9

8.9K 305 56
                                    

Quiero probar lo que mi mente me prohíbe, me suprime. Mis sentidos me atraían a ti, a tu olor a cigarros y a miel. Quiero sentirte con mis manos, comprobar que eres real. Y lo hago, te sujeto el lado de la cara y tú te inclinas en ella como si quisieras, cierras los ojos aguantando mi mano ahí, suspirando. Quería explorarte tanto como me mirabas. Y por el resto de la noche, olvidarme del pasado. Venimos del mismo dolor. Sólo quería permitirme sentirte esta noche.

Me acerco más, cerrando los ojos, tengo un mareo constante y los aprieto al sentir tus brazos rodeando mi cuello, y tu frente pegada a la mía.

"Como has estado" te pregunto, te susurro. Porque sé como eras, impulsiva. Ese era mi mayor miedo, que te hicieras daño.

"Mal" me dices elevando tu rostro, rozando tu nariz con la mía , suspiras.

"No quiero que estes mal" me dolía hasta acariciarte, mis manos ardían. Abrí los ojos y estabas igual, tu mirada no había cambiado. Con esa ansiedad de mi. Contigo las ganas nunca mueren y ahora mismo quería tenerte.

"Ya no sé nada" cerraste los ojos y sonreíste triste. Y yo me acerqué a ti tocando mis labios en tu piel, a centímetros de tus labios. Un roce se convirtió en un beso. Suave. Llegué a la conclusión de que yo tampoco sabía nada, no me importaba nada, solo tú. Tú temblaste y yo me separé para pedirte permiso con mis ojos. Tú respuesta fue directa. Esa noche a las 4 de la mañana, empezaste con una mirada desesperada y yo acabé con tu nombre marcado por toda mi piel.

Tus labios mojaron los míos, movías tu cabeza intensificando la presión de tus labios sobre los míos. Parecía que me iba a caer en algún momento, realmente te besaba y yo no me lo creía. Cerré los puños en tu sudadera, atrayéndote más a mi y respirándote. Tus manos se escondían en mi pelo y me empujaste hacia la pared golpeando mi cabeza en ella levemente. Me abrías la boca con tus labios buscando mi lengua, inclinándote para besarme más profundo, la desesperación era tan descarada. Te dirigiste a mi mandíbula, dejando besos abiertos, en los que tu lengua trazaba el camino y tus labios lo terminaban. Volviste a mis labios rápido con impaciencia, como si el tiempo fuera limitado. Y lo era. Tu cuerpo totalmente pegado al mío, tus manos apretando mi pelo.  Lo hacías tan húmedo, me encantaba tenerte así, no me di cuenta de que las lagrimas se me escapaban. De alivio, del sufrimiento que nos causaste. No sé si te merecías que volviera esta noche, pero no te pude evitar, necesitaba tenerte una vez más.

Andabas hacia atrás sin mirar, entre paredes yo te chocaba violentamente. Tu soltabas quejidos. Te cogía con más ganas en cada beso, te lamía sin escrúpulos, quería todo de ti. Eras tan gilipollas Nat, eso me enganchaba más a ti, pero me daba rabia a la vez, por desear a alguien así. Querías dominar los besos capturando mis labios, metiendo tu lengua, estampándome contra la pared. Yo jadeaba, me mareaba, no sabía si era por la falta de aire, por tu sabor, o por tu manera tan pasiva-agresiva de amarme.

Vi de reojo que estábamos justo en la puerta de nuestra habitación, ahí me hacías el amor todas las noches y a mi se me aceleraba todo de pensarlo. Ni lo pensé, te agarre de la mano y te tire hacia allí. Tu tiraste de mi cuando estábamos dentro, me miraste con los labios hinchados, rosados. Con la mirada inquieta mirando todas mis facciones, no perdías ni un detalle, no creías que estaba aquí contigo. Te cogí la cara para calmarte, dejarte saber que quería esto tanto como tú.

"Estoy aquí Nat" tu suspiraste y me abrazabas, besaste mi cuello muy suave y cálido. Eché mi cuello a un lado sintiéndote, mientras con tus manos me quitabas la chaqueta muy lento. Rozabas tus yemas de arriba a abajo por mi brazo causándome escalofríos, mientras seguías depositando besos que me volvían débil. Tu lengua lamia mi piel, tus dientes la raspaba, y tu respiración chocaba con lo mojado haciéndome temblar.

Albalia | Lost When You're Not AroundTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon