Guys my age [Emmett C, Jacob B]

Capítulo 9

09| apoyo

EL SILENCIO DENTRO DEL AUTO ERA ROTO POR LOS LAMENTOS QUE SARAH INTENTABA RETENER SIN MUCHO ÉXITO, mientras que Emmett balanceada su mirada entre ella, una Ava dormida en el asiento trasero y la carretera intentando encontrar una salida que no dañará a ninguna de las dos. Pero parecía no haber ninguna. —¿Porqué ahora?— la pregunta de Sarah corto el silencio definitivamente, Emmett trago saliva aunque no lo necesitase, una costumbre que le había quedado de su vida como humano, y que hacía cuando estaba nervioso. La castaña limpio su nariz con un pañuelo descartable que Emmett había comprado de camino a la comisaría y dejó caer sus manos con brusquedad sobre sus piernas —No la quería, nunca lo hizo. No la quería cuando la dejo conmigo y no la quiere ahora— aseguró. Y era verdad, Margot no había pensado dos veces en dejarle a su hermana menor la importante carga de cuidar de su única hija para irse a otra ciudad, no había vuelto la cabeza para verla ni una sola vez mientras caminaba por la calle húmeda esa noche que se la dejo. Y tampoco la quería ahora, no había saltado a abrazarla ni a presentarse con cuidado, simplemente la trataba como un objeto, una bolsa que podría llevar y traer a su antojo. —¿Crees que puedan hacer algo?— pregunto mirando como la estación de policía de Forks se dejaba ver. Era chica y seguramente tuviese a un hombre en guardia al cual le importase más la comida que su situación, y Sarah dudó. No era su madre después de todo.

La fría mano de Emmett se posó sobre la suya y Sarah tembló levemente. Era la misma sensación que había tenido en su sueño, sus ojos se elevaron mirando los ojos del hombre y este sonrió levemente —Lo harán — aseguró —Podemos hacer esto— dijo, y en ese momento la castaña no pudo sentirse más agradecida del apoyo que estaba recibiendo por parte del grandulón. Ni siquiera eran amigos pero el la estaba ayudando mas que cualquier otra persona. 

Después de que Emmett cargara a Ava como si fuese una pluma-aunque realmente lo era para el-, ambos ingresaron en la estación de policia para encontrarse con quien aparentemente era el comisario, Sarah no lo sabia porque jamas habia tenido que recurrir a la policia por ayuda. —Mi nombre es Charlie Swan, comisario, ¿En que puedo ayudarlos?—pregunto parando su mirada por unos segundos en Emmett con la niña en brazos con especial atención. 

—Tengo un problema con la tenencia de mi sobrina, y quisiera saber si hay alguna forma en la que pudiese ayudarme...—dijo la mujer con nerviosismo, parecía que la voz se le iba a quebrar en cualquier segundo y el comisario Swan pudo darse cuenta de la gravedad de un asunto. No se trataba de un asesinato, pero alguien estaba saliendo lastimado. Charlie recomendó dejar a la niña acostada en uno de los sillones del lugar para hablar con mas comodidad pero Ava no parecía querer soltar a Emmett ni en sueños, asi que este se negó a soltarla a la fuerza. 

Después de una explicación detallada de la situación, mostrarle papeles como el certificado de nacimiento de Ava, su matricula de instituto y demás créditos que avalan que Sarah la habia estado cuidado todo ese tiempo, el comisario Swan le dio una orden de tenencia muy provisoria, solo para que su madre no pudiese sacarle la niña a la fuerza, y ademas le dio una sola solucion viable: un juicio de tenencia. Pelear en la corte quien tendria la tenencia de la niña y acordar en caso de acuerdo mutuo dias de visita, pero Sarah creia que el consenso con su hermana estaba mas que lejano, porque Margot no parecia querer dar el brazo a torcer con respecto a Ava —Aqui tienes mi numero, si algo sucede no dudes en llamarme...—dijo el comisario tendiendole un papel a Sarah, la cual, lo agarro con rapidez 

—Muchisimas gracias comisario Swan— dijo la mujer genuinamente. Al menos Margot no podria llevarsela de un dia para el otro. 

Charlie Swan asintio mirando por un segundo a Ava —Solo consigue un buen abogado, los juicios familiares son dificiles...— aconsejo, Sarah asintio y los tres salieron del lugar, Emmett dejo a Ava en el asiento trasero para taparla con su campera despues de que Sarah le abrochara el cinturon. El silencio los envolvio por unos minutos  cuando regresaban de nuevo a casa de la castaña. 

Sarah giro su cabeza clavando sus ojos sobre el pelinegro a su lado, se sentia avergonzada por haberlo hecho participe de toda esa situacion pero tambien agradeció tener un ángel guardián como él, estaba segura de que sola se hubiese paralizado y no hubiese dormido en toda la noche solo llorando porque Margot se llevaria a Ava al dia siguiente —¿En que piensas?—la voz de Emmett la saco de sus pensamientos y se avergonzo aun mas al notar que se habia quedado mirandolo como estupida —¿Tengo la cara sucia?—pregunto con diversión, Sarah sonrio liberando el ambiente y logrando que Emmett se sintiese un poco mejor por su estado. 

—Gracias...—solto, Emmett nego con la cabeza y cuando pensaba hablar, Sarah le interrumpio —En serio, muchas gracias, nadie mas hubiese hecho lo que estas haciendo por mi —aseguro —Y lamento muchisimo haberte metido en esta situacion, te prometo que no te causare mas problemas— se disculpó. Emmett río levemente para lanzarle miradas cortas. 

—No me afecta meterme en problemas, menos contigo...—aseguro, Sarah sintió las mejillas calientes y se autoregaño, ¿tenía doce años acaso? —Ava se esforzó en conseguirme helado sin lactosa, se ganó todo mi pobre corazón —bromeo, pero era verdad, se sentia en familia con ambas, no iba a dejar que alguien las lastimara. 

—En serio, lo siento...—su nueva disculpa fue interrumpida por el hombre pero en serio sentía que debia darlas. Jamás había contado con nadie y que Emmett Cullen la ayudara sin practicamente conocerla la hacia sentir abusiva, como si estuviese pidiendo constantemente cosas y abusando de un confianza hasta el momento inexistente. Ava era su asunto, era ya era una persona adulta que tenia que solucionar sus propios problemas. 

—No tienes que disculparte por nada, Sarah...—dictamino el pelinegro. Se habia dado cuenta de que Sarah no acostumbraba a recibir ayuda, y sabía como se sentía —No me siento obligado, ni presionado, ni siento pena o alguna de las cosas que seguramente estas pensando, si hago algo es porque quiero hacerlo—reconocio y aunque queria decirle que se dejase ayuar, que él quería estar siempre dandole su apoyo en cada situación sabía que seria jodidamente raro, asi que mordió su lengua. Tendría que hablar con Alice sobre eso, ella siempre sabía más.  Sarah asintio levemente. Emmett no parecía un hombre que se dejase someter con facilidad, y estaba lejos de serlo. —Ademas...¿esto nos hace amigos, no?—pregunto divertido mientras elevaba las cejas. Sarah le miró con una sonrisa reprimida entre sus labios. 

—Definitivamente.