E06

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Seúl, Mayo 26/2013.


—¡Mierda hyung, apúrate!. —Jungkook apresuraba con malas palabras, a su querido Taehyung.

Estaba parado en el marco de la puerta jugueteando con la manilla de ésta, mientras esperaba impacientemente a que Taehyung terminara de vestirse.

—U-un minuto. —suplicó, intentando ponerse una camiseta blanca lo más rápido posible. —¡Ya estoy lis...

Sus palabras deteniéndose cuando él menor se acercó con rapidez, para intentar quitarle la camiseta que recién se había puesto. —¡Esa es mía!... —Lo encaró, levantando la prenda con toda su fuerza posible y dejando expuesta, la piel canela de Taehyung.

Él mayor se carcajeaba al forcejear. No quería que él azabache se saliera con la suya. —Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, Jungkookie. —agregó con una hermosa sonrisa rectangular.

—¡No!. —negó. —Lo tuyo es mío y lo mío, es mío. —alzó una de sus cejas al notar el leve enojo del castaño, estaba dispuesto a soltar una risita triunfante y sarcástica pero sus pies se enredaron con los del mayor, terminando por caer ambos en el frío piso de la habitación.

Taehyung cayó sobre su espalda y Jungkook, sobre él. Como la típica escena de alguna película de las grandes taquillas. A centímetros, no tenían nada que envidiarle a disney.

Él primero en romper el silencio fue él menor. —Viste, siempre nos pasa algo por tu culpa hyung, eres tan tan... imposible. —bufó. —Debería hacerte picadillo y lanzar tus restos por el puente para alimentar a los peces...

Taehyung frunció él ceño tras escuchar los alegatos y ofensas del pequeño. No reparando en los detalles, porque sus pensamientos estaban en otro lado.

Se sentía extraño.

inconscientemente llevó una de sus manos hasta la nuca de Jeon para internar sus dedos en las suaves hebras del cabello de éste. —Eres tan molesto... —señaló, empujando el rostro del menor contra su cálido cuerpo, hasta ubicarlo en el espacio libre de su cuello.

Las respiración de ambos agitándose, no obstante, todo era silencio. Los únicos sonidos que existían, eran los latidos de sus corazones mezclándose.

Yoongi entró en la habitación segundos después, lanzando un zapato hacia los dos menores que estaban en el suelo. —¿Debería cambiar el zapato por algo más duro?. —se cuestionó, acariciando su mentón con los dedos mientras los maknaes volvían a ponerse de pie. —¿O tal vez un poco de agua fría?... —murmuró él mayor de los tres, tras sentir las manos de Jungkook en sus hombros para girarlo y empujarlo hacia la salida.

Jungkook volteó su rostro para ver si Taehyung lo seguía. Sin embargo, él castaño aún permanecía estático en el lugar, observando las mano que antes había acariciado los cabellos del menor.

Algo no andaba bien, su corazón latía errático. Sus pensamientos se habían esfumado pero los recuerdos no, eran abrumadores y amenazaban con su tranquilidad. Aún podía sentir el deseo de abrazar a Jungkook, vivía de forma constante con aquello pero siempre, terminaba por convencerse de que amaba tanto al menor como amaba a sus hermanos, por eso no sospechó.

Lo dejó pasar.

Llevó la mano a su pecho y luego con la otra, desordenó su cabello para finalmente, lamer sus labios de manera sutil antes de alcanzar a sus amigos.

Al llegar a la pequeña sala, Hoseok se encontraba conectando la laptop con el televisor, de manera que todo se viera mucho más amplio. Querían disfrutar de ese momento, había trabajado tan arduamente que se merecían un poco de felicidad.

Namjoon tomó el control remoto para subir el volumen del televisor mientras Jimin, tecleaba con rapidez la url de la página web de la compañía.

Cuando al fin logró su cometido, llevó su espalda hacia atrás para apoyarse en el respaldo del sofá. Recargando su cuerpo sobre Seokjin, cuando Yoongi se les unió en su lugar.

Por otro lado, Namjoon y Hoseok se encontraban arrastrando un par de sillas, para acercarlas hasta el sofá. Dejando a Taehyung y Jungkook, sin más opción que sentarse sobre la fría alfombra.

Aún faltaban minutos para que la cuenta regresiva llegara a su fin y justamente por eso, se lo estaban tomado con demasiada tranquilidad.

Jungkook caminó tras Taehyung, quien se internaba en la cocina para coger la cajita del cereal y verter un poco en un recipiente.

"Hyung eres tan tan...". —soltó él mayor, intentando igualar el tono de voz del azabache. —¿Por qué me sigues, ah?. —cuestionó con falso enojo.

—¡Y-yo no te sigo!. —alzó la voz al sentirse expuesto. —También vine por cereal. —señaló, inflando sus mejillas y provocando que su rostro reflejara, un pequeño pero tierno pucherito.

Taehyung iba a contestar pero los gritos de los chicos en la sala, lo frenaron. Cogió entonces el gran recipiente y con su mano libre, tomó la mano del azabache para llevarlo hasta donde se encontraban los demás.

Esperando muy ansiosamente el trailer de su tan esperado debut.

Tal vez y sólo tal vez, sentirse extraño con Jungkook, no era tan malo como pensaba.



El otro mañana

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El otro mañana.

One day, One year | VKWhere stories live. Discover now