Capítulo 7

13.3K 1.6K 108
                                    

07| de vergüenzas y ternura


EL GRITÓ DE AVA RESONÓ ESA NOCHE CUANDO TOCARON LA PUERTA, y aunque Sarah se enrollo rápidamente en un toallon para ser ella quien abriese la puerta (y se tuvo que sostener de la bañera porque casi termina con la cara contra el suelo), su pequeña sobrina se le adelantó, es por eso que cuando el rostro de Emmett Cullen se hizo visible del otro lado de la puerta, Sarah apretó más el pedazo de tela mientras se mantenía estática en el centro de la sala, sus pensamientos se removieron al sueño que había tenido la noche pasada y sintió un calor extenuante en el cuerpo, se sentía avergonzada consigo misma por recordar eso en aquel momento.

—¡Emmett!— el gritó de Ava los saco de su cruce de miradas y el hombre recibió con gusto el abrazo que le dio la pequeña

—¿Emmett, qué haces aquí?— preguntó la castaña mientras se acercaba a la puerta para esconder un poco su cuerpo en paños menores detrás de esta, él hombre jamás bajo la mirada de sus ojos aunque podía ver qué se movía incómodo en su lugar.

—Ava me llamó...— dijo inseguro, Sarah elevó una ceja —Le di mi número el otro día, por si quería hablar conmigo, espero que no te moleste— se apresuró a decir.

Cuando Sarah quiso preguntar cómo es Ava lo había llamado, la risa de la susodicha resonó por el lugar, los adultos llevaron su mirada a la pequeña que estaba divertida por la situación que había causado, cuando la castaña entendió que había sido una obra de su sobrina, le sonrió levemente a Emmett en forma de disculpa —Pasa, por favor, solo dame un segundo...— dijo señalando el sofá de la pequeña sala, Emmett asintió e ingreso al lugar cerrando la puerta detrás de él. El aroma de Sarah estaba impregnado en todas partes.

La castaña tironeo de la menor sin llegar a lastimar hasta la habitación y cuando estuvieron allí cerró la puerta para darle una mirada de muerte a su sobrina, la cual, se encogió en su lugar —¿Quieres explicarme qué es esto?— preguntó. Ava se rió.

—Puede que haya llamado a Emmett desde el teléfono de línea para decirle que necesitábamos su ayuda con algo...— Sarah jadeó sin poder creer lo que oia, ¡había dejado en claro que el teléfono era para emergencias!, el movimiento nervioso de las manos de la pequeña delataba que se sentía culpable

La mujer bufó frustrada mientras buscaba algo que ponerse, Ava se dio vuelta dándole privacidad a su tía y cuando está termino de cambiarse, volvieron al duelo de miradas que tenían —¿Se puede saber con qué necesitamos su ayuda?— preguntó irónicamente, pero no pudo acotar nada más porque la menor sonrió y salió corriendo de la habitación gritando el nombre de Emmett.

Sarah le siguió y Ava se dedicó a tomar la mano de Emmett para hacerlo caminar hacia la cocina —¡Ven, Emmett! ¡Abre el refrigerador!— exclamó señalando el artefacto, Emmett le pidió permiso con la mirada a Sarah y está asintió rápidamente. Su sobrina lo había sacado de su casa en medio de la noche, lo peor que podía hacerle era no dejarle abrir el puto refrigerador. Cuando Emmett abrió el refrigerador y tomó el pote de helado sin lactosa que había allí, hubieron sensaciones encontradas en todos.

Sarah estaba sorprendida, ¿cuándo demonios había comprado eso y cómo? pero también estaba gratamente conmovida por el acto de su sobrina, aunque esta hubiese obrado mal en la mayoría de sus decisiones, como dejar entrar en casa a un completo desconocido.  Emmett por su parte, juraría que podría haber llorado allí si aún pudiese hacerlo, y miro a la niña con una sonrisa en la cara —¿Es para mí?— preguntó, Ava sonrió

—Nos costo encontrarlo, pero mi nana sabía de un lugar...espero que te guste— Emmett abrazo a Ava y esta le devolvió el gesto con efusividad, Sarah los observaba desde el marco de la puerta, pero cuando se separaron, la niña se encogió ante la mirada de regaño tía.

—Ve a cambiarte para dormir, ahora— murmuró con serenidad pero carácter a la vez. Ava se despidió de Emmett y le dio una mirada enojada a su tía, pero no dijo nada, después de todo había conseguido lo que quería. Los ojos de Sarah se enfocaron en el hombre frente a ella y se disculpó con la mirada —Hablare con ella, en serio, lo lamento...— dijo pero Emmett movió la mano que tenía libre para restarle importancia. Sarah sacudió levemente su cabeza cuando sus pensamientos se dirigieron hacia otro lado.

—No te preocupes, Sarah, no pasa nada...— dijo pero la castaña le interrumpió. Se sentía insegura sobre el, no lo conocía del todo y el hecho que el alguien supiera donde vivían la ponía tensa. Siempre había sido así de desconfiada.

—¿Cómo que no pasa nada? —pregunto —¡Es muy tarde y ella te llamo de la nada, Emmett, ese comportamiento es inaceptable!— exclamó la mujer, Emmett mostró su pote de helado con orgullo

—Al menos conseguí este, ¿No? — pregunto burlón, Sarah suavizó su expresión —No seas dura con ella, lo hizo con una buena intención, aunque admito que me asusté cuando dijo que necesitaban ayuda— Cullen se rió, Sarah hizo una mueca —No me molesta salir a esta hora, y yo debería pedirte disculpas, después de todo no somos muy cercanos y sé que eso puede ponerte incómoda, pero te prometo que no soy un mal tipo— dijo, sus ojos parecían tan sinceros que Sarah no dudó en creerle

—No te disculpes, y no dudó en que seas un buen tipo...pero voy a tener una charla sería con ella —aseguro apuntándole con el dedo, ambos rieron. Sus ojos quedaron fijos en el otro, Emmett juraría que jamás vio unos ojos que expresarán tanto, y Sarah parecía perderse en el dorado de los ojos del hombre frente a ella; se veían exactamente igual que en sus sueños.

Un golpe en la puerta les saco de sus pensamientos.



Guys my age [Emmett C, Jacob B]Where stories live. Discover now