E07

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Seúl, Mayo 30/2013.


Los nervios estaban de punta porque entrenar para ellos, nunca era más que suficiente. Se sentían inseguros, como si no encajaran en ningún lado de ese frío mundo.

No es que ellos dudaran de su talento, más bien todo se resumía a los altos estándares que exigía la industria. No sabían si serían capaces de derribar esa barrera, pero estaban seguros de que harían su mayor esfuerzo para lograrlo.

Tenían claro que su fuerte no era del todo el baile (para algunos) pero por esfuerzo no se quedaban atrás. Tenían otro tipo de cualidades que los hacían ser únicos y originales, o al menos eso querían creer.

Quedaban sólo un par de días para ver que les deparaba su futuro y si la vida les sonreía, llegarían a ser del montón pero si las cosas no resultaban como lo esperaban entonces, los sueños de todos se reducirían a cenizas.

Para ellos era difícil apuntar más alto que eso, tenían todo en contra. No eran el típico grupito al que papá le componía las canciones y las convertía en grandes exitos con sólo chasquear sus dedos, no. Eran de los que con mucho esfuerzo componían su propia música para poder romper así, los estatutos y marcar las diferencias.

Para su suerte, se tenían los siete. Se habían convertido en más allá que un grupo de compañeros luchando por él mismo sueño, eran definitivamente una peculiar y bonita familia. El tiempo les había jugando a favor, fortaleciendo sus lazos de amistad y hermandad de la cual carecían los demás.

Quizás el vivir juntos los había llevado a ese nivel de confianza y complicidad de la que sólo se podían jactar ellos, o tal vez se trataba de encajar las piezas en el momento exacto de sus vidas.

Sea cual sea la respuesta, el debut ya estaba al otro lado. Por lo tanto, no había tiempo para holgazanear. Tenían que ensayar sin piedad para que todo saliera perfecto.

Habían dudas, claro. Park Jimin había llorado más de la cuenta porque sentía que era a quien más le costaba mantenerse estable vocalmente mientras bailaban.

Namjoon y Seokjin, se abrumaban al no tener las mismas cualidades de baile que los demás pero eso, era sólo cuestión de tiempo. Se lo repetían a diario, animándose los unos con los otros para lograr transformar las penas en alegrías.

Ahora todo se había tornado mucho más estresante. La presión que sentían, los habían convertido en fuentes de nerviosismos andantes y eso, había complicado las cosas.

Jungkook se encontraba vomitando en el baño, arrodillado sobre la baldosa y con los brazos apoyados en el borde del retrete. Soltando maldiciones y quejándose cada vez que devolvía algo de su cuerpo.

En una posición similar se encontraba Taehyung, quien acariciaba de arriba a abajo la espalda del menor y apartaba su cabello del rostro, al encontrase un poco más atrás.

Jungkook volvió a vomitar. Tomando un poco de papel higiénico que le ofrecía él mayor para limpiarse, lanzándolo luego en el basurero. —Vete, hyung. Estaré bien... —farfulló sonando muy poco convincente.

Taehyung negó volviendo a repartir un par de caricias en la espalda del menor y carcajeándose de paso para disipar la tensión. —Sabes, no suenas nada bien pero da igual. Hyung estará contigo hasta que te sientas mejor. —señaló, dejando un pequeño apretón en el hombro del azabache.

Jungkook bufó fuertemente mirando al castaño que le sonreía de forma tan dulce y sincera. —Eres un grano en el cu... —no logró formular sus palabras tras volver a vaciar su estómago por última vez. Suspiró vencido, llevando su espalda hacia atrás para ser recibido por el cuerpo de Taehyung que seguía en la misma posición de antes.

Él mayor llevó una de su mano hasta la espalda del menor y con la otra se dedicó a repartir masajes sobre la cabellera de éste. Él azabache por otro lado ya se había rendido, dejándose envolver por aquellas caricias que aunque lo negara, en el fondo le gustaban.

—Estoy agotado... —susurró. —Tengo miedo de no hacerlo bien, TaeTae. —terminó de confesar.

—Eres brillante Jungkookie. —indicó. —Como la estrella más amada del gran universo. Lo harás excelente, no tengo dudas de eso. —sonrió él mayor.

—Eso lo dices porque somos amigos. —acusó mientras fruncía el ceño.

—Eres mi favorito. —agregó mientras acunaba al menor. —Lo digo como la persona que te admira y que cree en ti mas que cualquier otro. No como un amigo o familia, más bien como Kim ve a Jeon. —admitió con seriedad.

Jungkook sintió su corazón acelerarse pero quiso atribuirlo a los reflujos que aún tenía tras vomitar. —T-tu también eres mi favorito hyung. —tartamudeó, dejándose abrazar por la seguridad que emanaba Taehyung y cerrando los ojos, tras dejarse vencer por el cansancio acumulado.

—Eres mi pequeño gran tesoro... —musitó bajito él castaño, cuando él menor ya no era capaz de escucharlo.



Se nos viene el debut y ya somos +4K

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Se nos viene el debut y ya somos +4K. Mil gracias, uds son mis personas favoritas 💜

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