Capítulo 1: Agua y fuego pueden con todo

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El lugar tenía varias casas quemadas mientras que los vecinos ayudaban a los que desgraciadamente habían perdido sus casas, Juvia sentía mucha pena por esa gente que no paraba de llorar desconsolada al haber perdido su hogar.

  — Ah, veo que sois magos, ¿venís por la misión?— pregunto el alcalde.

— Si, venimos a ayudar, nos encargaremos de esas cosas— respondió Natsu chocando sus puños listo para la acción.

— Juvia se quedara en esta zona de la entrada por si vienen usar su poder para apagar las llamas— comento la joven con una sonrisa.

Entonces se escucho un fuerte ruido, una sacudida de tierra, muchos monos salieron de debajo como si fueran topos echando varias llamaradas que fueron apagadas por Juvia. Cuando algunos de ellos se lanzaron contra Natsu, este los esquivo y golpeo en la cara con sus puños envueltos en llamas mandando a algunos volar y dejando K.O. a otros.

Juvia de paso ayudaba a Natsu lanzando fuertes olas de agua que golpeaban a los que intentaban acercarse a los aldeanos, realmente Juvia tenía un poder enorme aunque nunca se la tomaban en serio.

Los monos al ver que nada podían hacer se miraron entre ellos mientras asentían, Natsu y Juvia se colocaron en posición defensiva ya que iban a intentar algo. Pero su sorpresa fue que se marcharon corriendo asustados, todos vitorearon a los jóvenes por haber echado del poblado a esas bestias.

— Enhorabuena, aquí tenéis el dinero— dijo sacando una bolsa con jewels.

Natsu la cogió y la miro, luego ante la sorpresa de todos la devolvió.

— Désela a los que han perdido sus casas, les hace mucha más falta— comento antes de agarrar a Juvia y marcharse.

Ya en el metro de vuelta estaba tumbado en el regazo de Juvia, se sentía cansado de tanto viaje y mareado.

— Es usted muy bueno Natsu-kun— comentaba Juvia mientras esbozaba su sonrisa.

— No ha sido...puaj...nada— sentía que iba a vomitar.

— Juvia esta feliz, ha podido olvidar durante un rato a Gray-sama— esto último le hizo agachar la cabeza.

— Olvida a Gray, haz tu marcha y ya verás como alguien se fija en ti—esbozo una sonrisa durante unos segundos antes de taparse su boca por las ganas de devolver.

Juvia miro durante el trayecto por la ventana pensando en todo lo que Natsu le ha dicho, puede que tuviera razón, que tendría que olvidar a Gray y seguir hasta que alguien apareciera cuando menos se lo esperase. Cuando llegaron se fueron directos al gremio, algo cambio en ese momento ya que Juvia solo saludo a Gray y paso de largo cuando lo natural es que se lanzara a sus brazos y él la rechazase.

  — Ara ara espero que todo haya ido bien—Mira limpiaba los vasos con su habitual cara de ángel.

— Si, Natsu-kun dio el dinero a las personas que perdieron sus hogares por culpa de esos monos de fuego— aquello impresiono a todos.

— Mira dame carne por favor— el chico se moría de hambre.

El mago devoro toda la comida que le preparaba Mira mientras era observado por Juvia, gesto que no paso desapercibido por la albina que solo miraba con una sonrisa, les notaba diferentes.

— Erza no ha vuelto— comento Juvia.

— Esta aún haciendo la obra de teatro aunque sigue poniéndose nerviosa— río la chica.

Tras pasar la tarde en el gremio ya se hizo de noche, Natsu acompaño a Juvia hasta la entrada de Fairy Hills, caminaron de manera tranquila y comentaban lo bien que lo habían hecho aquel día, la verdad es que para hacer apenas alguna misión juntos congeniaron muy bien.

— ¿Te parece si hacemos más misiones juntos?— pregunto el mago sonriente.

— Juvia estará feliz si Juvia puede ayudar— respondió ella.

Tras despedirse, esa noche Juvia estaba feliz, normalmente llegaba triste tras ser rechazada por Gray por décima vez en un mismo día, sin darse cuenta hizo un muñeco como el de Gray pero la versión de Natsu, se extraño ya que no pensaba en lo que hizo.

— Juvia...Juvia se siente algo extraña— pensaba dejando el muñeco encima de la cama.

Se puso su habitual pijama, dio un beso al muñeco de Gray y otro a Natsu, se tumbo en la cama mientras apagaba la luz y miraba el techo pensando en lo que le estaba pasando, con Gray se sentía feliz pero también con Natsu.

— Y si...¿Natsu-sama y Gray-sama me aman?, también tengo a las rivales del amor— se imaginaba a los jóvenes discutiendo por el amor de la peliazul.

Se quedo pensando un rato más, Natsu en poco tiempo le ha tratado mejor que Gray y ademas le ha dicho de no pensar en él, ¿lo hizo para acercarse a Juvia o acaso por amistad?, miles de preguntas rondaban la cabeza de la chica que como una niña pequeña golpeaba la cama roja de vergüenza pensando en un triangulo amoroso como en los libros. Podrían ya no solo pelear por su rivalidad desde niños si no también por ella, se imaginaba vestida de princesa y ellos dos como príncipes peleando con una espada por ver quien ganará su corazón.

Tras un rato más decidió dejar de pensar en ello, de momento descansaría para seguir realizando misiones con Natsu y ayudarle en todo lo posible.

  — Natsu...sama— susurro ella mientras le vencía el sueño e inconscientemente abrazaba el peluche del dragón slayer.

Continuara

En el próximo, Capítulo 2: Confusión de sentimientos

Pd: Espero sus opiniones sobretodo los fans de Navia, es el primero así que...tengan piedad :D 

Nuestro Secreto(Navia)Where stories live. Discover now