nervioso, lo sé solo por la manera en la que me miró.
-Vic: es muy tarde ya, creo que me voy a ir.
-Isco: ¿ya te vas? - asentí con la cabeza - quédate a dormir, tenemos habitaciones de sobra y estas no son horas para ir conduciendo sola.
Por unos segundos se lo pensó hasta que Sara la convenció.
-Vic: bueno vale, pero me quedo solo por Sara, tenlo en cuenta - y se fue a la que sería su habitación por una noche.
-Marco: bueno pues yo me voy ya.
-Isco: no no no no y no, tú también te quedas. A mí mejor amigo no le puede pasar nada en la carretera ni en ningún lado.
-Marco: tío no tienes más habitaciones, ¿dónde quieres que me quede? ¿En la casita del perro? - dije en un tono gracioso.
-Isco: no idiota, en la habitación de Vic hay otra cama y te quedas ahí. A lo mejor no te importa, que se nota que te gusta - empecé a notar como mis mejillas ardían y se me dibujó una cara de tonto cuando nos imaginé a los dos acostados en una cama como si fuéramos algo que no va a pasar.
-Marco: a ver, no me gusta - mentí - solo es una buena amiga.
-Isco: si, una buena amiga que conoces de hace unas horas y que cuando piensas en ella se te pone cara de gilipollas. Vamos Marco, a mí no me mientes, la chica te vuelve loco. Tampoco te voy a negar que está bastante bien, es simpática, guapa, parece modelo. Una pena que tenga novio - cuando dijo esa última frase me estremecí. ¿Tiene novio? ¿Entonces para qué me miente?.
Dejé mis pensamientos a un lado y fui a la habitación de invitados, abrí la puerta muy despacio para que no se despertara y me acosté.
Es domingo y son las 08 y pico de la mañana, me giro para ver a Vic, está durmiendo como un angelito. Recuerdo las palabras de Isco anoche "una pena que tenga novio", algo se rompe dentro de mí y me levanto con ira de mi cama, salgo de la habitación y me voy a la cocina a desayunar.
Entro en la cocina y Sara ya está desayunando con Isco.
- Isco y Sara: ¡buenos días Marquitos!
- Marco: - les miré con cara de odio y en un tono borde solté un - buenos días.
- Isco: vaya vaya, parece que alguien se ha levantado con el pié izquierdo.
- Marco: sí, lo que tú digas.
Desayuné, les di las gracias por acogerme y me fui lo más rápido que pude. Estaba saliendo por la puerta cuando alguien me coge de la mano
- Vic: ¿no te vas a despedir de mi o qué?
- Marco: ah, si, bueno, adiós.
Narra Vic.
Marco hoy estaba raro comparado con anoche. Le noté muy borde, creo que eso no es normal en él.
Me dirigí a la cocina y vi a Sara y me ayudó a prepararme el desayuno y me hizo compañía mientras.
- Sara: ¿que tal has dormido?
- Vic: muy bien la verdad. La cama es súper cómoda. Oye, ¿Marco durmió aquí anoche?
- Sara: sí, Isco le convenció. Creo que se quedó en tu habitación, en la otra cama.
- Vic: vaya. Es que le noté muy borde hoy y me pareció raro porque anoche conmigo estaba genial.
- Sara: ¿estuviste con él anoche? - y se abrieron mucho los ojos.
- Vic: bueno, sí, pero hablando, osea solo somos amigos, pero no sé le noté raro.
- Sara: él no suele ser tan borde. No sé qué le habrá pasado.
- Vic: bueno da igual - miro la hora - hostias tía que tarde, me tengo que ir lo más rápido posible que ya llego tarde.
En 10 minutos me despedí de ella y de Isco y me fui corriendo.
Llegué a mi casa y Dani me estaba esperando por fuera.
