S-28

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Kana se ruborizo ante la respuesta de Natsu y rápidamente apartó su mirada dejando los utensilios en la pequeña mesa en donde habían comido, nerviosa giro lentamente su mirada a él que se encontraba extrañada mente callado, al momento que entró a su campo de visión este se encontraba recargado en el sillón con una sonrisa muy marcada en sus labios haciendo un gran esfuerzo para no reírse a carcajadas.

-De que te ríes?- preguntó indignada, pregunta que provocó que ya no pudiera aguantar más y dejará salir su risa.

-De nada- dando barias inhalaciones fuertes y dejando salir una que otra risa se tranquilizó, pequeñas lágrimas se habían formado en sus ojos, había pasado tanto que no se reía de algo de esa forma que le costó poder tranquilizarse, -dime que harás después?- pregunto mirándola mientras que con las mangas de la prenda que portaba se limpiaba el contorno de sus ojos.

- Iré a Fairy Hills a cambiarme, no puedo regresar con la misma ropa- contestó alegando su vista de el.

-Por que no?- preguntó él.

-Por que sabrán que no dormí en mi habitación, suficiente voy a tener con el sermón de mi padre por no haber aparecido en el gremio la tarde de ayer- se explicó, - y tu que harás?- regresó su mirada a Natsu.

-Mmm... Iré por ahí y por allá- contestó indiferente y Kana no contenta con la repuesta lo miro con su ceño fruncido, de su cuerpo una extraña y tenebrosa niebla negra salia y la envolvía, -tengo que arreglar unos asuntos con una amiga- corrigió con un ligero escalofrío recorriendo su espalda.

-Bueno entonces no te quito más el tiempo, me voy para que arregles tus asuntos con tu amigita- bebió todo el contenido de su bebida, dejó el tarro en la mesa con un fuerte golpe, se puso de pie y salió de la cabaña azotando la puerta sin decir nada más.

-Y ahora que le pasa?- se dijo a si mismo, dio un suspiró estiró su cuerpo y fue a darse un largo baño, después de varios minutos regresó a su habitación pero se detuvo en la puerta que daba el acceso al percibir algo, inhaló un cierto olor a cítricos y licor, cerro los ojos para dejar que su sentido se inundará de aquél aroma y en su rostro apareció una sonrisa, lentamente abrió sus jades orbes y comenzó a vestirse con su ahora típica ropa negra y su capucha, pero al momento de colocarse la prenda que cubría su rostro se detuvo quedándose inerte por unos segundos, busco debajo de la cama y sacó la misma maleta pequeña que Kana le había dado, la dejo encima de la cama y la abrió, su mirada se volvió nostálgica introdujo su mano izquierda en la misma y acarició lentamente su contenido, decidido la saco dejando a la vista la que antes era su prenda inseparable, la bufanda que su padre le había dado y que en muchos años no había usado, lentamente la rodeó en su cuello sintiendo su suavidad y calidez, cubrió su cabeza al igual que la mitad de su rostro y una tenue luz apareció dejando ver unos ojos cafés y mechones de pelo negro, tomo la pequeña mochila que siempre portaba y reviso su contenido, satisfecho salio de su hogar y comenzó a caminar rumbo a la ciudad.

Kana llegó al edificio donde residía, recorrió los pasillos del condominio ignorando a ciertas compañeras que en ese momento la interrogaban en busca de información o al menos hacían el intento sorprendiéndolas por su nulas respuestas, cuando llegó a su cuarto cerro la puerta a sus espaldas y rápidamente dejo caer su peso en su suave colchón quedando boca bajo, dejó salir un pequeño suspiró mientras giraba su rostro en busca de aire provocando que su ondulado y suave pelo quedará debajo de ella, tomó un mechón de pelo al percatarse de algo, lentamente lo acercó a su nariz y al ver que no se había equivocado sonrió para sus adentros, un suave aroma a tierra mojada y a leña quemada se encontraba impregnado en su pelo, con su mano libre recorrió su cuerpo lentamente acariciando lo solo hasta detenerse en cierta zona se percató de lo que hacía, salto de su cama rápidamente sus  mejillas se encontraban adornadas con un fuerte rubor y se adentro a su baño para darse un largo... largo baño con agua fría, al terminar cambió sus ropas y se preparó para su día en el gremio numero uno, su querido gremio. Cuándo llegó para su sorpresa este se encontraba tranquilo no había el típico desastre que lo caracterizaba cosa que la preocupó, a buen ritmo se dirigió a la mesa que siempre usaba, tomó asiento y antes de que fuera capaz de pedir algo a la camarera, cierto hombre encargado del gremio el cual resultaba ser su hombre apareció frente a ella.

