Hoy es la boda de Sara y la verdad es que estoy muy nerviosa. He preparado casi toda la boda con Sara e Isco osea que se puede decir que he formado una parte bastante importante de esto, es decir, que como algo salga mal me puedo morir. Es decir, me sentiría demasiado mal conmigo misma, ya no porque salga mal o salga una mierda sino por los chicos y porque esto es muy importante para ellos y para mí.
Mi vestido, el de la hermana de Sara y el de su prima es de color violeta muy flojo con una cinta en la cintura en un tono violeta más fuerte. Los chicos, que son el hermano de Isco, Lucas y Marco, van con un smoking beige con algunos detalles del mismo color que mi vestido. Están todos muy guapos, Marco el que más, pero he de decir que hoy el más llama la atención es Isco. Me gusta verle sonreír tanto y verle tan nervioso. Sé que me repito, pero que algo salga mal me pondría muy nerviosa ahora mismo.
En la iglesia salió todo bien y ahora vamos camino al lugar donde estaremos el resto del día. Llegamos al lugar y estaba precioso, también hay que decir que si no fuera porqur ayer nos quedamos hasta tarde terminándolo no hubiera quedado así. Hay flores blancas y violetas, mesas redondas grandes con manteles blancos y unas bonitas vistas. He de decir que el salón en el que nos encontrábamos era bastante amplio y además de dónde comeríamos tenía también otra sala un poco más pequeña donde más tarde iría un "dj" y nos pondría música para la tarde.
Después de la comida fuimos a ese pequeño salón. Me encontraba un poco mal pero no sabía de qué.
- Marco: vamos princesa, a bailar - me coge la mano y me levanta de la silla.
- Vic: no Marco, ahora no tengo ganas.
- Marco: ¿qué te pasa? no has trabajado como una loca en esta boda para después no disfrutarla.
- Vic: ya, ya lo sé pero es que no me siento bien. Me duele la barriga y estoy un poco mareada. Vete tú a bailar que yo voy a estar bien. No te preocupes.
- Marco: ah no, eso sí que no. No voy a ir a bailar ahí sin mi novia, y si ella no va pues yo tampoco - dijo como si fuera un niño chiquito.
- Isco Jr: tata, vamoz a baila.
- Vic: - miraba a Marco con cara de "porfavor, ayuda" - vete con tu tío que seguro que va contigo - le dije en el típico tono con el que hablas con los niños pequeños.
- Isco Jr: pedo yo chero que vaya tata conmigo.
- Marco: pero tata ahora no puede, yo voy contigo.
- Isco Jr: toma!
- Marco: me debes una preciosa.
- Vic: eso ya lo veremos cariño.
Se fueron a bailar y yo me quedé en una silla que había por allí cerca. Cada vez me dolía más la cabeza así que me tomé un ibuprofeno para ver si se me pasaba. Al rato fui a bailar con mis amigos.
Me tomé un par (con un par no me refiero a dos, sino a unas cuantas) de copas y eran las nueve y pico pero ya estábamos casi todos afectadillos por el alcohol. La verdad es que después de tomarme la pastilla me lo pasé bastante bien aunque sabía que mañana iba a tener una resaca que no me lo iba a creer ni yo, pero me da igual ya que yo también formé una parte importante de esta celebración y tenía que disfrutarlo.
Ayer fue la boda y terminamos Marco y yo en mi casa, en la cama, desnudos. Y para serles sincera, no me acuerdo de nada después de las diez de la noche. No sé ni cómo llegamos a casa, ni lo que hemos hecho, no sé absolutamente nada pero tampoco le pongo mucha importancia.
- Sara: tía, muchísimas gracias por todo lo que has hecho por mí y por ayudarnos con la boda y con todo lo que has podido. Eres la mejor del mundo.
- Vic: ay tía por dios, yo hago lo que me nace y si me nace ayudar a mi mejor amiga pues la ayudo. Porque aunque seas media tonta, yo te quiero muchísimo.
- Sara: jo, y yo.
