Salida.

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Narra Aitana:

Llego el dia de la salida con mis amigos y encima Amaia nos había dado la noticia que nos iba a presentar a su novio y nos aviso que nos llevaríamos una sorpresa.

Yo estaba en mi casa arreglándome para salir a la salida a la discoteca.

ANA: Esta oscureciendo mucho, como lleguemos tarde.

AITANA: Ana es la tercera vez que lo has dicho, vístete venga.

ANA: Ricky ha mandado un mensaje por el grupo que nos avise que no podrá ir ya que esta enfermo y Roi ha contestado que mañana ira a verlo, él tan bueno como siempre.

AITANA: Se nota que estas enamorada, ya estoy lista.

Me había puesto un vestido color rosa palo tirando hacia el salmón, era hermoso la verdad, y traía toda la espalda descubierta, no era corto, era mas o menos largo y para la ocasión era perfecto porque íbamos no a una discoteca mas bien a un local.

Ana se había puesto un vestido negro con un trozo de barriga transparente, era corto, sin exagerar y muy pegado al cuerpo ya que Ana tenia un cuerpo maravilloso, se pego el pelo a la cabeza y iba genial.

Las dos escuchamos el pito del coche de Roi y bajamos, allí nos encontramos a Luis y Roi esperándonos, yo me senté detrás con Luis saludándolo con un beso y Ana con Roi delante saludándolo de igual manera.

Llegamos rápido al local que era muy bonito y en la entrada estaba Amaia con...

AITANA: ¡Alfred! (Dije gritando como loca y corriendo hacia él).

ANA: ¡Alfred, cuanto tiempo! (Dije dándole un abrazo).

AMAIA: Él es mi novio, ve os dije que os ibais a llevar una sorpresa.

ALFRED: No sabéis cuanto os extrañe en especial a ti pequeña (dijo refiriéndose a mi).

Entramos todos al local y nos sentamos en la barra hasta que nos dieron una mesa muy alejada del resto para que pudiéramos hablar bien, Luis no me había mirado en toda la noche y no se que le pasaba, tampoco es que hubiera estado tan atenta ya que quería saber que había sido la vida de Alfred, porque se separo de nosotros y su historia con Amaia.

Creo que eso había enfadado un poco a Luis así que cuando nos fuimos a bailar, fui a bailar con él pero me rechazo y se fue de nuevo a la barra.

AITANA: Luis, ¿Qué te pasa?

CEPEDA: ¿Qué haces que no estas con Alfred?

AITANA: Luis no te pongas celoso sabes que Alfred esta con Amaia y que hace mucho tiempo que no lo veía entonces es normal que quiera saber mas de él.

CEPEDA: No me gusta que te llame pequeña a él no le dices nada.

AITANA: Esta bien, celosin (Dije besándolo dulcemente).

CEPEDA: No quiero estar peleando por tonterías.

AITANA: Pues no peleemos, vamos a bailar (Dije agarrándole de las manos).

Luis y yo nos fuimos a bailar muy pegados y lo estábamos pasando genial, ninguno había bebido demasiado, ahora que me daba cuenta solo estábamos las parejas y eso me hacia mucha gracia pero también me hacia pensar que el pobre de Ricky estaba enfermo.

Era muy tarde y nos fuimos cada uno a su casa, yo me fui a la de Luis porque dormiríamos juntos bueno si es que dormíamos.

Llegamos y Luis empezó a besarme el cuello, él sabia perfectamente que eso no lo soportaba, era mi debilidad. Caímos al sofá y empezamos a besarnos suavemente hasta que se convirtió en pasión, él acariciaba mi piel y me quitaba el vestido.

Yo le quite los pantalones y puse las manos en su abdomen, sabia que eso le gustaba. Estábamos muy excitados y se me escapaban jadeos llenos de pasión, amaba hacer el amor con él porque siempre me lo hacia con ternura pero sin perder esa pasión tan grande que nos caracterizaba a los dos.

Él igual que yo, no pudo mas y con un estremecimiento me penetro mientras yo incrementaba el ritmo agarrándole del culo.

Llegamos al éxtasis muchas veces mas y es que nunca nos cansamos, éramos adictos él uno al otro, nos queríamos demasiado y eso se notaba con cada miraba mezclada de dulzura y fuego que nos echábamos, nuestras sonrisas cómplices y luego de hacer el amor nos abrazábamos y nos decíamos miles de cosas bonitas y nos acariciábamos tan dulcemente.

No tenia dudas quería hacer el amor toda mi vida con él porque sin él nada seria posible, sin él me sentiría vacía, él llena el hueco que siempre he tenido que es mi inseguridad.

Antes de dormir con Luis en la cama, llame a mis padres para ver como iba todo y decirle que los extrañaba muchísimo, todavía quedaba bastante por que vinieran y yo los extrañaba una multitud.

Después de esa llamada tan emotiva, me dormí con Luis abrazándome, con su mano en mi cintura casi en el culo y yo con una pierna entre las suyas.

¿PUEDE SER?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora