Capítulo 21

2K 218 8
                                    

Había pasado los mejores días en una ciudad tan bonita junto a mi adorable actor, que de mi boca sola podía dibujarse sonrisas de felicidad.
Miro con detenimiento el anillo que él mismo me entregó pidiéndome casarme con él.
Y sí, estoy más que segura que quiero ser su esposa.
De pronto el avión empieza a aterrizar, noto un malestar en mi pecho. Es como un mal presentimiento anunciándome que algo malo me va a ocurrir.

Horas después, llego a casa y lo primero que hago es abrazar a Marina comiéndomela a besos. Seguido abrazo a mi tía y a mi abuela mostrándoles el anillo de compromiso que me ha regalo Héctor.
Tanto mi tía cómo mi abuela se alegran por mí, el haber ido tras Héctor y poder discúlpame con él, pienso que ha sido el principio de dejar atrás mis inseguridades y creer firmemente en él y lo que me hace sentir.

Agotada por el viaje, me meto en la cama no si antes volver a llamar de nuevo a Héctor para decirle que he llegado bien.
Su móvil suena apagado.
Empiezo a preocuparme, pues este mal presentimiento flota aún por mi pecho.

Intento dormir un poco, cuando de pronto mi abuela alterada me hace levantarme.

— Abuela, ¿Qué pasa para que no me dejes dormir?

— Levántate, Damián quiere hablar contigo. — Me levanto colocándome un poco el pelo, me lavo los dientes y tras estar un poco presentable me dirijo hacia el salón donde se encuentra Damián hablando con mi tía Francisca.
Al verme, Damián se centra en mí. Apenas atina a pronunciar palabra de la misma preocupación que muestra.

— Alba, antes de nada me gustaría saber cómo te ha ido tú viaje y las cosas con Héctor, a pesar de las malas intenciones de Bianca.

— Bien gracias.
Todo entre Héctor y yo está bien. De hecho hemos quedado en dos semanas en volvernos a vernos para casarnos. Y sobre Bianca, estoy dispuesta a enfrentarme a ella. —Damián se acerca hasta a mí agarrándome de mis manos me comunica que Héctor ha tenido un accidente y está grave en el hospital.

Me quedo de piedra al enterarme lo que ha ocurrido con Héctor.
Una pequeña lágrima acaricia mi mejilla. No puedo dar crédito a lo que escucho.

— Pero...cuando ha sido...

— Hace un par de horas, ha sido durante el rodaje.
La policía ya se ha puesto ha investigar para saber qué ha ocurrido.
Yo voy ahora mismo hacia México para verlo. ¿Me acompañas?

— Eso no se pregunta. Vamos.

De nuevo estaba montada en el primer avión que salía para México.
Estaba alterada, preocupada y nerviosa por Héctor.
Sin poder quitarme de la cabeza si algo malo le hubiera ocurrido.

Hasta que no lleguemos al hospital y hablemos con los médicos no supimos del estado de Héctor.
Al parecer había sido operado, la clavícula se la había partido y la tibia.
Sin embargo, lo que más me dejó preocupada es saber de que Héctor se golpeó la cabeza.
De momento en las pruebas estaba todo bien, debíamos de esperar hasta que se despierte para que los médicos evalúen su estado.
Noté como mis piernas flaqueaban, mi llanto era insostenible y la amargura de saber lo ocurrido con Héctor me apenaba cada vez más.
Lloré en el hombro de Damián pensando en Héctor rezando por su salud.

— ¿Quieres un café Alba? — Me pregunta Alois, los cuales habían llegado un poco después que nosotros.

— Sí, gracias. — Desvíe mis ojos hacia la habitación donde se encontraba Héctor. De momento no podíamos verlo, la incertidumbre de no poder verlo araña mi corazón.

— ¿Qué haces tú aquí? — Me volteo para mirar a las dos mujeres que se encuentran paradas enfrente mío. Una es Bianca y la otra me suena su cara pero no sé quién es, en estos momentos no estoy como para pensar donde la he visto.

La Obligación de Quererte Where stories live. Discover now