14

6.3K 219 22
                                    

Madrid. Noviembre. 2018

Seguía la noche y tu querías tenerme con las mismas ganas que yo a ti. Pero de formas tan diferentes. Vi tu rencor, también vi como intentabas mentirte, tenías un conflicto mental. Me devorabas mis labios con tu amor que quedó pendiente, te di todo lo que tenía y tu me ofrecías lo que quedaba de ti. Estabas rota. Tus ojos me miraban, me miraban como si fuera una pared, como si para ti no hubiera nada detrás de los míos. Como si tuvieras miedo de ti misma, de lo que podría pasar si me entregas todo tu amor, como lo hacías antes.

¿En que te he convertido Alba?

Me quedé ahí en nuestra cama apoyada en la pared, fumando mi tristeza a las 5 de la mañana. Solo quiero que mi mente, mi corazón pare de doler. Me odiaba a mi misma por volverte así, tu no eras así.

Esta claro que querías mentirme, tu forma de tratar mi cuerpo no fue la misma que antes. Querías reflejar que no me echabas de menos, que fue la atracción tan impresionante que teníamos que te llevo a pegar a mi puerta.

Todo lo que puedo hacer es mirar fijamente a la pared, en silencio con lagrimas que fácilmente caían. Y tu sigues ahi a mi lado, dormida. ¿Como puedes dormir tan bien? Y yo aquí intentando respirar. ¿Entiendes lo que es estar tan enamorada que no puedes ni respirar? Supongo que no, ahi estas en tu quinto sueño.

Me enfado y no has hecho nada, aunque en mi cabeza me has hecho de todo. Me monto películas y soy consciente, estoy mal de la cabeza, y de verdad que lo siento así. El amor me ha hecho perder la cabeza, mucho más que las drogas.

Me voy fuera a nuestro balcón, no puedo soportar mi propia paranoia. Y me consumo en más. Me enciendo el porro, se que no te gustan mis hábitos, te daban asco. Te lo juro que al principio fue por mi ansiedad, que no me dejaba vivir con normalidad, siempre presente. Siempre fue algo personal, algo que era muy mío y lo ocultaba. Pero algunas cosas son imposibles de esconder.

Quiero que las cosas duelan para saber que estoy viva. Que el humo de la hierba me queme la garganta. Que el cristal roto me corte al tocarlo. Que me muerdas el labio hasta sangrar. Solo quiero sentir algo.

Voy por mi sexta calada. Siento el calor rodeando mi cintura. Son tus brazos sujetándome. Cierro los ojos y suelto una risa para mi misma, soy tan idiota, pienso demasiado y me imagino cosas que no están ahi. Puta droga.

"Todavía fumas esa mierda" me susurras. Y no eran mis paranoias, realmente si estabas ahi.

"Cuando da la ocasión" digo tranquila, aunque el pecho me duela por tu cercanía.

"Y que ocasión es esta" me giro y pienso una respuesta. Me quedo segundos mirándote y las respuestas se me olvidaban, se largaban de mi cabeza. Puta droga.

"Que has vuelto, al menos eso quiero pensar" dije con miedo. Pero necesitaba escucharlo de ti, era mi forma de preguntarte si de verdad lo habías hecho.

Estábamos a medio metro apoyadas en la barandilla, demasiado lejos para ser nosotras. Tu miraste al cielo de la noche, estaba despejado, ninguna luna que nos pueda iluminar, solo las farolas.

"Estoy aquí ahora. No sé donde estaré mañana"

"No lo sabes, pero si sabes donde desearías estar, siempre se sabe eso"

Miraste el porro en mi mano, y me aguantaste con la tuya. "No vamos a tener esta conversación si vas a estar fumada" yo me frustré, me pasé la mano por el pelo y joder siempre igual. Lo apagué en el cenicero. "Gracias" susurraste con una sonrisa triste. Te quise coger la cara y borrarte esa tristeza con un beso, pero no fui capaz.

"Pues yo no se que quiero Natalia. Si te quiero, si eso es lo que querías escuchar. Pero me haces estar triste, me has hecho mucho daño" me confesaste. Volviste al tema.

La pena me comía por dentro, necesitaba sentirte. Nada más me consolaba en estos momentos. Toqué tu cara con suavidad intentando demostrarte que no quiero hacerte más daño, que nunca fue mi intención. Me acerco a ti y tu cierras los ojos por mi tacto. Eras tan preciosa que quise llorar.

