Changes.- /\ Sindrome de Estocolmo 2.- {David (Auryn)}

21. ¿Indirecta?

–Oye... David... –dije posando mi mano en su hombro. Él se giró a mirarme, aun con el ceño ligeramente fruncido.

Estábamos saliendo del hospital, un tanto incómodos por la situación. Sarian había decidido hacer noche con Brad en su habitación, para que no se quedase solo. Confió en Álvaro para llevar a Michael a su casa. Y ahora, David, Dani y yo íbamos hacia el coche del rubio, aunque el ambiente era realmente tenso. Hasta que no pronuncié esas palabras, nadie había abierto la boca. Dani iba bastante por delante de nosotros. La noche ya había caído en las calles de Londres, y el frío se multiplicaba. Demasiado para mi gusto.

–¿Qué ocurre? –respondió intentando sonar dulce.

Una ráfaga de frío atravesó la calle, haciéndome temblar. Me llevé las manos a los hombros para hacer un escudo contra el aire. Hice un esfuerzo por no tiritar, tendría que haberme traído la bufanda. David se tensó a mi lado.

–Hey, ¿tienes frío? –preguntó, casi en un susurro.

–No... no es nada, es solo que...¿te puedo hacer una pregunta? –dije, llevando mis manos a la garganta, para disimuladamente darme calor.

Me miró con cierta preocupación. Lentamente, elevó una de sus manos a mi mejilla y la rozó con el dorso. Un escalofrío me recorrió de arriba a abajo por el inesperado toque. De un momento a otro, noté que se me hacía un nudo en el estómago, y eso significaban nervios.

–Estás helada. –afirmó después de retirar su mano.

–Bueno, es que hace frío...

–Ten. Espera. –dijo tanteando en uno de los bolsillos de su abrigo de pluma. Ponía cara de concentración mientras buscaba. Al final, sacó un gorrito de lana y paró en medio de la calle para ponérmelo en la cabeza. Mientras encogía las cejas como una niña pequeña, el me recolocaba el gorro. –Mira tu por donde, te queda mejor que a mí. ¿Mejor?

Me llevé las manos a la cabeza para palpar el gorro; y para colocarmelo bien.

–Mucho mejor. –dije una vez terminé de acomodarme el pelo.

Me giré para mirarle, y tenía una sonrisa de bobo dibujada en la cara.

–Em... te quería preguntar... –dije sin poder apartar la mirada.

–Dispara. –dijo, y volvió la cabeza al frente. Aproveché para salir del trance y pensar bien las palabras para formular la pregunta.

–¿Sabes qué le pasa a Dani? ¿Por qué se ha puesto así al ver a Sarian? ¿Por qué ella dice que le conoce? –comencé a preguntar.

–Eh, tranquila, una por una.

–Vale... em, ¿qué le pasa a Dani?

–Está enfadado. E irritado. –respondió a él, mirando la parte de atrás de la cabeza de su amigo.

–¿Por qué esa reacción al ver a Sarian?

Él soltó un suspiro y negó divertido con la cabeza.

–No creo que lo entiendas.

–¿Por? Oye, que soy más lista de lo que parezco. –dije acelerando el paso, para seguir a su lado.

–No digo que no, pero es delicado. Cada cosa a su tiempo, pequeña. –dijo él sin apartar la vista del frente.

Me ha llamado pequeña. Le odio tanto que se hace hasta adorable.

–Entonces, sí que se conocen, ¿verdad? –seguí preguntando.

–Mira que eres insistente, eh. –dijo él dándome un ligero codazo. –Hay cosas que sabrás con el tiempo, o puede que no.