Capítulo 23

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Hacía dos días que me había ido a la casa de Alba y no podía estar más contenta y a gusto con aquello. Habíamos estado juntas todo el tiempo, excepto ayer por la noche que fue a trabajar al bar de Miki, aunque él le insistió muchísimo para que no vaya pero la rubia se excusó con que no iba hace tiempo y necesitaba cambiar un poco de aires.

Se la pasó todo el día de ayer intentando convencerme de que vaya con ella pero no tenía muchos ánimos para ir pero le prometí que iría la próxima, o sea mañana por la noche.

Estaba un poco agobiada con el hecho de tener solo una mano para hacer las cosas y a veces me sentía bastante inútil, pero Alba siempre estaba allí para ayudarme y agradecía muchísimo aquello.

No habíamos vuelto a hablar de lo que pasó con Álvaro, pero no lo veía necesario ya que estos últimos días había estado hablando con África y me ha dicho que no saldrá de la cárcel y que esté tranquila.

Veía a Alba feliz y esa era una de las cosas que más me llenaban el alma. Sus ojos habían vuelto a tener el mismo brillo de hace algunos años, y los moretones en su cuerpo estaban desapareciendo poco a poco.

***

Nos encontrábamos en el salón con Alba, Maria y Marta. Estas dos últimas nos habían venido a visitar porque 'me extrañaban'

"Oye, Natalia" Habló María y yo la miré. "¿El furby te está cuidando bien?" Dijo en tono burlón aquel apodo y Alba la miró indignada.

"¡Que no soy un furby! Nat, dile algo" Me miraba haciendo gestos y yo me descojonaba.

"Cariño, te lo he dicho el otro día. María tiene toda la razón con aquel apodo" Me pegó un manotazo y miró a Marta.

"¿Tú no me vas a defender?"

"¿Has visto alguna vez el capítulo en los simpsons de los furbys salvajes en navidad?" Le preguntó Marta y Alba asintió confundida. "Pues eres igual pero versión mona. Eres un furby mono, y te quiero poner en mi árbol cuando sea navidad" María y yo nos intentábamos aguantar la risa pero cuando no pudimos más soltamos una carcajada.

"Sois unas gilipollas todas" Nos miraba con un gesto de indignación y enfado al mismo tiempo, mientras nosotras nos descojonabamos en su cara. Estuvimos molestándola con aquello casi toda la tarde.

"Joder, Natalia, que casi me olvido de decirte algo super importante. Bueno, a ambas" Habló María en un tono más serio dirigiendo la vista hacia mi y la rubia.

"¿Qué tienes que decirnos?" Dije con el ceño fruncido.

"Hoy ha venido una chica a nuestra cafetería preguntando por tí, dijo que era tu amiga y nombró a Alba también. Como no estabas me dejó su número para que te lo de a tí" Sacó su móvil buscando algo y me lo dió, el contacto estaba grabado como 'Marilia'. no me lo podía creer.

"Es de mediana estatura, pelo ondulado?..."

"Así es. Me dijo que había perdido su anterior móvil y que necesitaba hablar contigo de algo importante"

"Joder, Nat. Que no la he visto desde que me fui de casa" Dijo Alba un poco alterada y yo puse mi mano en su muslo intentando calmarla. Sabía perfectamente que ella había sido una de sus mejores amigas y que no se habían vuelto a ver por el simple hecho de que Alba no quería volver a su casa, y yo tampoco.

Hace meses la había llamado para preguntarle si sabía a donde se había ido Alba cuando salí del internado, ya que ella había cambiado su número y me tenía bloqueada en todas sus redes además de tenerlas en privado.

Tiempo después intenté volver a contactarme con Marilia pero su número estaba fuera de línea, y supuse que lo había cambiado o algo.

"Gracias por esto, Mari, de verdad" Le dije sincera y ella hizo un gesto de que no pasaba nada. Por otra parte me hacía gracia que Marta mirase todo sin entender nada.

No me olvides. | albalia.Where stories live. Discover now