S-33

669 92 23
                                    

Una extraña sensación inundó su cuerpo por completó, lentamente abrió sus ojos encontrando un tenue brilló color oró que entraba por una de las pocas pero grandes ventanas que habían en la habitación en donde se encontraba recostada, sólo eran cubiertas por una gruesa cortina que impedía que más de esa reconfortante luz entrará, al sentir un extraño cosquilleo recorrer parte de su cuerpo esperó por unos segundos a que su vista se acostumbrara para buscar la causa, al hacerlo una cabellera rojiza entro en su campo de visión sabiendo perfectamente a quien le pertenecía dando lugar a qué una sonrisa apareciera en su fino rostro, lentamente y sin intención de despertar al dueño de semejante cabellera rodeó con su brazo el cuello de su acompañante a trayéndole más hacia ella profundizando el rostro de dicho chico en su prominente busto en el cual el dormía pacíficamente.

- Buenos días - dijo ella al sentir que él frotaba su rostro en su pecho.

- Huele tan delicioso que dan ganas de comerte - dijo Natsu sin separarse de la suave piel de su compañera que por su comentario se encontraba más que sonrojada y con una sonrisa.

- Deja de decir tonterías y ve a hacer el desayuno - dijo ella mientras lo empujaba con las piernas fuera de la cama que compartían.

- Que?, Estas bromeando? Yo cocine ayer, es tu turno - dijo él mientras tomaba las sábanas evitando caer del lugar.

- A casó quieres que tu linda  invitada cocine? - la fuerza que en ese momento usaba aumentó provocando que el cayera al frío suelo con un ruido sordo.

- Linda dices... - dijo el mientras se levantaba con una sonrisa.

- Que no soy linda? - se quejó ella mostrando le una mirada que demostraba que su orgullo había sido golpeado y herido.

- Qué?, yo nunca dije éso - dijo el rápidamente mientras que se encontraba desconcertado por el rápido cambio de actitud de su pareja.

- Perdóname por no ser tan linda como Erza o sexy como Mirajane - sin entender que había ocurrido solo la vio tomar la bolsa que ella portaba y salir del cuarto.

- Y ellas que tienen que ver en ésto? - dijo siguiéndole mientras trataba de detenerla.

- Si dices que no soy linda me éstas comparando con alguien más - dijo ella deteniendo su pasó enfrente de la puerta.

- Yo no te estoy comparando con nadie - contestó el desesperado por no entender que había ocurrido, pero al escuchar una pequeña rosa que provenía de ella dejo salir un gran suspiro.

- Tranquilo cariño solo estoy jugando - dijo ella mientras reía y caminaba de regresó al cuarto que ambos habían usado.

El tiempo paso entre pláticas y un resignado Natsu que cocinó el desayuno como se le había pedido su ahora pareja, era extrañó verla a ella con ese título, aun que no se encontraba arrepentido es más había encontrado la paz que años atrás le habían robado, ambos sabían que tipo de relación es la que tenían pero si se lo hubieran preguntado hace 6 años habría contestado que ni en un millón de años él saldría con la hija del hombre que el casi consideraba padre pero las cosas no siempre pasan como uno planea, en un momento estas con la mujer que creíste amar y que posiblemente no había sido capaz de superar aun y en otro con la única mujer que por más tiempo que pasara nunca lo olvidó, que recordó lo que el era Natsu Dragneel, pero no podía bajar la guardia ella ahora era su tesoro por lo que no dejaría que nada le sucediera, por los siguientes minutos la observó reír mientras le narraba una que otra historia que había vivido o visto pasar solo al terminar se adentró al cuarto que usaba cambio su ropaje por el que ahora era característico y cambio su apariencia sorprendiendo a su acompañante.

IpsumWhere stories live. Discover now