Capítulo 7: A escondidas

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Juvia se despertó temprano y muy feliz, soltó el pobre muñeco de Natsu para poder estirarse desperezándose del todo. Abrió la cortina dejando entrar los rayos del sol, se dio una ducha, se vistió y desayuno mientras miraba el muñeco del dragon slayer con una sonrisa.

Mientras tanto, Natsu se preparaba para ir al gremio para escoger una misión pero fue corriendo para llegar antes a Fairy Hills y esperar a Juvia, la vio a través de una de las ventanas y de un salto alcanzo esta para luego entrar.

  — Buenos días Juvia— dijo saludando con la mano.

La chica casi da un grito al verle entrar, luego suspiro aliviada de que no era un ladrón.

— Natsu-sama no me de estos sustos— comento mientras sentía como su corazón volvía a latir con normalidad.

— Lo siento, he venido para que vayamos juntos al gremio— explico mientras se sentaba en uno de los sillones.

— Juvia piensa que...esto debería ser un secreto— decía cabizbaja.

— Si...yo también lo he pensado...al menos por ahora— Natsu imito el gesto de la maga.

— Juvia ha preparado galletas a Natsu-sama— la maga de agua quería cambiar de tema y le saco las galletas con forma de dragón y de la cara de este.

El chico se quedo mirando las galletas, los detalles estaban muy logrados por lo que debía haberle llevado mucho tiempo, el olor que desprendían era exquisito haciendo que a Natsu se le caiga un poco la baba.

— Tienen muy buena pinta, gracias Juvia...sama— susurro el joven sonrojado rascando su mejilla algo nervioso.

Juvia al escuchar aquella forma de hablar no pudo evitar sonrojarse, pero estaba feliz de ver que Natsu estaba contento con sus galletas. El mago comió unas cuantas y luego le dio una de ellas a la maga para que también comiera.

— Entonces...¿me voy al gremio?— pregunto el joven chupando sus dedos relamiendo las pocas migajas que quedaban.

— Sera lo mejor, Juvia quiere contarlo pero...— Natsu le puso un dedo en los labios para callarla.

— No hace falta que digas más, cuando pase un tiempo lo diremos a todos— acto seguido le dio un beso y Juvia cerro los ojos mientras recibía aquel beso.

Después de separarse el joven se despidió de la maga para irse al gremio, salto por la ventana y se marcho lo más rápido que pudo antes de que alguien los viera. Juvia se tocaba los labios, aquel beso fue tan dulce que se puso muy roja y a la vez feliz dando saltos de alegría.

Más tarde cuando la maga de agua llego al gremio vio a Natsu hablando con Erza y Lucy para luego ponerse a pelear como de costumbre con Gray. Se sentó en la barra a hablar con las chicas con las que se hablaba.

— Rival en el amor...Erza— saludo cambiando un aura maligna con Lucy a una amable con la pelirroja que nunca se daba cuenta de que pasaba con Juvia.

— Hola Juvia, ¿vas a declararte de nuevo a Gray?— pregunto la pelirroja.

— Juvia se ha cansado de perseguir a Gray-sama, Juvia quiere centrarse en ganar dinero para el alquiler— respondió suspirando y para que no sospechasen.

— Hola Juvia— saludo Natsu como si no se hubieran visto ese día.

— Hola Natsu...san, ¿peleando con Gray-sama como habitualmente lo hace?— pregunto ella sentada.

— Si, pero ya hemos parado o destrozaremos el local— contesto rascando su nuca.

Entonces el joven dragon slayer empezó a oler un aroma extraño, provenía de Juvia, era bastante fuerte y no sabía muy bien que hacer, sentía un calor en su cuerpo pero no era de su poder, más bien algo distinto.

— Natsu-san, ¿se encuentra bien?— pregunto ella acercándose un poco más.

Al sentirla tan cerca el olor se intensificó.

  — Haz que tomas una misión y ven a mi casa...Happy voy a casa un momento que he olvidado una cosa— dijo el mago a toda velocidad.

Todos miraron extrañados la actitud pero era Natsu, era algo olvidadizo así que no le dieron más vueltas y hicieron marcha. Juvia hizo caso y tomo una  misión para luego salir del gremio en dirección a casa de Natsu.

Cuando abrió la puerta allí estaba el chico que la zafo al interior cerrando luego la puerta para a continuación ponerla en la pared.

— Natsu-sama...esta ardiendo, ¿qué le ocurre?— pregunto ella mirando asustada al joven que jadeaba.

— Juvia...yo...— fue lo último que alcanzó a decir porque le dio un beso en el cuello para luego chupar su cuello, era un aroma tan dulce y tenía un sabor que nunca había probado.

Juvia dio un pequeño gemido al sentir su boca en una zona tan sensible pero no le desagradaba, su respiración se volvió jadeada.

— Juvia...deseo comerte— aquellas palabras hicieron enrojecer a más no poder a Juvia quien miraba que Natsu no parecía él.

Tomo al mago y lo empujó hacia ella, le dio un pequeño mordisco en la oreja y para luego poder hablar en su oreja.

— Juvia piensa que...Natsu-sama puede comerse a Juvia— susurro mientras deslizaba sus manos por la espalda del joven.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 8: Explicación 

Nuestro Secreto(Navia)Where stories live. Discover now