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Seúl, Febrero 12/2015.


Jungkook se apegó con sus pocas fuerzas al cuerpo de Taehyung. Enterando las yemas de sus dedos en la espalda, como si su vida dependiera en ese momento de aquello. Él mayor por su lado, deslizaba su mano por la piel expuesta del menor, internándola por debajo de la camiseta para acariciar el costado de su cadera.

Taehyung sabía que quería ir más allá. No le bastaban las caricias que compartía con él azabache, no obstante, era capaz de entender que debía aprender a ser mucho más considerado, si no quería perderlo de manera definitiva.

Ahora sus cuerpos total y absolutamente desnudos, bajo las sábanas de una cama recién estrenada, confinaba aquel secreto que ambos compartían y que nadie era capaz de divulgar. Un secreto a voces que poco les importaba aclarar con el resto de espectadores, cuando entre ellos mismos no eran capaces de ser sinceros.

Taehyung tomó ambos miembros en su mano mientras las boca de Jungkook se abría para soltar un fuerte suspiro. Uno que se asemejaba a la mezcla viva de una pasión nueva y desconocida, pero con toda la emoción que dar estos nuevos pasos les permitía.

El roce de sus intimidades causaba unos deseos incontrolables por soltar aquellos extremos de sus máscaras qué, con años habían esculpido pero que pese a todo el sentimiento contenido en mantenerlas, no había cabida para los juicios que causaría el despojarse de ellas.

Él mayor volvió agitar con más rapidez ambos sexos. Logrando que los dulces jadeos de menor, se mezclaran con un acelerado resuello qué daría paso a la creación de una nueva y única melodía, contenida entre las cuatro paredes de la habitación.

Jungkook apretó con su mano el hombro de Taehyung, como si tratase de sostener toda su energía en aquel agarre. Su cabeza elevándose a medida que las sensaciones aumentaban de intensidad, mientras sus ojos se cerraban para disfrutar aquello que le entregaba única y exclusivamente, él castaño.

Su cuerpo apegándose de manera inconsciente al del mayor, llevando sus brazos tras la nuca mientras los movimientos de aquella masturbación, se aceleraban con la maestría de quien la ejecutaba.

Jungkook rasguñando los delgados pero fuertes hombros del mayor, continuando con toda la extensión de la esculpida espalda. Mordiendo con fiereza los labios del contrario cuando se hallaron en un último beso.

El orgasmo del menor estallando entre sus cuerpos, seguido por el del castaño que no tardó en acotar la distancia para recibirlos. Los ojos de ambos cerrados mientras regulaban sus respiraciones y calmaban sus palpitantes corazones, de un creciente amor no comprendido.

—Esto es asqueroso. —tomó la palabra él azabache tras abrir los ojos y tomar entre sus manos su camiseta, limpiando de ese modo los restos del sexo practicado, que decoraba su cuerpo.

—No te escucho ninguna clase de queja cuando lo estamos haciendo. —se burló él mayor.

—No hablo de eso... —respondió tras emblanquecer sus ojos. —Es sólo que no me gusta sentir que estoy pegajo...

Fue silenciado por un beso del mayor.

—Deja de quejarte, arruinas las cosas Jeon. —acusó Kim. —Siempre tienes que volverte tan irritante después de hace... ¡Olvidalo!, iré a bañarme. —abandonó la cama para luego recoger sus prendas del suelo y vestirse con gran agilidad. —Voy a agradecerle a los dioses por el día en que no te escuche alguna palabra de fastidio y podamos tener un momento, real...

Jungkook tomó asiento en su cama sin notar como su ceño se fruncía tras las palabras del mayor. Llevaban tiempo discutiendo lo mismo, sin lograr resolver el trasfondo de todo. —Es sólo una ayuda para disminuir la necesidad sexual, Tae. Sabes que es mucho más fácil así, no sé por qué te lo tomas tan personal.

—¿Eres idiota?. —cuestionó con cierta sonrisa sarcástica. —Tal vez sería mejor que te acostaras con una chica. Tal vez así no te sientas tan asqueado por estar con alguien de tu mismo sexo. —alzó un poco su tono de voz. —Necesidad sexual...

—¿Qué me estás tratando de decir?. —le cuestionó. —Sabes que me sentiría igual, no tiene que ver con que si es una chica o eres tú. —intentó aclarar. —Es sólo una necesidad por sentir mi cuerpo limpio. Además, tú...

—¿Yo, qué?. —inquirió con la mirada desafiante.

—Tu siempre quieres permanecer así después de... eso. —recriminó él menor. —Desnudos, abrazados. —hizo una pausa antes de continuar. —Y-yo simplemente n-no puedo con eso, con tanto. —tropezó con sus palabras. —Me abrazas y quieres dormir así toda la noche, y yo sólo sé que necesito sentirme limpio y dormir solo porque no es mi espacio Tae, Namjoon-hyung también duerme en esta misma habitación. —le recordó con un bonito rubor en sus mejillas pero sin alejar la molestia de su rostro.

Taehyung restregó su rostro con una de sus manos mientras tragaba un poco de su propia saliva para disipar en parte su disgusto. —Sé que puedo ser empalagoso Jungkook pero... ¿Qué necesidad hay de atrasar lo inevitable?.

—¿De qué hablas?. —preguntó, abriendo sus ojos de manera expectante.

—Hablo de nosotros, Kook. Llevamos un tiempo en lo mismo, hablamos a medias, hacemos nuestras cosas a medias, incluso la sexualidad tiene piedra de tope. —dijo tras suavizar su voz. — ¿Cómo se supone qué vamos a avanzar si damos un paso y retrocedemos diez?.

—¡No quiero!, no quiero tener sexo, Tae. —le contestó de inmediato. —Siempre todo en nosotros se resume a eso, sexo. No me siento preparado para ir por eso. No, cuando ni siquiera tengo claro de querer que sea contigo... —silenció su boca de forma abrupta cuando supo que había elegido las palabras inadecuadas.

Taehyung lo miró con decepción, con los ojos brillantes de tristeza contenida y con el suficiente orgullo para avanzar hasta la puerta cuando el menor se levantó de la cama para ir en su búsqueda.

Otra vez palabras incorrectas, palabras no dichas y un corazón más que roto. No era primera vez que llegaban a discutir sobre el tema pero si la primera en la que se hacía una grieta entre ambos.

—N-no... Tae... —susurró entre lágrimas cuando él mayor no volteó tras salir de la habitación. —L-lo siento. —murmuró al llegar al umbral de la puerta, dejándose caer en el suelo con las manos cubriendo su boca y mientras las lágrimas empapaban todo su rostro.

Sintiendo de pronto, unos cálidos brazos envolverlo tal como la primera vez que lloró al extrañar a su familia, o como la vez en que no pudo obtener la nota que quería, o aquel día en que sentía que no debutaría en el grupo.

Yoongi estaba ahí para sostenerlo una vez más como el hermano en el que se había convertido, pero ahora más que nunca como el amigo que necesitaba hacerlo despertar poco a poco.

Era el primer quiebre de varios, de un año de muy malas decisiones para ambos.

—Escuché en parte la discusión, ¿Quieres hablar?. —interpeló él mayor con sumo cuidado.

Sonriendo enternecido cuando él pequeño azabache asintió en respuesta.



Sonriendo enternecido cuando él pequeño azabache asintió en respuesta

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Siento la hora, siento la espera. Siento todo lo que nos espera 😪✌️

One day, One year | VKWhere stories live. Discover now