Capítulo 15: Deseo y pasión del grupo

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 Natsu correspondía a Erza que podía sentir la húmeda lengua del mago que frotaba sus manos en los pechos de ella haciendo gemir un poco a la pelirroja que sentía algo que nunca antes ha sentido, los libros hacia subir su temperatura corporal pero aquello era completamente diferente, se separo un poco y miro al joven.

— Natsu — susurro volviendo a besarle cuando sintió algo duro.

— Natsu-sama, deje esto al aire — dijo Juvia mientras le quitaba su prenda dejando su miembro a la vista de todas.

— Dra-dra...¡dragón! — Erza estaba sorprendida, solo había visto fotos en alguna revista pero aquello era increíble.

Se agacho y lo puso entre sus pechos ante la mirada de Juvia que sonreía viendo la actitud de la maga, entonces empezó a hacer un masaje haciendo estremecer al mago que notaba como su respiración se aceleraba. Luego entre ella y Juvia comenzaron a besar la base y las joyas reales mientras daban largas lamidas, Natsu se sentía en el paraíso, ya no le parecía tan mala la idea.

— No me dejéis de lado — la maga celestial uso sus manos para perforar los labios de ambas que al estar a cuatro patas dejaron su retaguardia sin vigilancia.

Ellas dieron un pequeño gemido de placer para luego continuar con la faena, Natsu aguanto durante un par de minutos más para luego explotar y echar todo sobre ambas que se relamían de placer para justo después llegar al clímax.

— Ha sido...maravilloso — dijo Natsu respirando aliviado.

— ¿Qué hay de mi? — pregunto Lucy tocando sus labios mojados.

Juvia lanzo sin previo aviso un chorro de agua que penetro a la joven hasta la profundidad de su cuerpo, Erza se coloco detrás de ella y usando sus dedos uso la parte trasera, Natsu volvía a tener fuerzas y tomo a la joven para ponerla de rodillas, Juvia y Erza siguieron con la faena.

— Lucy — susurro para después meter su virilidad en la boca de la maga que empezó a succionar mientras sentía como todo su cuerpo entraba en una ola de placer.

A los pocos segundos la maga celestial llego al clímax para caer agotada al suelo, sus piernas le temblaban y su cuerpo no reaccionaba, las babas caían al suelo mientras ella suspiraba esbozando una gran sonrisa.

— Bueno, mi turno — Erza se tumbo en la cama y abrió sus piernas.

El chico se subió encima, miro a la joven que estaba roja de vergüenza, sin duda el efecto del alcohol ya empezaba a desaparecer.

— Allá voy — dijo mientras introducía su virilidad dentro de ella haciendo que diera un pequeño grito.

Después empezaron las embestidas haciendo gemir a ambos, Juvia abrazo al chico por la espalda mientras con una mano acariciaba su pecho y con la otra su escroto, mordía la oreja del joven provocando que aumentara tanto las embestidas como su respiración.

— Natsu...sama...use todo en su interior, lo esta disfrutando — ambos miraron a Erza que se tocaba sus pechos mientras gemía.

El dragon slayer aumento aun más la velocidad haciendo que la joven diera un gran gemido para después ambos expulsar todo de sus entrepiernas. Después fue el turno de Juvia quien le dio todo el amor que necesitaba a Natsu, por su parte Lucy aún tenía secuelas y se quedo inconsciente en el suelo.

Al día siguiente se despertaron y lo primero que recordaron fue la loca noche que habían tenido, sin duda era algo que no podían contar al gremio pero que permanecerá para siempre en sus memorias.

— Estamos...en esa edad, ademas somos amigos...no hay que avergonzarse de ello — Erza estaba muy roja y nerviosa.

— Ah...Erza-san, si usted fue la que inició todo — Juvia picaba a la mujer que agacho la cabeza como disculpándose.

Tras esto, decidieron tomar el tren de camino a casa, ninguno de ellos dijo nada, tan solo miraban por la ventana o aprovechaban para echar una cabezada. Cuando llegaron, lo primero que fueron fue irse a casa a terminar de descansar, estaban hechos polvo pero por alguna razón no se sentían mal de aquello aunque no se atrevían a decirlo.

Natsu se tumbo agotado en su cama, no podía creer que Juvia tuviera aquel lado, que Lucy fuera tan pervertida y mucho menos que a Erza le interesasen esas cosas. Sin duda había descubierto muchas facetas de su novia y compañeras de gremio, algo que nunca pensó en que podía llegar a ocurrir pero tampoco era que le molestara aquella situación.

— Ja, ya solo falta que la siguiente sea Mira — pensó echando una risa que detuvo segundos más tarde por los dolores y fatiga que aún llevaba de aquella noche.

Natsu poco a poco fue cerrando los ojos hasta quedarse dormido al igual que el resto de sus compañeras y novia.

Continuara

En el próximo, Capítulo 16: Mira y su lado amoroso.

Nuestro Secreto(Navia)Where stories live. Discover now