❛Final❜

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Había llegado el tan esperado 31 de diciembre, el año viejo se va. En mi casa matábamos las horas bebiendo caña, hablando paja, tirando los fuegos artificiales en los que se nos fueron diez quincenas, y escuchando por la radio a Freddy Ibañez Pereira haciéndonos llorar con sus doce uvas.

Estaba prendiéndole un veinte colores a un primito antojao, yo tenía más carajitos parientes de los que se puedan soportar y cada uno andaba con juegos diferentes. Unos tenían prendidas unas estrellitas, otros andaban atrás del culo mío para que les prendiera los benditos colores y los fosforitos. Solamente habíamos dos mayores de edad entre esa retahíla de primos, y el otro andaba kike ayudando en la cocina, pero desde la ventana lo podía ver pegao en el teléfono haciendo un coño. Así que aquí estaba yo después de que mis tías me jalaran bolas para "apoyar a mis primos" con los fuegos.

— ¡Vamos a prender las abejitas!-sugirió uno de los chamitos.

— ¡Mejor el mata-suegras!

Sonreí emocionado por prender aquel bichito que sonaba hasta la otra cuadra cuando lo prendían, por fin a salir de estas marisqueras y a prender los fuegos de verdad.

— ¡Yo quiero el cohete!

—No, ese es para después de las doce, relaja ese culo...-lo detuve.

Saqué de nuevo los fosforos pero mientras ellos corrian hasta el patio trasero, sonó mi teléfono por la llegada de un mensaje.

Namjoonaiker:
Todavía hay chance de que te llegues, no es tarde. Dale fuego. 11:21pm

Lo pensé unos momentos. De verdad iba a agarrar tremenda arrechera conmigo mismo si rompía la tradición del 31 con mis convives, me iba a reprender durante todo el año si no iba. Pero también me daba medio vaina ir para allá, a verles las caras nada más será, porque sentía que al llegar no les iba a dirigir la palabra al acordarme del peo aquel.

Pasaron como diez minutos en los que me decidí por salir. Iba a caminar un rato por la calle a despejarme. No importa que fuera solamente a darle la vuelta a la cuadra, pero si no salía me iba a asfixiar, ya era la costumbre.

Me fui caminando hasta que sin darme cuenta llegué para aquella plaza en la que me habían dicho nos encontraríamos, para mi sorpresa estaba llena de gente, en su mayoría de la universidad. No era mi plan encontrarme con ellos, solamente me conformaba con ver gente nueva, salir a respirar. Pero lógicamente y como habían prometido, ahí estaban.

Me tomó unos segundos poder identificar a mi combo a lo lejos, estaban ellos y también habían incluido a SeokJin, cosa que al principio me extrañó, pero por lo que vi en los estados de whatsapp -aka el chismógrafo- en estos días, ese carajo como que le había echado un ojo a mi compae. Escríbalo que Namjoon le va a terminar dando hasta en la cédula, por antojao.

Pero mientras me acercaba, vi a un integrante más del círculo. Pero no era un círculo amistoso el que tenían, sino que entre tres estaban aparentemente regañando a Taehyung. Al terminarme de arrimar hacia donde estaban -pero aún así sin hacer que me notaran-, oí por encimita el tema de la conversación.

—Básicamente sí, fue tu culpa—concordaba Jin en lo que parecía ser una acusación en contra del menor.

—Tú fuiste el que espantó a Yoongi en la reunión, ¿quién te mandó de salio a decirle la verdad de aquella noche? Él estaba tranquilo y hasta había borrado ese beta.

—Gua.

—Pero en algún momento se iba a cansar de tu jaladera de bolas. Ya intentaste, pero te vas a tener que rendir...—advirtió Namjoon, con intenciones de acabar con todas sus ilusiones y hacerlo entrar en razón.

Lacra meets Pajúo ↠ yoontae.Onde histórias criam vida. Descubra agora