Especial 3-Paseo por los recuerdos(+18)

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La maga no recordaba con exactitud cuanto tiempo había pasado desde que Natsu y ella formaron una feliz pareja. Los recuerdos inundaron su memoria, parece que fuese ayer cuando se unió y acosaba a Gray. Cuando encontró refugio en Natsu, ese momento marco su vida de manera significativa. Ella contemplo al joven, estaba leyendo una revista tranquilamente con su taza de café al lado. 

En su mirada ya no había nada de aquel hombre del cual se enamoró, bueno si, su personalidad tan buena y generosa. Ahora se había dejado barba, el pelo algo más largo y ya no llevaba bufanda, ahora pertenecía a la siguiente generación.

—Natsu-sama—dejo caer en aquel tono tan cariñoso. Hacia mucho tiempo que no le llamaba de aquella manera.

—Juvia, ¿ocurre algo?—pregunto levantando la vista del papel.

—Juvia piensa que ha pasado mucho tiempo desde que empezamos a salir—contesto sentándose a su lado.

—Ahora que lo dices...si—esbozó una sonrisa y le dio un beso—parece que fue ayer...¡Ya sé!—dijo alzándose. La mujer no esperaba para nada aquel impulso—¿porqué no vamos a algún lado romántico?, un hotel por ejemplo.

Fue decirlo y salir a reservar las habitaciones en el hotel más lujoso de Fiore, gracias a los contactos y la fama del mago, no fue muy complicado adquirir una. Incluso obtuvieron una rebaja del precio. Cuando la maga entro, se quedo completamente embobada con todo el lujo que la rodeaba, parecía la casa de un millonaria, no es que estuvieran mal de dinero, pero nunca lo gastaban en cosas extremadamente lujosas e innecesarias.

—¿Qué te parece?—salió de la ducha con solo una toalla.

Juvia se mordió el labio, a pesar de los años, su marido no había perdido la forma ni mucho menos. Tenía unos abdominales dignos de un guerrero. Ella le dijo que esperase en la cama sentado. Había llevado algo para la ocasión.

—¿Qué estará tramando?—pensaba el mago secándose el pelo.

Salio a los pocos minutos con un pequeño vestido que apenas cubría sus partes, estaban solos tras mucho tiempo con sus retoños. Ella necesitaba un poco de cariño.

—Estas...preciosa—dijo con aquella sonrisa que tanto adoraba Juvia.

Se acerco lentamente, se puso encima suya y le rodeo con los brazos a la vez que lo besaba. Primero cayeron los pequeños besos, luego alguna mordida en el labio, Natsu acarició la mejilla de la joven mientras con la otra la pasaba por su espalda.

—Te quiero—susurro mientras se dejaba besar el cuello.

Aquel escenario era perfecto para ambos, solos, en una habitación con extravagancias de toda clase; lámparas de araña, una cama enorme, mesas de roble...lo tenían todo. Natsu fue descendiendo sus besos hasta alcanzar los pechos, no le resulto complicado debido al tamaño de estos. Juvia solo agarraba el pelo del joven, sentía aquellos pelos de su barba provocando un pequeños cosquilleo.

—Natsu...Natsu...—apretó el labio inferior debido al placer, no podía decir nada.

Él la tumbo ahora en la cama, le quito el vestido, demasiado había durado. Levanto las piernas en forma de v y hundió su cabeza sin dudar. La mujer dejaba escapar pequeños gemidos los cuales se iban intensificando con el paso de los minutos. Llegado al final, Juvia se quedo jadeando un poco, necesitaba recuperar el aire perdido. 

—Ha sido maravilloso—dijo con una gran sonrisa.

Ya algo recuperada, colocó al mago en el borde de la cama, se puso de rodillas y lentamente le quito la toalla que ya dejaba notar un gran bulto. Lo agarró suavemente, acerco despacio dando pequeños besos en la base para ir subiendo poco a poco. Natsu estaba rojo, a pesar del tiempo, le daba algo de corte, especialmente con Juvia mirándole a los ojos con aquella expresión de la cual solo él era el afortunado.

—Juvia...no tienes porque...ooh—sin previó aviso chupo la punta haciendo temblar sus piernas.

Su boca estaba caliente y húmeda, no podía dejar de gemir. Finalmente, tras unos minutos de caricias, dejo escapar aquel líquido blanco y pegajoso. Se limpió bien, agarró a Juvia para tumbarla. Era el momento, agarro el falo y lo introdujo entre las piernas de aquella mujer que tanto amaba.

—Juvia piensa...que puede ser un poco más brusco—la insinuación con la que la dijo fue tal que le hizo caso y comenzó las sacudidas con algo más de fuerza.

Por fin sus cuerpos fueron uno, Juvia ya no recordaba cuando fue la última vez que pudieron estar de aquella manera, aunque tampoco le dio muchas vueltas, solo quería disfrutar el momento con él, Natsu Dragneel.

Ambos cuerpos entrelazados y cubiertos de sudor, sintiendo la fuerte respiración del otro, mirándose a los ojos mientras dejaban escapar una sonrisa. Un beso cerró la noche. Juvia se recostó en su pecho, era duro pero a la vez blando, una sensación que solo puedes tener con tu pareja, tu media naranja.

—No ha estado mal—dijo Natsu cerrando los ojos.

—No, nada mal—los dos se echaron a reír.

A la mañana siguiente salieron a dar una vuelta por el centro comercial cercano. Tomados de la mano, no podían evitar recordar cuando eran más jóvenes y iban de un lado a otro. Era el momento de revivir aquella época. Fueron de tiendas, una tras otra, sin dejar ninguna mientras la mujer feliz y sonriente compraba algunos vestidos.

Lo peor por así decirlo, fue el regresar a casa. Natsu se cambió de ropa, les pillo la tormenta en mitad del camino. Encendieron la chimenea, se tomaron de las manos y se acurrucaron junto al fuego mientras las gotas de agua golpeaban la ventana.

—¿Cuando iremos a otro sitio?.

—La semana que viene mismos—respondió el dragon slayer.

Ahora que los niños eran mayores, tenían mucho más tiempo para ellos. Además de ganar mucho dinero gracias al puesto en el consejo de Natsu y los encargos de cocina que recibía la maga. Por no olvidar que tenía un par de pastelerías, a veces pensaba que Erza era quien le pagaba todo los gastos viendo la gran cantidad de pasteles que compraba al cabo del mes.

Natsu se quedo dormido en su hombro, estaba cansado de tanto viaje, ella le dio un beso en la frente y permaneció allí hasta quedarse dormida también. No sería el último viaje que harían para disfrutar el uno del otro.


Fin Especial 3

Nuestro Secreto(Navia)Where stories live. Discover now