Guys my age [Emmett C, Jacob B]

Capítulo 2

02 | ¿Cullen? ¿De esos Cullen?

Los alumnos estaban acomodándose en sus respectivos asientos cuando Sarah piso el salón de clases, la vista de la que parecía ser la profesora de historia, una mujer regordeta con un aspecto severo cayó en ella rápidamente -¿Señorita Dupont?- pregunto señalándola con el dedo logrando que la castaña tragara saliva. No le gustaba mucho estar expuesta a las miradas de los demás.

-Si -respondió rápidamente la chica sosteniendo con mayor fuerza la tira de su mochila, la profesora sonrió levemente y señaló un asiento en el fondo del salón

-Puede sentarse con el señor Cullen, será su asiento permanente - murmuró. Sarah asintió antes de girar y empezar a buscar el asiento con la cabeza, una gran mano se elevó en el aire dándole a conocer la ubicación del asiento y de su compañero de este. Sarah trago saliva y tranquilamente podría haber perdido sus bragas ante el dios griego que la esperaba tranquilamente sentado con una sonrisa de lado.

¿Cullen? Se preguntó interiormente mientras caminaba hacia el fondo del salón. Había oído ese apellido antes de una advertencia por parte de Jacob a mantenerse alejada de esa familia solo que jamás le quiso decir el por qué. Pero si sabía perfectamente que la manada y la familia no tenían buena relación...para nada -Hola - una voz ronca la saco de sus pensamientos cuando se sentó dejando la mochila tirada aún lado en el piso. La chica giro su rostro para ver al hombre sentado a su lado. Era grande, definitivamente. Sus músculos eran notorios, tenía el pelo corto color negro como la noche, una gran y pareja sonrisa, ojos color dorados y desprendía un olor refrescante que lograba atraer todos sus sentidos de una forma inimaginable -Me llamo Emmett - extendió su mano y no dejaba de sonreir.

Sarah quiso golpearse por quedarse tanto tiempo como estúpida observando el monumento que tenía adelante así que sacudió la cabeza levemente -Mi nombre es Sarah - saludo estrechando su mano rápidamente. Le llamó la atención la baja temperatura del hombre pero lo descarto, quizás ya se había acostumbrado demasiado a los 39 grados corporales de Jacob.

El dios griego frente a ella sonrió aún más (si eso era posible) antes de pasar la lengua por sus labios rápidamente -Es un placer, espero que seas buena en historia por que la profesora Stuart adora obligarnos a hacer trabajos en pareja, y yo no soy un alumno...- Emmett llevo una mano a su barbilla fingiendo pensar la palabra que iba a soltar -excepcional - terminó por decir

Sarah sonrió levemente antes de sacar un cuaderno y un bolígrafo de su mochila -Yo tampoco soy una alumna 10 pero esperemos que me pueda defender - dijo dando por terminada la conversión antes de que la profesora se pusiera a hablar una palabra tras otras durante las dos horas de clases

Durante esas dos horas de clase solo intercambio miradas con Emmett alias el dios griego a su lado y sonrisas coquetas por parte de este, cuando el timbre sonó la chica tomo sus cosas y Emmett casparreo la garganta llamando su atención -Bueno, linda Sarah, espero que compartamos alguna otra clase - dijo

Sarah sonrió y colgó su mochila sobre su hombro -Espero eso también, Emmett - dijo en forma de despedida y salió del salón sintiendo la mirada de este en su espalda. La castaña soltó aire sacando el nerviosismo que el dios griego le provocaba y concentrándose en seguir a la manada de estudiantes para llegar al comedor, no noto que un chico iba en dirección contraria y golpeó su hombro logrando que el libro que traía en la mano cayera -lo siento - se disculpó la chica y lo levantó para tenderselo de nuevo, el pelinegro sonrió levemente antes de ajustarse las gafas sobre el puente de la nariz

-No te preocupes, suele pasar - dijo -Soy Matt - se presentó estirando la mano, la castaña la tomo

-Sarah, Sarah dupont, soy la nueva - aclaro, el chico elevo sus cejas en señal de entendimiento

-Si, había oído que alguien nuevo había pero no sabía quién era - sonrió -¿Estás buscando el comedor? puedo llevarte - dijo Matt, Sarah sonrió agradecida

-Si, es que estoy un poco perdida y no acepte de guia a un tal Mike - se lamentó, Matt río

-Mejor que no lo hiciste, ahora te estaría pidiendo tu número por sexta vez para ver cómo puede conquistarte - ambos entraron en un salón con numerosas mesas y un gran buffet, Sarah sonrió notando que había pizza y café, ella tenía una gran obsesión por comer pizza con café. Así cuando lograron llegar al buffet luego de la larga cola fue las dos únicas cosas que tomo

-Comer eso junto es...extraño - se limitó a decir Matt mientras guiaba a Sarah a una mesa vacía

La chica se encogió de hombros - pero me gusta - respondió sentándose a un lado del pelinegro -¿Así que ese tal Mike es el mujeriego del lugar?- pregunto curiosa mientras mordía un pedazo de pizza, Matt sonrió

-Lo intenta pero no lo logra, todos están cautivados por los Cullen - contesto, Sarah frunció el ceño

-¿Los Cullen?- pregunto, así que Emmett no era el único Cullen allí

-Ellos - Matt señaló con la mano una mesa al final del salón -Son los reyes aquí, no pasan desapercibidos- dijo

Sarah siguió con la mirada la mano de Matt hasta dar con una mesa con cinco integrantes, todos parecían salidos de una revista de moda. La castaña reconoció a tres figuras; la chica con la que hablo en la escalera, Alice y el chico que la acompañaba Jasper, ambos eran preciosos, también estaba Emmett que parecía buscar algo con la mirada y luego había dos más, una chica rubia que parecía un ángel y un chico que tenía aspecto melancólico pero un rostro que llamaba la atención a kilómetros y era realmente bonito. La castaña cruzó miradas con Emmett el cual le sonrió y la saludo con la mano, lo cual llamo la atención de todos los integrantes en la mesa del pelinegro, rápidamente la chica tenía cinco pares de miradas sobre ella así que rápidamente saludo a Emmett con la mano para no parecer maleducada y volvió su atención al vaso de café delante de ella como si fuera lo más interesante del planeta antes de que Matt empezará a preguntarle qué género de música le gustaba, por que para el chico eso parecía ser un gran filtro de un posible amistad.