Cuando desperté un dolor de cabeza terrible me invadió al instante, me dolía todo el maldito cuerpo y me levanté como pude.
Se me partía la cabeza y Aitana no estaba, me había olvidado completamente que trabajaba y no quería molestarla. Cuando miré la hora en el móvil eran más de las dos de la tarde.
Joder.
Como pude llamé a un taxi el cual me llevó a mi piso, pero el dolor era inaguantable.
Cuando llegué lo único que hice fue tirarme a mi cama e intentar descansar, pero obviamente no pude hacerlo ya que me sentía como una puta mierda.
Miré mi móvil y como era de esperar tenía varios mensajes de Natalia.
Natalia.
¿Sigues dormida? 13:18 PM.
Alba, contesta. 13:35 PM.
¿Vas a ignorarme? 13: 47 PM.
Vale, no molesto más. 👋🏻 14:03 PM.
Suspiré pesadamente y le respondí como pude, porque me temblaban las manos y eso no era bueno.
Me he despertado hace un rato y me tomé un taxi hacia mi piso, me siento fatal. 16:02 PM.
¿Estás sola? 16:03 PM.
Madre mía, la manía que tenía esta mujer de contestarme a los segundos.
Si, no sé que cojones tengo. 16:04 PM.
Mándame tu dirección. Ya. 16:04 PM
¿Qué? No podía creer esto pero me daba igual en estos momentos, porque me sentía como el puto culo.
Le pasé mi dirección por maps y contestó al instante.
No te muevas, estaré allí enseguida. 16:06 PM.
No le respondí nada más porque no tenía ánimos ni siquiera para eso, los minutos pasaban y el dolor de cabeza disminuía, pero mi malestar no.
Al rededor de 10 minutos escuché como se abrió la puerta de mi casa y definitivamente confirmé que era ella cuando entró super preocupada a mi habitación, viniendo hacia mi.
"Alba, ¿Qué tienes?" Preguntó y luego puso su mano en mi frente, la cual estaba super fría. "Joder, tienes una fiebre impresionante" Se levantó y salió por la puerta para volver luego de unos minutos con un vaso de agua y pastillas. "Tomate esto, te sentirás mejor" Dijo y miré con asco todas aquellas pastillas y ella se dió cuenta.
"¿De verdad, Alba? ¿Todavía tienes esa manía de no querer tragarte las pastillas?" Dijo con enfado y yo la miré sorprendida porque ella aún se acordaba de aquello.
Nunca me gustó tomar pastillas ni otros remedios porque los vomitaba. Natalia me miró como dándose cuenta de lo que estaba pensando y volvió a hablar.
"Que si, me acuerdo de eso. Ahora te tomas estas pastillas porque te ves como una puta mierda, ¿Vale?" Dijo y yo asentí desganada, metiéndome en la boca las pastillas que me daba y luego tomando agua para tragarlas.
Para mi sorpresa, pude tomarlas sin ningún tipo de problemas. Vamos, que estaba en la mierda y lo último en lo que pensaba era en el gusto de las pastillas, porque no sentía nada.
"Abre la boca" Dijo fulminante y yo lo hice. "Saca la lengua" Ya sabía por donde iba todo esto.
"Que me las he tomado, pesada" Dije y ella rió.
