Capítulo 5

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05| ¿Amigos?

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05| ¿Amigos?


El sabado transcurria con normalidad para Sarah, había llegado de su trabajo medio tiempo cansada, con un dolor de piernas horrible pero aun así tuvo que sonreir cuando Ava le salto encima enredando las piernas a su cintura. —¿Te aburriste?— pregunto al notar la cara de la niña, esta asintio con pensar, no le agradaban los sábados en la mañana, la castaña suponía que le traían malos recuerdos de su corta memoria. La niña asintio. —¿Que te parece esto? Me baño y vamos a pasear por el centro—negocio elevando las cejas, Ava sonrió.

—¡Genial!—exclamo levantando los brazos antes de salir corriendo hacia su habitación excusando que ella también debía cambiarse, Sarah sonrió y se dirigió al baño, necesitaba una ducha de agua caliente. 

Luego de cambiarse agradeció el baño pero también lo maldijo, la había relajado pero sus músculos estaban tan distendidos que le dolía todo el cuerpo. Suspiro antes de tomar un calmante para el dolor y tomo su cartera, de seguramente le tendría que comprar algo a Ava en el paseo por el centro. 

El centro de Forks no tenía mucho, solo locales del lugar y algún que otro lugar para que Ava se entretuviese, pero a pesar de eso poseía su encanto. A Sarah le gustaban los reflejos en las vidrieras empapadas por la lluvia, la casa de lamparas en donde se detenían con Jacob a observar por largo tiempo lo delicadas que eran, el cine con sus reestrenos viejísimos, las parejas que recorrían los mismos lugares una y otra vez con el mismo interés que la primera vez, los pocos turistas y aquellos que venían atraidos por el clima. Forks parecia sencillo, pero escondía muchísimos secretos en el interior, como la comunidad de lobos con los que se podría encontrar caperucita si se adentraba mucho en el bosque. —¡Entremos a la heladería!— pidió Ava tironeando de Sarah, para moverse con rapidez, el cuerpo de la niña impacto contra otro que parecía ser de piedra, por un segundo Ava creyó que había caído al piso, pero no, allí seguía de pie. Ambas elevaron la vista para encontrarse con unos ojos dorados observandolas entre amables y confundidos. —Disculpe señor— la voz de Ava corto el silencio, Sarah sonrió, le había enseñado bien a ser educada en los momentos precisos.

—Hola Emmett— dijo la castaña, este le sonrió antes de bajar la mirada de nuevo a su sobrina

—No es nada, a cualquiera puede pasarle — dijo con una sonrisa antes de acomodarle suavemente la vincha verde que la niña tenía en la cabeza, Ava sonrió

—¿Ustedes se conocen?— pregunto interesada la menor, ambos asintieron

—Somos compañeros —

—Somos amigos— explicaron ambos a la vez, Emmett elevó una ceja ante Sarah

—Crei que lo de la otra vez nos clasificaba como amigos primerizos, pero bueno...supongo que tendré que empezar de otro modo— hablaba mientras fruncía el ceño, el rostro de Sarah se puso de color rojo y sintió que el calor le llegaba. Se había avergonzado. —¿Quieres un helado?— le pregunto Emmett a Ava, la cual, sonrió para soltar la mano de su tía y tomar de sorpresa la mano del joven. El de pelo oscuro elevó las cejas por la sorpresa pero sonrió para mirar a Sarah y empezar a caminar de la mano con Ava, la castaña sacudió la cabeza reaccionando cuando los otros dos ya iban bastantes pasos adelantados.

—¡Hey, traidores!— rugió la chica para empezar a correr intentando alcanzar los pasos de los que se dirigían a la heladería.

Ambos observaron a Ava jugando en el pelotero que tenía la heladería y Sarah sonrió al verla interactuar rápidamente con otra niña, definitivamente Ava no tenía problemas en hacer amistades. La pequeña había hecho un gran interrogatorio a Emmett sobre porque este no comía helado, y aunque le costó entender lo que era la intolerancia a la lactosa, le prometió a este que buscaría un helado que no tuviese lactosa para que él pudiera comer, el gesto de la niña le lleno el corazón al mayor como nunca —Ella es especial— aclaró Emmett mirando a Sarah, la cual, sonrió para devolverle la mirada y elevar las cejas

—Definitivamente...— dijo ante el chiste personal que se hacía en su mente. Ava era la reina de las travesuras, que a veces, llevaba al límite —le encanta estar metida en todo, así que no dudes que alguno de estos días aparezca en la puerta de tu clase de historia o biología con un tarro de helado sin lactosa — se burló, ambos rieron. Sarah transformó su cara en una mueca —Es una pena que su madre se pierda de esto — murmuró, Emmett frunció el ceño.

—Espera, ¿Ava no es tu hija?— pregunto confundía, había creído que si, Sarah frunció el ceño.

Agitó las manos negando el hecho —¿Tanto nos parecemos?— pregunto, estaba más confundida por el hecho de que Emmett no huyó al pensar que Ava era su hija, la mayoría de hombres (aunque fuera solo para ser amigos) la trataban como si tuviera una bomba atada al cuerpo después de saber que ella cuidaba a su sobrina.

Emmett asintió —La verdad que sí— aseguró

—Es hija de mi hermana, la cual, al parecer no estaba preparada para hacerse cargo aún siendo más grande que yo — explicó antes de tomar un sorbo de su milkshake, se sentía culpable de beber esa exquisitez delante de su amigo intolerante a la lactosa. —no la culpo tampoco, es difícil criar a alguien, todo el tiempo te preguntas si lo estás haciendo bien, que debes hacer con exactitud para que se sienta bien, si come como es debido, si tiene problemas en la escuela, si no se siente feliz, cómo llegar a fin de mes y que no le falte nada...— se dejó llevar sacando todo lo que la aconjogaba. Emmett agradeció que hablará de verdad con él, debido a que estaba interesado en todo de ella.

Sarah se dio cuenta de que se había ido por las ramas e hizo una mueca —Lo siento, no me gusta hablar de esas estupideces...— dijo, el hombre frunció el ceño

—No son estupideces, son tus sentimientos, está bien hablar de ellos — aseguró —y si que parece difícil, pero estoy seguro de que eres un buen ejemplo para ella — Sarah sonrió —esperemos que algún día tu hermana se de cuenta de lo que se pierde —

—espero que sí — dijo Sarah mientras miraba a su sobrina, se parecía tengo a Margot que sería horrible que no disfrutarán tiempo juntas. Lo merecían, ambas. Los ojos de Sarah se quedaron sobre Ava mientras la observaba jugar y sonreía, los de Emmett se quedaron sobre Sarah mientras la observaba sonreír. Definitivamente una de las mejores cosas que había apreciado en años.









Guys my age [Emmett C, Jacob B]Where stories live. Discover now