Capítulo 10

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¿A que no sabes donde he vuelto hoy?
Donde solíamos gritar
diez años antes de este ahora sin edad
aún vive el monstruo y aún no hay paz.

Y en los bancos que escribimos
medio a oscuras, sin pensar
todos los versos de "Heroes"
con las faltas de un chaval, aún están.

Y aún hoy
se escapa a mi control
problema y solución
y es que el grito siempre acecha
es la respuesta.

Y aún hoy
sólo el grito y la ficción
consiguen apagar
las luces de mi negra alerta.

Tengo un cuchillo y es de plástico
donde solía haber metal
y el libro extraño que te echó de párvulos
sus hojas tuve que incendiar.

Y en los hierros que separan
la caída más brutal
siguen las dos iniciales
que escribimos con compás
ahí están.

Vertical y transversal
soy grito y soy cristal
justo el punto medio
el que tanto odiabas
cuando tú me repetías que
té hundirá y me hundirá
y solamente el grito nos servirá
decías "es fácil" y solías empezar.

[....]

Aplausos y gritos retumbaron en mi cabeza, y sonreí como todas las noches en las que cantaba en aquel bar, bar que me estaba dando una increíble oportunidad de mostrarle mi voz a tantas personas.

Bajé del escenario y como siempre, Dave fue el primero en felicitarme y abrazarme levantándome y dándome vueltas cosa que me causaba mucha gracia. Él era genial.

Era bastante tarde y estaba cansada, asi que decidí irme un poco temprano del bar ya que había terminado de cantar y no tenía nada más que hacer allí.

Cuando llegué a mi piso apenas me saqué la ropa caí rendida en mi cama, durmiéndome al instante.

Había pasado ya una semana de aquella noche en la que había hablado con Natalia y no la había vuelto a ver en todos estos días, días en los que por cierto, pasaron muchas cosas.

Hablé con Miki y me explicó todo lo que había sucedido. Me dijo que cuando me ofreció el trabajo no tenía ni idea que yo era la ex de su amiga, que era verdad que Joan había hablado con el para ver si me podía dar trabajo, y que cuando descubrió quién era yo no le quedó otra que ayudar a Natalia, y me parecía entendible porque era su mejor amiga y poniéndome en su lugar yo haría lo mismo por Aitana o por Joan. Así que quedamos en buenos términos y nuestra relación de amistad se iba fortaleciendo rápidamente ya que era un buen chaval y sentía que podía confiar en él, aunque sea ilógico porque me había mentido con lo de Natalia, pero vamos, que lo había entendido perfectamente.

También me presentó a su novia, cuyo nombre era Helena y eran pareja hace poco más de dos años y vivían juntos. Era una chavala majísima y teníamos muchas cosas en común, y eso me parecía genial.

Con respecto al trabajo, el día después de mi último encuentro con Natalia cuando hablé con Mili finalmente decidí aceptar la gran oportunidad que me había dado. Estaba feliz porque tenía un trabajo en el que podía hacer lo que a mi más me gusta, cantar.

Tenía un sueldo increíble con el que además de poder pagar mi piso me quedaba mucho más de la mitad libre, y eso me flipaba porque me podría dar un montón de gustos que días atrás los veía lejísimos de mi alcance. Además de eso había muchísima gente que me reconocía en la calle, hasta me quedé sorprendida días atras cuando dos chavalas me pidieron una foto. Era increíble todo lo que me estaba pasando.

No me olvides. | albalia.Where stories live. Discover now