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La primera estocada fue lenta, así cómo las que siguieron después y cuando encontró el ritmo, entendió que Jungkook era la persona correcta en su vida. Quería un mundo con él, por muy difícil que fuese.

Jungkook por su lado, no podía entender cómo Taehyung lograba hacerlo sentir siempre bien, era su lugar seguro en el mundo, nadie podía decirle lo contrario. Su querido hyung jamás le haría daño porque los ojos del mayor, siempre estaban puestos en él. Lo sabía, era consciente de eso, por esa razón quería que él castaño al fin se convenciera de que se había entregado por amor y no por otra razón, le haría llegar sus sentimientos aunque las palabras no saliesen de su boca.

Taehyung continuó el ritmo siendo preciso al rozar aquellos rincones que había descubierto que a Jungkook más le gustaba. Sentía que las emociones le explotarían en el rostro, estaba descubriendo y memorizando las reacciones de Jeon a medida que, intensificaba cada uno de sus movimientos. —Cielos... —murmuró tras vislumbrar el rostro del azabache enrojecido por el calor. —Eres hermoso... —se atrevió a decir cuando una lágrima del menor decoraba una mejilla.

Retiró aquella lágrima y lo besó, Jeon no era bueno con las palabras pero podía sentir a través de esa cálida sonrisa cómo le traspasaba sus sentimientos, haciéndolo sentir seguro de que le quería.

Aceleró sus movimientos cuando el cuerpo de Jeon se arqueaba de placer, y suspiró pesado cuando las paredes internas aprisionaron su miembro causándole una doble satisfacción que, fue clave para culminar aquel acto.

Sus cuerpos sudados y cansados dejándose llevar ante la parsimonia del orgasmo que ambos tuvieron. Era la expresión máxima no sólo de placer sino que, de un cariño contenido que ambos se habían negado a demostrarlo más allá.

Taehyung se acomodó a un costado de la cama, intentado calmar su respiración mientras Jeon lo abrazaba de costado, apoyando su cabeza en el pecho del mayor para comenzar a recibir gustoso algunos masajes en su cabellera.

El primero en romper el silencio fue él menor. —Tengo un poco de sueño, estoy cansado. —suspiró pesado mientras cerraba los ojos y disfrutaba de la calma que le producía estar así con su hyung.

—¿Debería apagar la música? —preguntó y él menor asintió en respuesta. Por lo tanto, Kim, hizo caso al petitorio y apagó la luz del velador que aún permanecía encendida. —Buenas noches Ggukie... —musitó dejando un beso en la cabellera del menor.

Jungkook sonrió ante aquel gesto y se aferró aún más al cuerpo de Taehyung para dormir tranquilamente. —Buenas noches, TaeTae. —pronunció, volviendo a cerrar los ojos para descansar.


Seúl, Junio 18/2015.


Al otro día, las cosas se sentían extrañas. No por lo sucedido, más bien por las secuelas de aquella intensidad.

Taehyung jugueteaba con los cabellos de Jeon, haciendo círculos para luego desenredarlos. —No quiero levantarme, ¿qué tal si nos oyeron anoche? —preguntó él azabache con temor a la respuesta.

¡Dios, Jungkook! Tu habitación está apartada de todas las demás, es imposible. Estas al final del pasillo. —se carcajeó causando la risa del menor, quien había relajado su ceño al disipar su inquietud.

—Tienes razón. —sostuvo. —De todas formas no quiero levantarme hoy. —observó que Kim no llevaba puesta la misma ropa.

—Deberías ir a bañarte mientras preparo el desayuno. —le sugirió él mayor mientras se sentaba en la cama.

—¿Qué hay de ti? —cuestionó alzando una de sus cejas. —, también necesitas bañarte.

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⏰ Última atualização: Dec 14, 2020 ⏰

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