Yo solo pienso que deberíamos estar juntas, Alba.

Junto nuestras frentes y tu aguantas mi mano en tu cara.

"Sabes que no es mi intención." No quise llorar por una puta vez, pero acabé empezando. "Yo solo quiero abrazarte, besarte, hacerte el amor. Quiero ir de la mano por la calle, cosas normales de dos personas que están enamoradas. No quiero seguir siendo un desastre. No quiero estar lejos de ti porque te quiero y duele cuando te vas." Tu negabas con la cabeza, con tu sonrisa triste.

"Natalia, para. Esto no es una historia de amor, no puedes siempre pintarlo todo bonito cuando no lo es" seguías negándome con la cabeza, ahora tus manos aguantaban mi cara, mirándome fijamente a los ojos.

"Entonces que es"

"No se lo que es" Me importaba una mierda que no lo fuera, yo te iba a seguir queriendo.

Te necesitaba. Y actué, toqué tus labios con mi pulgar, observándotelos.

"No me importa" dije negándote, con una sonrisa en mis labios.

"No me importa una mierda, solo quiero una oportunidad para demostrarte, quiero ser mejor para ti. Se que soy un desastre y cometo errores muy jodidos, se que tu vida a cambiado por culpa mía, joder que lo tenías todo y ahora trabajas en un sitio mierda, por culpa mía. Y yo lo se que es todo mi culpa, no pretendo pintarlo todo bonito, pero es que no sabes cuanto te quiero, no se yo...-" Notabas como me empezaba a desesperar y me paraste.

"Cariño para ya, yo ya lo se. Ya esta ¿vale?" Y me abrazaste. Me quedé en tus brazos llorando como una desgraciada y tu en los míos.
No puedo borrar tus heridas, las que te hice. O reescribir el pasado que nos persigue. Solo puedo abrazarte y decirte que "esta vez sera diferente"
--
Y al siguiente segundo estamos en otro momento. Joder Nat otra vez con tus palabras me ganas. Sabes exactamente cuales escoger para hacerlo.

Solo pienso en como luché por que sonrieras, por que ninguna lagrima se derramara por tu precioso rostro. Te quería hacer feliz a pesar de tanto desastre tuyo. Rompí cada pedazo de mi para que tu no te lo hicieras a ti misma.

Y ahora solo te pido que llenes lo que vaciaste. Me ahogué en el vacío y tu lo describías. Quiero que me cambies el rencor y la rabia por algo más sano. Te odio y te quiero, los dos te valen, pero a mi no. Quiero borrar nuestras miradas perdidas. Tus vicios. Tus mentiras. Tus golpes en la pared.

Ahora en tus brazos, nos desviamos a tu cama. Me sentaste en ti, tus brazos me rodeaban y yo me sentía segura porque tu eras todo, de verdad. El pozo encharcado de mis ojos me nublaba la vista y tu olías a tu vicio. Tu cierras los ojos y tu dolor también rodaba por tus mejillas, era constante.

Y decidí mandarlo todo a la mierda. Decidí confiar en tus palabras llenas de fantasias que creabas en tu cabeza. Pasé mis labios por el lado de tu cara, notando tu humedad por el camino, encontré lo que buscaba, tus labios que solo sabían besarme a mi. Y lo hice, con todo el dolor en el pecho te besé. Y sonreí cuando me correspondiste. Fue diferente, me había acostado contigo esa noche, pero este beso significó mucho más. Te capturé succionándote con todo el amor que me quedaba y tus manos temblaban en mi cara. Y yo te la estabilicé con la mía. Notaste mi lengua, como se posaba entre tus labios y la acogiste con ansias pero despacio. No sabía lo que sentía en la garganta, una presión, era el corazón que se me iba a salir por la boca. Te juro que no puedo describir, no hay palabras para lo que tengo ahora mismo.

Me di cuenta, Natalia.
Que al final del día tu y yo nunca íbamos a acabar. Y solo queda aceptarlo, entenderlo.

Este capítulo es el que le sigue al 9, que es el presente. La cosa va cada vez más intensa. Aunque se va a relajar después de esto, creo o tal vez no.

Albalia | Lost When You're Not AroundWhere stories live. Discover now