Changes.- /\ Sindrome de Estocolmo 2.- {David (Auryn)}

16. Hielo

>And that's why I'd rather be Jack.<

Esto no llega a resultar del todo incomodo, es más, con el aire frío -casi- nocturno agitandome el pelo hacia atrás, es hasta agradable, a pesar de la extraña compañía. Sarian estaba muy sumida en algún tema de conversación del que aun no me había enterado. Pero se la veía feliz.

Por otra parte, David no se separaba de mi lado, cuando me veía demasiado empanada me daba algún que otro codazo para devolverme a la realidad, y yo contraatacaba poniendole la zancadilla. Hermoso todo.

Hechaba en falta a María, ella ya tendría alguna razón para discutir, ya sea con Sarian o con cualquier otro ser viviente de la tierra. Me pregunto que hará tanto tiempo en el ordenador, está enferma. Pobre mujer, ella se pierde el andar sin rumbo en una situacióm incomoda, ¿qué hay mejor que eso?

Estabamos caminando por una acera casi desierta por la que nunca había estado, me encanta. Está todo lleno de árboles y muchos de ellos con una fina capa de nieve blanca. Me encanta la nieve.

-Y bueno... que esta mañana no te dignaste ni a decir adiós... -escuché la voz de David en un susurro que solo yo fui capaz de diferenciar

-No lo vi necesario.

-Uh, no te me pongas a la defensiva, fiera.

-Esta vez te diré adiós, prometido. - dije alzando la mano en signo de promesa

-¿Era la primera vez que os besabais? -soltó él de sopetón.

Me giré a verle con cara de ofendida

-¿Tú sabes lo que significa ser sutil?

-Mejor decir las cosas claras...

-Eres idiota

-Y lo sabes mejor que nadie. -dijo David esbozando una ligera sonrisa. -Pero enserio, se te vio nerviosa, te quedaste muy petrificada

-¿Ahora eres experto en analizar los comportamientos de la gente? -pregunté

-Eso deberías serlo tú, eres aquí la psicologa

-Sólo llevo un año...

-El caso, ¿era vuestro primer beso, o no?

-Pero realmente, ¿te importa? -volví a preguntar, ya un tanto molesta

-Sí. Me importa. -dijo con firmeza

Le miré de reojo

-Pues no entiendo por qué...

Él se rió para sí. Negó meneando la cabeza y me miró. Aún con la mueca divertida en su rostro

-Soy cabezota.

-Lo haces notar, tranquilo. -dije, siguiendole la corriente de la risa floja

Hubo un silencio por un momento.

-No le conozco mucho -siguió diciendo David -, pero a veces pienso que me gustaría ser como él

-¿Cómo quién? -pregunté, confusa por la afirmación repentina

-Como Brad.

Una cosa chiquitita se encogió en mi pecho.

-¿Por... por qué?

-Más que nada, porque te tiene como su novia. -dijo, sin ningún tipo de expresión facial -Y porque él ha tenido el valor se besarte, mientras que yo me sigo tragando las ganas.

-David, sutilidad, indirectas. Tú puedes, inténtalo. -dije intentando ignorar su comentario

Él se rió.