Narra Vic.
Hoy es sábado y son las 19:00, estoy esperando a que Igor me venga a recoger para ir a ver a Marco jugar el derbi. Me puse unos pantalones cortos vaqueros de color negro con una camiseta del Madrid que Marco me había dado hace tiempo y unas converse blancas. Faltaban un par de minutos para que Igor llegara cuando me doy cuenta de que me falta algo, pero no sé qué es. Reviso el bolso, la ropa, el maquillaje, mi pelo pero no me doy cuenta hasta que paso por el baño y veo mi cuello muy vacío. Ya sé lo que me falta. La cadenita que me había regalado Marco, estaba histérica. Igor tocó en la puerta y bajé a abrirle. Le conté todo y me ayudó a buscar la cadenita por toda la casa con el resultado que teníamos al principio. Gracias a mí pérdida de memoria llegamos tarde al partido pero lo suficientemente como para ver los últimos 60 minutos.
Ellos perdieron pero estaban todos de acuerdo en que deberían de haber ganado aunque los goles no hubieran caído. Les felicité a cada uno por su buen juego y me dieron las gracias. Al salir del vestuario bien vestidos y todo eso, algunos (Lucas, Maca, Nacho, María, Sara, Isco, Igor, Marco y yo) fuimos a cenar a un restaurante. Llegamos y pedimos mesa para 9 y como tenían un saloncito donde no había nadie pues nos sentaron ahí ya que podíamos juntar varias mesas y sentarnos todos allí.
Un chico bastante guapo nos vino a coger la comanda.
- Camarero: hola, buenas noches. Yo soy Pedro y voy a ser vuestro camarero. ¿Qué vais a pedir? Si preferís podéis decirme el número de lo que van a pedir en vez de decirme todo completo.
- Lucas: vale, pues yo creo que me pido el 11 con una Cocacola.
- María: yo un 17 con una botella de agua.
- Sara: yo el 6 y otra botella de agua.
- Vic: lo mismo que Sara.
- Pedro: ¿les parece si les traigo una botella de agua grande?
- Sara: si, si, así mejor.
- Marco: yo quiero un 13 con un Nestea Mango-Piña.
- Nacho: un 24 con Fanta.
- Isco: ¿podría ser un 9 sin ensalada y con patatas fritas?
- Pedro: por supuesto.
- Isco: pues eso pido yo. Maca, ¿tú?
- Maca: yo un 5 con Fanta también.
- Igor: yo un 24 y una cerveza.
- Pedro: pues perfecto, en un ratito estoy por aquí.
- Todos: Gracias.
El tal Pedro este es muy mono y educado. Tiene el pelo marrón claro, los ojos verdes, bonita sonrisa y está bastante bien físicamente pero yo me quedo con Marco.
Terminamos de comer lo que viene a ser tarde, muy tarde, así que fui rápido al baño y nos fuimos. Cuando estábamos saliendo por la puerta yo iba la última y Marco delante de mi, cuando oigo una voz.
- Pedro: ¡ey, señorita! - me siento aludida y me giro para observar, Marco se para también - se le olvida el teléfono móvil.
- Vic: ay muchísimas gracias, estoy muy despistada últimamente. De verdad, muchas gracias.
- Pedro: no es nada, tranquila. - Marco me miraba desesperado y con mala cara.
- Marco: bueno qué, ¿nos vamos, cariño? - dijo el "cariño" como muy resaltado para que el chico se diera cuenta de que soy su novia. Capaz que se ha puesto celoso y todo.
- Vic: si si, claro, vamos. Gracias de nuevo.
Al salir todos estaban esperándonos para despedirse y a los segundos nos fuimos cada uno a nuestras respectivas casas. Yo no había llevado coche pero Marco me llevó a casa.
- Marco: buenas noches preciosa.
- Vic: buenas noches bella flor.
- Marco: oye, espera, me acabo de dar cuenta ahora pero ¿y la cadenita que te regalé? - dios, no quería que se enterara pero en algún momento tenía que ser así que le dije la verdad.
- Vic: no te lo quería decir pero, creo que la perdí porque desde que salí del hospital no la he visto. Y rebusqué por toda la casa y en todos los rincones posibles, hasta Igor me ayudó a buscarla, pero no la encontramos.
- Marco: bueno no pasa nada. Mañana vamos al hospital a preguntar y así allí tampoco está yo te compro otra.
Me volví a despedir, esta vez con un beso, y entré en casa. Hice y dejé todo preparado antes de acostarme para no tener que hacer nada mañana y me acosté.
Hoy, ante de entrar en clase, mis amigos me notaron preocupada y me preguntaron que que me pasaba pero no tenía ganas de contárselo así que sólo se lo conté a Mateo ya que las chicas iban a su bola y Guille y Dani también. Mat me dijo que no me preocupara porque seguro que la encontramos pero yo no estaba tan segura. Tenía miedo de no encontrarla y hacer que Marco se gastara más dinero en mi, que tampoco es que le falte pero no me gusta hacer gastar dinero a la gente (menos a Dani).
Al salir de clases fui a comer a casa de Dani que me invitó a comer, ya que hacía tiempo que no nos veíamos. Estaba cómoda con él y le conté todo lo pasado desde que no le veo así que le puse al día y él a mí. Me dijo que estaba de royo con Lara, cosa que ya sabía pero me hice la loca, y me contó que estaba súper cómodo con ella y que se sentía bien. Después de comer me llevó a mí casa y dejé la mochila, cogí un bolso, metí lo necesario y me senté en el sillón a esperar a Marco. Esperé como media hora y después vino. Pusimos rumbo al hospital y cuando llegamos buscamos a la enfermera que me trató durante el tiempo que estuve allí. La encontramos y le conté lo de la cadenita y ella nos dijo que cuando llegué allí no tenía ninguna cadenita puesta así que probablemente se me habría caído por el camino. Nos fuimos a casa de Marco y me pasé allí toda la tarde.
