Ep 4. una confesión al día siguiente. Parte I

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En el cielo gris aún se podría vislumbrar la luz del sol la neblina bajaba por las montañas cubriendo el jardín de la mansión, era como un manto fantasmal que le recordaba lo adusta que era esa tierra pero sería aquí donde formaría un hogar.

Se despertó antes del amanecer para asegurarse de que no estaba soñando, de que al fin había regresado a su tierra y que lo había encontrado, encontró a ese chico que en sus sueños y anhelos lo llamaba con su dulce voz recordando sus palabras el día en que se le declaró, el día en que su mundo comenzó a cambiar.

Fueron sus dulces palabras las que siempre lo mantuvieron a salvo, las que le daban la fuerza para seguir luchando, las que oía en sus noches más oscuras, las que le daban paz y esperanza las que lo hacían anhelar... anhelar regresar a su lado, a sus brazos a su amor.

Se retiró de la ventana caminando hacia la cama, se fijó en ese cuerpo frágil y pequeño que descansaba ignorando todo a su alrededor, había cambiado él había crecido Tuan aun recordaba la noche anterior cuando Jinyoung trataba de cubrir de cualquier forma su cuerpo y como mordía su labio para evitar gemir, se removió en la cama y se levantó lentamente hasta quedar sentado.

MK: hola, ¿has dormido bien? - Se inquietó por la mirada sin emociones que mostraba fueron unos largos minutos de silencio.

-sí, gracias

MK: ¿te sientes bien? ¿Tu cuerpo está bien?

-sí, gracias

MK: ¿tienes hambre?

-sí, gracias

MK: solo sabes decir "si gracias"

- También se decir "no gracias" - Una pequeña sonrisa surco sus labios y lo miró por algunos segundos.

MK: esta tarde partiré a la población de Gwangju, tengo unas tierras y necesito ver a los terratenientes para asegurarme de que todo vaya bien.

- ¿cuánto tiempo estará fuera?

MK: solo dos días, tal vez menos no quiero quedarme tanto tiempo, ¿tú estarás bien?

-no se preocupe por mi

MK: todos los de servicio tienen órdenes de cuidarte, si necesitas algo solo dilo y ellos lo harán por ti

- Gracias mi señor

MK: no me digas así, puedes llamarme por mi nombre si quieres.

- Es de mala educación llamar a alguien por su nombre

MK: sí, es verdad cuando es cualquier persona pero no cuando es tu esposo, pero si aún te sientes incómodo puedes llamarme como quieras - El pelinegro solo lo miraba fijamente con esos enormes ojos - Sé que este lugar puede llegar a ser muy solitario y muchos lo considerarían aburrido.

- No se preocupe por mí, ya encontraré algo que hacer para no aburrirme estoy seguro de que aquí tampoco lo haré - La forma en como le hablaba, las frases correctas sumamente cuidadosas, era frío en una forma tan íntima que cualquiera pensaría que eran verdaderos extraños, realmente le dolía el corazón - ¿señor?... sé que tal vez pueda considerarme imprudente pero ya que es dueño de estas tierras me preguntaba si puedo dar paseos por la zona.

MK: sí, esta zona es segura siempre y cuando no se aleje demasiado del bosque.

- No se preocupe no saldré solo - Dicho esto se levantó con las sábanas enrolladas en su cuerpo entrando al vestidor donde su ropa ya estaba acomodada, cogió una bata y se la colocó cerrando bien la cinta, fue su nuevo esposo el que galantemente lo condujo hacia el salón contiguo donde su desayuno ya los esperaba, varias criadas entraron para ordenar el cuarto, su marido con mirada felina vio entrar a la mujer que la noche anterior lo había ayudado a prepararse, la siguió con la mirada así como las otras criadas, entró en el cuarto de baño donde le preparo el baño a su amo, noto la curiosidad de su señor y habló antes de ser asediado con preguntas del hombre sentado al frente tomando café fuerte - Espero que no le moleste que Letizia se ocupe de mí, ha estado varios años conmigo y siempre ha cuidado de mi muy bien

MK: ¿Letizia es su doncella?