-En donde estuviste el día de ayer?- preguntó provocando que la castaña dejará salir un pequeño suspiro ya que sabía que esa platica se daría.

- Fui a dar una vuelta para asimilar todo... fueron demasiadas impresiones- por un día- dijo sin mirarlo directamente a los ojos, un sentimiento de desconfianza se volvió presente en él pero antes de que fuera capaz de decir algo más las puertas del gremio fueron abiertas bruscamente sorprendiendo a más de uno que no prestaba atención, cierto encapuchado había entrado tranquilamente volviéndose el centro de atención de cada uno de los integrantes.

-Qué?, nuca antes visto a un hombre con capucha?- dijo el al notar que era observado.

-Que ocurre Natsu? Te podemos ayudar en algo?- preguntó  Gildarst al verlo entrar.
-Nada y no... Sólo quiero hablar con Luce- La mencionada al escuchar su nombre se puso de pie y extrañada comenzó a caminar en su dirección.

-Que sucede?- pregunto nerviosa.

-He encontrado tu llave- contesto él.

-En serio?- pregunto emocionado .

-Si- de su mochila saco una pequeña tela que envolvía algo muy bien, ante una expectante Lucy lentamente la desenvolvió dejando ver la llave rota de acuario que tanto apreciaba.

-Muchas gracias Natsu- dijo ella intentando tomar la llave mientras que una sonrisa se formaba en su rostro, pero en un sorprendente acto el apartó la tala junto a la llave sorprendiendo denuncia cuenta a más de uno. -Que ocurre?- pregunto ella desconcertada.

- Espera.. Que me ofreces por ella?- una sonrisa se forma a su rostro mientras que con una de sus manos jugaba con la llave.

-Que?, deja de jugar- una sonrisa nerviosa salio de sus labios.

-Jugar?, quien está jugando?, yo te dije que buscaría tu llave y así lo hice, nunca dije que te la daría gratis- lentamente su expresión se volvió sería mientras que detenía sus acciones al igual que la llave.

-Ya dámela por favor- dijo ella con lágrimas en sus ojos.

-Ya detente Natsu no es gracioso- La mujer de pelo escarlata intervino y Lucy ya no pudo contener las lágrimas.

- Nada es gratis Erza- Kana se sorprendió completamente, el Natsu con el cual había dormido el día anterior había desaparecido y ahora no sabia que pensar.

- Te daré lo que quieras pero por favor dame mi llave- imploro Lucy.

-Esta bien, quiero una barra de oro blanco- cono si estuviera resignado dejo caer sus hombros.

- Que?, No tengo tanto dinero- 

-Tómalo o déjalo- expresó levantando ambos hombros en muestra de indiferencia.

-No te preocupes Lucy yo y Jellal te ayudaremos- Erza dijo con una sonrisa tratando de tranquilizar a su amiga, regresó su vista al encapuchado y le mostró una expresión  de decepción.

-Bien trato hecho a por cierto cuando lo tengas tu y Yukino debe ser quien me lo de- dijo caminado a la salida.

- Y porque ella?- preguntó rápidamente Jellal.

-  Lucy sólo haz lo que te digo... Juvia puedo hablar con tigo?-  La mencionada se estremeció un poco, Gajeel y Levy la miraron preocupados pero ella solo se puso de pie y camino a donde el se encontraba.

-Que asuntos tienes con ella?- preguntó Gray a la defensiva provocado que Alastor detuviera su paso.

-Asuntos que no te importan- contesto cortante.

-Espera Natsu- el maestro que al fin había podido salir de la impresión camino a el, -me has decepcionado- dijo el maestro dolido, al igual que todos en el gremio en especial sierta castaña que no se quedaría así.

- No me importa-

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