Capítulo 23

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Había llegado el momento de comenzar con mi batalla para recuperar a Héctor.
Hace días que llegué México junto a mi hija. Nada más llegar, me reuní con Manuel, el manager de Tania se estaba encargado que fuera yo quien la sustituyera en la nueva telenovela a pesar de no haber terminado la carrera. Pero eso daba igual.
Aquí lo que cuenta es que voy a ser actriz grabando una telenovela por enchufe.

Había estudiado a la vez haciendo todo lo que Tania me decía.
Había trabajado como modelo de perfumes, bisutería y ropa para dos de las mejores  marcas.
En estos meses, los cuales he permanecido alejada de Héctor, he aprendido muchas cosas.
Una de ellas, es que el amor no se elige, te elige. Dado que un día llego a darme cuenta que me resulta muy difícil estar lejos de él. Sin embargo, cuando estoy junto a él pienso que dentro de un rato se irá y es ahí cuando lo beso con tanta pasión como si con ese beso cargado de tanta pasión pudiera conseguir parar el tiempo, o mejor aún. Darme más minutos con él.
Ahora que he comprendido que el amor ya me escogió, solo tengo que dejarme llevar por estos sentimientos para hacer lo posible por recuperarlo.

Miro como aún duerme Marina, aún es temprano para despertarla. Llamo ha Leticia, la encargada de cuidar de Marina cuando yo estoy trabajando.
Nada más llegar Leticia, le doy instrucciones de lo que tiene que hacer, y después me marcho para los estudios de grabación.
Estoy deseando de llegar a los estudios, me siento hasta excitada de saber que en este rodaje besaré a Héctor, lástima que no lleguemos a más.
Bueno eso se saborea mejor en la intimidad, que una es muy vergonzosa.

Nada más pongo un pie en los estudios, me encuentro con algo que no contaba.
Bianca.
Y ahora que es lo que trae en el pico para que venga hacerme una visita.

Subida en sus taconazos, vestida con un vestido color pistacho el cual le sienta hasta bien.
No si lo que yo te digo, dios le da mocos a quien no sabe sonarlos. Al menos ese el dicho que me dice mi abuela.

-— Vaya, vaya, ¿Pero que ven mis ojos? -— Más falsa no la he visto, juro que me vengaré arrancándole la cabellera para hacerme una fregona.

-— Un ovni no soy desde luego, en todo caso soy tú peor pesadilla. -— Bianca se ríe son ganas a la vez que me muestra una mirada brillante de maldad.

-— ¿Qué piensas Alba, que con servirle de títere a Tania vas a poder acercarte a Héctor?

-— Yo no soy la marioneta de nadie. Y si algo tengo claro es que voy a recuperar a Héctor, al parecer él sí que es un títere en manos de su madre y tuyas.

-— Yo solo hago lo correcto. Y si Damián firmó hace años ese acuerdo para que nos casemos Héctor y yo para unir nuestras fortunas, debo de respetar lo que se aprobó aquel día.

—- Maldita perra, te estás aprovechando de lo que le sucede a Héctor para salirte con la tuya. Demasiado sabes que Damián quedó en la ruina, ¿A qué vienes ahora con estas? Responde Bianca, después de lo que le hiciste.
¿Acaso no tienes vergüenza?

-— Te voy a dar un consejo Alba. Aléjate de Héctor, él no es nada tuyo, salvo el padre de tú sobrina, porque ni tú hija es. Sólo fuiste para Héctor una distracción mientras intentaba olvidarme.

No puedo soportar lo más, me abalanzo sobre ella cogiéndola de un gran collar que le cuelga. Directamente, la miro a los ojos conteniendo la rabia que fluye por mis venas, le hablo bien claro para que no meta en todo esto a mi hija. Volviéndole a repetir, por si se le hubiera olvidado que amo a Héctor y haré lo posible para demostrarle con que dos arpías vive.

De pronto veo que mira por encima de mi hombro comenzando a lloriquear. Me pregunto que le sucede a esta imbécil para que se ponga así.
La respuesta estaba a tan sólo unos pocos pasos por detrás mío.
La voz de Héctor hizo que me quedase con las ganas de darle un bofetón a la tonta esta.
Con lo que no contaba era con la reacción por parte de él.

La Obligación de Quererte Where stories live. Discover now