- Si.

MK: bueno me alegra que tenga compañía, aunque sea de una criada

- Letizia es más que una criada, es mi amiga

MK: creo que el ser amigo de una criada es simplemente considerado burgués, no es correcto - Notó el cambio de humor de su consorte y temió haberlo ofendido - Pero por tratarse de ti lo dejaré pasar

- ¿Por tratarse de mí? ¿Significa que por ser su esposo tengo ciertas concesiones?

MK: en casa sí, pero no esperes ser tratado igual en sociedad creo que debo de advertirte que los modos incorrecto son difícilmente tolerados.

- Jamás pensé que fuera tan aristocrático mi señor.

MK: no es cuestión de serlo, pero provengo de una familia reconocida y los buenos modales son imprescindibles.

- ¡¿habla de ser clasista?! - Un giro sorpresivamente político había truncado un desayuno apacible, por un momento y con terror pensó que tal vez su ángel era liberal.

MK: ¿y tú me hablas de política?... No soy clasista si eso es lo que piensas pero tampoco liberal, el único movimiento que promuevo es el del trabajo, no me meto en política ni en religión porque poco me interesa y te sugiero que tu hagas lo mismo, Jinyoung.

Terminaron de desayunar en silencio, su esposo permanecía con la mirada fija en su desayuno y él lo miraba de forma desinhibida, tratando de buscar un porque, dejó la mesa y tras unos minutos lo siguió al cuarto de baño, ya no había criados solo la doncella de su amado, se sentó en un taburete donde podía ver cada movimiento del menor y lo vio despojarse de la bata y entrar a la tina con agua humeante.

MK: ¿me recuerdas?- Fueron los ojos de menor los que chocaron con los suyo de una forma tan sutil como las sombras que se mueven siguiendo el sol y fue el susurro a su criada lo que lo hizo notar que hablaba un lenguaje secreto casi pagano pero que se oía bien en esos labios carnosos hinchados de tanto besarle, estaban solos y eso le hizo temer más

- Si te recuerdo - Fue el golpeteo de las gotas saliendo del grifo y enfilándose en el agua que hizo detener el tiempo, la forma tan cruel y seca en como dijo aquellas palabras hizo acelerar su corazón, "¿me recuerdas?" le había dicho y casi anhelo un "nunca te he olvidado" aquella melodiosa voz chispeante de energía había muerto en sus recuerdos.

MK: dime, ¿te he ofendido de alguna forma? Sé que me porte mal contigo pero... no entiendo, pensé...

- ¿Que estaría más que agradecido de que mandaras a buscarme, de que pidieras mi mano en matrimonio aun cuando soy poco conveniente para ti? - Su lengua fue mordaz pero no lo amedrento estaba dispuesto a sortear cualquier pecado cometido.

MK: no... yo te busque porque no he podido olvidarte, me he casado contigo porque te amo.

- ¿me amas? ¿Porque?

MK: ¿¡porque?! Porque tú me amas, me lo dijiste ¿no lo recuerdas en la carta en que mandaste a mi casa? - Sus palabras demenciales hacían notar su turbación con una ligera pizca de rabia contenida - tu escribiste... tu me dijiste... que me amabas.

- Era un niño.

MK: ¿Que ha cambiado? ¡¿Dime que hice o dije para que me trates de esta forma?!

- ¡He sido grosero con usted mi señor!

MK: no, claro que no, pero te soy indiferente lo noto, puedo sentirlo cuando te toco, cuando te beso dime..... que te detiene si antes me amabas

- eso es... porque que ya no le amo...

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Continuará.

RESUMEN ACTUALIZADO sep 2019
DE 1658 A 1270 PALABRAS.

Nieve en primavera (Got7 Markjin)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin