Capítulo 12

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12 | hospital de Forks





PARA CUANDO ESTABAN ENTRANDO EN EL HOSPITAL DE FORKS, Aidan sentía que Sarah le estaba arrancando la piel con las uñas de su mano sana, pero aún así no dijo nada. Por la respiración irregular supuso que a la castaña deberían de darle miedo los hospitales, pero era algo mucho peor que eso. Sarah tragaba saliva lo más seguido que podía, sus sentidos se sentían aturdidos por movimientos clásicos de los hospitales pero que para ella, le resultaban ensordecedores, las memorias de su infancia volvían con fuerza, y tenía que poner todo de sí para que no volverse loca. Odiaba los hospitales.

—¡Señorita Dupont!— una voz femenina la saco de su ansiedad, logrando que reaccionará a la pequeña luz delante de sus ojos. Cuando está se apagó, Sarah aclaro su mirada para observar a la mujer delante de ella. Era una doctora, su bata blanca relucía, sus ojos color mieles eran grandes y cargados de amabilidad, tenía el pelo castaño claro, una bonita sonrisa y una tableta en mano en donde anotaba los datos de los pacientes, o eso parecía. Sarah movió más su mirada notando que estaban en la guardia, Aidan no estaba por ninguna parte.

—Soy la doctora June Deva — informó la mujer delante de ella. Sarah asintió haciéndole notar que le oía —Él hombre que estaba con usted esta afuera ahora, le pedí eso para que usted esté más tranquila, la note ansiosa — dijo. Sarah trago saliva.

—S-si, los hospitales, los odio — se sincero, la doctora río de forma armónica. —Tienes un esguince en la muñeca, ¿te duele aquí?— preguntó antes de apretar en una zona. Sarah lanzó un quejido al aire y la doctora asintió. —Definitivamente

—¿Es muy grave?— pregunto Sarah volviendo finalmente en si. Necesitaba estar sana para poder estudiar, trabajar y sobretodo cuidar a Ava. La doctora Deva negó

—Tendras que usar unas vendas especiales por un par de dias, pero nada de hacer o levantar peso o algo que tense los músculos de esta zona — dijo. Le dio la tableta para que completara los datos mientras la atendía, Sarah supo que era una forma de distraerla del dolor que le producía que la doctora tocara esa zona. Para luego de unos quince minutos, su muñeca, parte de su mano y antebrazo estaban vendados, el dolor estaba pero era mucho menor y sus datos ya estaban listos. La doctora Deva le había recetado unos medicamentos para el dolor y la había dejado ir con la advertencia de no hacer nada de peso, y volver en caso de cualquier molestia. Sarah salió casi corriendo de la sala de urgencias y se encontró con Aidan esperándola, no evitó sorprenderse gratamente, había asumido que el hombre se habría ido, seguramente tenía cosas intelectuales de abogado que hacer.

—¿Cómo estás? ¿Te recetó algo?

Sarah y Aidan salieron del hospital hablando sobre la herida, los cuidados y los medicamentos. Sarah se burlaba de si misma por lastimarse de esa manera tan estúpida, y Aidan solo disfrutaba el poder reírse de ella sin quedar como un idiota por hacerlo. Sarah le agradeció por llevarla de vuelta a casa cuando reviso su teléfono notando un mensaje de la niñera de Ava.

«Gracias por avisarle al señor que se quedará con Ava, mi madre estará agradecida de que vaya a verla hoy.
Ava estaba encantada con el tal Emmett, porque lo tenía escondido? »


—¿Emmett?

El nombre abandono sus labios y Aidan la miró de reojo sin entender cuando doblaron en la esquina de su calle. Sarah elevó las cejas cuando notó dos autos de altísima gama detenidos frente al  condominio de edificios. Uno era de Emmett de seguro —¿Porque hacerte una pregunta antes de que te vayas?

Sarah miro a Aidan con intriga antes de asentir con rapidez, este dudó pero si su sospecha era real, no sería buena —¿Porque está el auto de mi hermano frente a tu casa?














Para cuando las puertas del ascensor se abrieron, siete personas se vieron el rostro. Sarah movió su mirada entre Emmett, el cual, sostenía en brazo a Ava en la puerta de su apartamento, Margot, la cual, sostenía el brazo de un hombre desconocido, y una mujer regordeta de rostro serio y cabello rojo. Sintió a Aidan lanzar un suspiro a su lado antes de bajar del ascensor y acercarse a pasos agigantados a ellos —¿Aidan? —el hombre que acompañaba a Margot pregunto, confundido de ver a su hermano alli.

—Bueno verte, Samuel — respondió el menor de los hermanos Saint.

Sarah saludo con un asentimiento de cabeza antes de rebasar a los demás y colocarse a un lado de Emmett y Ava en la puerta del apartamento —¿Que pasó? ¿Que haces aquí?— pregunto en voz baja. No era conveniente que su hermana oyera que había dejado a Ava con un casi desconocido. Bueno, su niñera lo había hecho pero era casi lo mismo. Ava era su responsabilidad. La niña sonrió, se la notaba feliz y tranquila.

—El tío Emmett vino a cuidarme — respondió con simpleza. Margot casparreó

—¿El tío, Emmett?— remarcó la palabra tío.

—¿Porque no se encontraba en su domicilio con su sobrina cuando llegamos, señorita Dupont?— la desconocida mujer de cabello rojo le interrogó. Sarah elevó las cejas confundida.

—Disculpe, ¿Y usted es?— pregunto. Margot bufo.

—Ella es Maggie, mi abogada, ¿Puedes responder la pregunta, Sarah?— pregunto con molestia. Sarah se abstuvo de rodar los ojos y levantó su mano vendada en respuesta.

—Tuve una pequeña caída y me esguince la muñeca, vengo del hospital...

—¿Con Aidan?— preguntó nuevamente Margot.

—La señorita Sarah Dupont es mi clienta y estaba junto a ella cuando el accidente ocurrió, por eso la traje a casa, lo que si me pregunto es que hacen aquí, cuñada

Sarah atravesó la vista entre Aidan, Samuel y Margot. ¿Aidan era su abogado, pero también era hermano de Samuel, el nuevo aparente esposo de Margot? Sintió por un momento que su cabeza iba a explotar.

—Licenciado Saint, estamos aquí para corroborar que la niña esté en buen cuidado hasta que el juicio determine su hogar, y al parecer la señorita Dupont deja a la menor al cuidado de desconocidos — argumento la abogada de Margot. Sarah negó con la cabeza.

—No es un desconocido — fue todo lo que pudo argumentar. En realidad si lo era, que sean compañeros y se hayan relacionado algunas veces no los hacia amigos o conocidos cercanos, pero también sabia que Emmett no era una mala persona, lo sentía.

—¿Y entonces quién es?— pregunto Margot. Sarah quiso pegarle, le estaba irritando de sobremanera. Intento calmarse y compartió mirada con Aidan, el cual, parecía querer decirle algo con los ojos pero que solo Emmett termino por entender.

Emmett sonrió atrayendo las miradas a si mismo, y Ava observó a su tía por unos instantes —Lamento no haberme presentado debidamente antes, soy Emmett Cullen, el prometido de Sarah...

Los ojos de la castaña quedaron sobre la figura del hombre. Cullen estaba loco, había perdido completamente la razón.


















Guys my age [Emmett C, Jacob B]Where stories live. Discover now