32. Excusas

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-¿Pero qué está pasando?- pregunté mientras miraba como salían corriendo.

-¡Que todo es una mireda!- gritó Paola.

-No, ahora lo contáis.- exigió Ana.

-¡Y qué hacemos con el niño!- preguntó María en un grito.

Paola dio un paso hacia Mike, pero Natalie se acercó a él con decisión.

-Creo que eres la que más tiene que ir a ver qué pasa. Me quedo con él dentro, tranquila.- dijo, y le dio una sonrisa tranquilizadora a Pao.

-Vale, ¡pero vamos, joder!- gritó Sarian y enganchó a María del brazo para arrastrarla con ella mientras corría

La tuvimos que seguir un poco a la fuerza. Blas iba el último, así que era nuestra imagen de referencia. Ana no dejaba de preguntar qué pasaba, y aunque yo también estaba deseando lanzar mil preguntas, me estaba empezando a costar cojer aire, por lo que iba jadenado. Aceleramos el paso cuando casi perdimos la silueta de Blas, y me dió flato. De pronto, aparecimos en una calle muy estrecha, y nos quedamos quitas, sin rastro de ninguno de los chicos.

-No pienso seguir corriendo hasta que me digais que mierda está pasando.-dijo Ana, jadeando.

-A ver-comenzó Sarian.-, la primera explicación; corremos para intentar encontrarles, porque Brad a salido corriendo detrás de Dani como un energúmeno.

-Ya, eso lo he visto-dijo muy obvia Ana-, pero, ¿por qué?

-Aquí viene la parte delicada.- dijo Sarian, avanzando por la estrecha callecita.- A ver, voy a resumirlo todo lo posible. ¿Sabeis de dónde viene Michael, no?

-¡No hace falta que nos cuentes la teoría de las abejitas!- grité frustrada.

-¡Que no, subnormal! A ver, Paola, cuéntaselo tú por Dios.

-No puedo.- dijo ella

-Me voy a cagar en ti.-replicó Sarian, y aceleró el paso.- Pues mirad, ella tenía novio; la violó y no volvimos a saber de él. Se quedó embarazada y no quiso abortar. Fin.

-Qué delicada eres macho.- se quejó María.

-¿Estás diciendo -intervine- que es Dani?

Nadie respondió.

-Por Dios, pero si Dani es como un gatito, no puede ni poner la sopa demasiado caliente a alguien.- comentó Ana.

-¡Joder, callaos!- gritó Paola.

Y nos callamos mientras seguíamos avanzando. Nos habíamos saltado un par de salidas mientras hablábamos, pero no quise comentarlo por si se volvían todas contra mí. Me iba el corazón a mil por hora. Me mordía el labio para intentar acallar el nerviosismo, y palpaba la pared con la mano por si había algún desvío. Pero, por suerte, vimos luz unos metros más allá, aceleramos el paso y corrimos.

Salimos a una especie de placita que tenía cuatro caminos distintos. Mierda. Sarian se llevó las manos al pelo y se lo apartó, mientras que las demás retomábamos aire de la carrera. Ya dije que el corazón de latía descontroladamente, pues, en un instante, se me paró de golpe a causa de un grito.

-¡Alto policía!

El grito se escuchaba por nuestra izquierda. Paola y Sarian se miraron un momento, y en seguida corrieron hacia el escándalo. El que gritaba era Brad, no había duda. Me quedé helada, sin poder reaccionar. Obviamente, no era por Brad; ni por Dani, aunque a él le correspondía una parte un poco mayor. Alto policía, eso. Eso lo gritaron los agentes cuando entraron en la casa hace dos años y supuestamente nos libraron del secuestro.

Changes.- /\ Sindrome de Estocolmo 2.- {David (Auryn)}Where stories live. Discover now