One day, One year | VK

E09

El video había sido lanzado a través de la plataforma musical del momento. A partir de ahora, ya nada sería dejado al azar.

La vida de los siete chicos comenzaría a brillar, no sin antes conocer la tan temida obscuridad, aquella que los haría crecer hacia un futuro por lejos inimaginable...

Seúl, Junio 13/2013.

—¿Ha vuelto a vomitar?. —preguntó Jimin a su mejor amigo. Acomodando su gorra de medio lado, para afinar los últimos detalles de su vestuario.

Taehyung suspiró profundo al mirar su rostro en el espejo. —No ha vomitado pero está bastante nervioso. —señaló mientras una de las estilistas volvía a peinar las hebras de su cabello. —Si te soy sincero, creo que me siento peor que él pero si dejo que me vea así... —se detuvo cuando visualizó al menor entrar en la pequeña sala.

Jimin asintió al comprender a lo que se refería Taehyung. De cierta forma, para nadie era secreto que él de piel canela influenciaba enormemente el actuar del maknae, por eso no era de esperar que éste reprimiera sus emociones en beneficio del menor.

—Estamos listos, ¿Deberíamos ir al escenario?. —preguntó inquieto él azabache tras colgar en su cuello, una extensa cadena con un símbolo monetario.

Taehyung se acercó al níveo para poder acomodar la camiseta que éste llevaba puesta algo desordenada. Escapando de la atención que los otros miembros tenían frente a las cámaras, para poder calmar sus propios nervios. Dejando al menor en compañía de Namjoon.

—Ahh... —suspiró él menor. —Siento que voy a desmayarme. —confesó, soltando una pequeña carcajada que llamó la atención de un camarógrafo. Aparatándose rápidamente para ir al lado de Hoseok.

Él hombre se dirigió de inmediato hacia donde se encontraban, deleitándose con el aire juvenil que emanaba aquella novata banda. Capturando en su lentes un breve registro del menor, intentando imitar la esencia del rap de su gran líder.

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Tiempo después comenzaban el ensayo de su primera canción, precisamente en el mismo escenario que harían su debut. No pudiendo evitar tener fallas, esas mismas que lograron superar tras realizar las pre-grabaciones, pero que sin duda no logró dejar conforme, al mayor de sus hyungs.

Decepcionado, confuso y triste. Así se sentía, Seokjin. No obstante, el afecto de sus hermanos y el cariño sincero del staff, lograron devolverle la fuerza y el coraje que necesitaba para volver a levantarse sobre el escenario.

Las cámaras iban de lado a lado, sin darles tiempo para tener un íntimo contacto. Comprendiendo que sus vidas comenzaban a cambiar, dejando atrás la privacidad pero teniendo en claro que había algo mejor a cambio. Un sueño que cumplir, una vida a la que aspirar.

Taehyung se vió con la cámara en su rostro al bajar, sin poder evitar sonreír a cambio por la atención. La grabación definitiva había sido un total éxito, por lejos mejor que la anterior. Estaban entusiasmados, sabían que no sería fácil pero no les importaba aguantar un poco más. Con esa misma convicción se fueron a su hogar, anhelando el siguiente día. Tenían una segunda presentación y todo debía salir perfecto, superior al primer día. Así lo habían preparado.

Jungkook se removió entre las sábanas de su cama, estirando su cuerpo muy perezosamente para empujar de paso a Taehyung.

—¡Hey!. —exclamó en reclamo. —Deja ya eso, no dormiré contigo hoy. Siento mi cuerpo cansado, necesito espacio. —mencionó mientras se sentaba en la orilla de la cama.

—Hyung, yo necesito espacio todos los días pero a ti te vale mierda. Podrías cansarte más seguido. —recriminó en tono de burla, recibiendo un golpe suave en sus costillas.

—Mañana será genial, Jungkookie. Sé que tal vez no seamos el mejor grupo del mundo pero... si nos esforzamos, quizás algún día podamos ser el más importante. —profirió, alzando una de sus manos hacia el techo, como si pudiese tocar el cielo. —Tenemos una oportunidad, sólo una. Debemos hacer lo posible por brillar más que las otras estrellas...

Jungkook asintió bajito, acomodándose en la cama para sentarse al lado de su hyung. Llevando sus brazos alrededor del cuerpo del mayor para darle un reconfortante abrazo. —Si estoy con hyung, soy feliz. Brillaremos Taehyung, te lo prometo. Voy a esforzarme el doble por cumplir tus sueños, los míos y los de los chicos, trabajaré duro. —finalizó, apartándose del abrazo con una sonrisa que atrapó al mayor.

Su corazón latía de manera diferente, tanto que no podía compararlo con ningún otro sentimiento. Tan extraño, tan llamativo y nuevo, que no pudo evitar posar suavemente sus labios sobre la frente descubierta del menor, depositando un pequeño beso lejos de toda carga sexual. Puro, sincero, como el de dos personas que comenzaban a experimentar un sin fin de emociones que no hacían más que alborotar sus corazones.

Jungkook cerró los ojos ante el sutil contacto, abriéndolos cuando sintió los labios de Taehyung apartarse. Volvió a sonreír, esta vez mirándolo a los ojos, conectando desde lo más profundo aquello que pedía a gritos ser silenciado.

—Estaré siempre a tu lado, aunque fracasemos o triunfemos. —agregó él canelo, tragando un poco de su propia saliva para luego ponerse de pie.

Mañana tenían un día difícil, pasado sería aún más duro, la semana ni siquiera podía imaginarse. ¿Y los años?, los años sólo dejarían al descubierto que para ser grandes, era necesario caer, parase y repetir el ciclo.  Sólo así encontrarían el real sentido de sus vidas.

Publiqué algunos prólogos de nuevas historias, por si les interesa. Mañana actualizo el siguiente capítulo que queda pendiente. La historia agarró vuelo así que gracias a quienes la han recomendado :)!