NATALIA POV
No sé de donde había sacado la suficiente valentía para decirle aquello, pero supongo que fue por las cervezas que me había tomado un rato antes, o tal vez no, no lo sé.
Alba me miró sorprendida ante aquella respuesta, y luego se acercó a mi quitándome el cigarro y tirándolo al piso.
Yo me quedé quieta sin saber bien que hacer, cada vez la tenía mas cerca y no podía soportar más esto.
"¿Qué coño esperas para comerme la puta boca?" Dijo, en un tono que no supe descifrar, y cuando intenté decir algo ya me encontraba con mi espalda apoyada en la pared, y Alba tenía sus manos en mis caderas, mirándome fijamente.
Se acercaba cada vez más y mi pulso se aceleró al instante. Nuestras narices se rozaban, y mi vista estaba clavada en sus labios. Nuestras respiraciones se mezclaban entre sí, y Alba se humedeció los labios.
En ese momento, no pude contenerme más y choqué nuestros labios en un beso lleno de necesidad, Alba me agarró los muslos y jadeé porque me había sorprendido aquello, ya que antes era yo la que hacía eso.
Puse una mano en su mejilla y su lengua se coló entre mis labios, tocando la mía al instante. Nos separamos un momento, pero Alba tiró de mi labio inferior con sus dientes, volviendo a besarme profundamente. Ladeó un poco la cabeza y nuestras lenguas se movían con mayor facilidad, convirtiendo aquel beso en uno húmedo, en el que podía saborear la boca de Alba con satisfacción.
"Para" Dije alejandome e intentando calmarme un poco, aunque eso definitivamente no podía ser. "No quiero que te arrepientas de esto, Albi" Dije en un susurro y ella me miró seria en todo momento, hasta que habló.
"Nunca me voy a arrepentir haberte comido la boca de esta forma" Dijo mirándome con una sonrisa, y yo no me podía creer que esta sea Alba, la que por cierto, me encantaba.
No me dio tiempo a responderle que ya me estaba besando otra vez, coló su lengua entre mis labios otra vez, y yo obviamente le correspondí al instante, sin nisiquiera pensarlo. Atrapó mi lengua entre sus labios y la succionaba lentamente, y a mi me estaba matando aquello.
No tengo idea de cuanto tiempo estuvimos basándonos de aquella forma, pero no dejaba de parecerme surreal todo esto.
Tenía mi cuerpo apoyado en el de Alba, su mano acariciaba lentamente mis muslos y unió sus labios con los míos para darme un pico suave, y yo mordí su labio para luego tirarlo un poco y ella jadeó.
"Vamos a mi casa" Dijo entre besos para luego cogerme la mano y sacándome de allí, yo le seguía sin decir nada porque todavía no me podía creer todo esto.
Cogimos el primer taxi, y en menos de 10 minutos llegamos a la entrada de su piso. Cuando subimos al ascensor no hablábamos, pero aquello no era nada incómodo. Teníamos las manos entrelazadas, y no nos soltamos en ningún momento.
Cuando llegamos al piso a Alba le temblaban tanto las manos al punto de no poder abrir la puerta con la llave, y lo hice yo. Entramos y le puso llave a la puerta, para que nadie moleste.
No me di cuenta pero de un momento a otro me tenía contra la pared de su habitación, besándome con muchísima pasión mientras sus manos estaban en mi culo y lo apretaba repetidas veces. En ese momento me di cuenta que le encantaba aquella parte de mi, ya que sus manos parecían un imán.
Poco a poco la ropa fue desapareciendo, hasta que ambas nos quedamos desnudas, en su cama, ella encima de mi.
Hundí mi lengua en su boca, inclinando un poco mi cabeza hacia ella, bajando una mano al muslo que tenía entre mis piernas. La lengua de Alba se colaba en mi boca como le daba la puta gana y yo la succionaba lentamente.