Salimos del restaurante y nos fuimos a dar un paseo por una calle de Madrid la cual desconocía su existencia. Foto por aquí, foto por allá. Me tendré que acostumbrar. Mientras, yo pensaba en la idea en la que Isco le pidiera casarse a Sara. Se me había ocurrido grabar el momento con unas cámaras ocultas, y que cuando Sara llegase a casa cansada, después de relajarse en la ducha, se encontrara con una serie de pistas y que al final Isco se lo pidiera. Decidí contarle la idea más tarde en el coche de vuelta a casa, y así lo hice. Le conté la idea y le gustó, yo me propuse para ayudar (claramente) y Marco también. Estábamos los tres metidos en esto. Isco decidió que en unos días se lo decía, cuando supiera bien lo que decirle así que él nos llamaría para ir a su casa.
Llegué a mi casa y preparé la maleta para mañana ya que nos teníamos que levantar a las 5 para estar a las 7 en el aeropuerto. Metí un poco lo básico: dos sujetadores, tres bragas, dos pantalones bajos y dos cortos (ya que nunca sabes cómo puede estar el tiempo), dos camisas y el pijama. Ellos me darían la camiseta que llevaría el día del partido para distinguir que formaba parte del equipo. Me fui a duchar así que fui a mí cuarto, después de bajar la maleta, y cogí la ropa interior y el pijama. Fui al baño y me desvestí, me metí en la ducha y me lavé el el pelo; lo aclaré y salí de la ducha. Me sequé y me puse el pijama. Bajé a la cocina, me hice una ensalada de fruta con melón, sandía, kiwi, plátano, pera y naranja. Cené y me acosté.
Son las 5:18 y me estoy despertando. Soy una vaga, lo sé, pero es que la cama estaba muy bien hoy y no me apetecía levantarme; simplemente lo hice por los chicos. Lucas venía a recogerme a las 6 y allí estaba, por fuera de la puerta de mi casa. Me subí al coche y nos fuimos rumbo al aeropuerto. En verdad hoy estaba feliz y un poco motivada y cantaba todas las canciones de la radio, Lucas estaba un poco harto de mí ya. Llegamos al aeropuerto y ya habían algunos allí: Nacho, Benzema, Marcelo y algunos más del equipo técnico. A los 15 minutos llego Marco con Ceballos y Lucas le dió las gracias al señor porque por fin no iba a estar encima de él.
- Lucas: gracias al señor que has llegado, quítamela de encima por dios.
- Marco: uy, ¿qué te ha hecho ahora?
- Lucas: cantar, todo el camino, como una loca, motivada, y emocionada. Ayúdame.
- Vic: por fin un chico guapo de verdad - digo acercándome a Marco y plantándole un besazo.
- Marcelo: que bonito, que bonito.
- Marco: no te pongas celoso guapo.
Llegó el míster y nos separamos, cogimos cada uno nuestra maleta, facturamos. Nos dieron el número del asiento y no sé cómo se las arreglaron pero me sentaron con Marco y con Lucas, pobrecito. A Lucas le tocaba en el medio pero Marco le cambió el sitio y al final se sentó a mí lado. La gente que pasaba a nuestro lado me miraba mal al ver que realmente era la novia de Marco incluso decían que no pegábamos pero no nos importaban porque seguíamos a nuestro rollo.
El avión salió y a los 10 minutos me había quedado dormida en el hombro de Marco así que no me enteré mucho del viaje. Llegamos a Sevilla al rededor de las 10. La guagua nos llevó al hotel de concentración y nos asignaron las habitaciones, a mí me tocó sola en una habitación pequeña pero bien para mi gusto. El entrenador nos dejó a todos el resto del día libre así que quedamos unos cuantos por ahí y otros se quedaron en el hotel descansando. Era la única chica que viajaba con ellos así que me sentía por un lado bien pero por el otro un poco marginada.
No nos fuimos muy lejos del hotel para no perdernos, ya que ni Lucas ni Bale ni Nacho ni, obviamente, Marco ni yo conocíamos el lugar. Fotito por aquí fotito por allá. Hasta un aficionado me llamó guapa y me dijo si me podía sacar una foto con él, me la saqué y se quedó emocionado. Yo me reía por la actitud del chico, bastante inesperada para mí, pero muy gracioso.
