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Pedido por: TenshiShiroBara4368

—¿listo para tu final...?

Colocó sus manos sobre la cama, y empezó a acercarse cual gato a su presa, iba a gritar pero de nueva cuenta sintió como algo, un objeto le lastimaba la mandíbula y atenazaba su boca para que no hablara. Del miedo, de los nervios, de la preocupación que vivía en esos momentos ni siquiera cuenta se dio que tenía un pañuelo atado fuertemente en la boca.

—no te molestes en hablar, además de que no te dejará...nadie podría escucharte estando aquí...— en tono burlesco, mencionó mientras alzaba sus manos y las colocaba en la cabecera.

—cabe mencionar...que esta vez no me detendré no importa cuánto supliques, cuantas lagrimas derrames...— amplio ese aterrador dibujo en su rostro —no me importaras..

La palabra le dolía, clavada en lo más hondo de su corazón dándole una razón para llorar...¿odiarlo?, no puede, ya es tarde.

La lengua de Red eye salpicaba de suciedad la blanca y pura piel del más pequeño, primero empezando por su cuello bajando a tirones las mangas de la bata de dormir que llevaba puesta para más comodidad, una mano se solo bajo los ropajes que llevaba acariciando sin pudor una zona que ni el mismo Valt había tocado antes.

—¡¡mmm!!..¡mmn!~

—¿te gusta pequeño? —insinuó continuando con sus vergonzosas acciones. Valt negó con la cabeza.

—que pena, por qué a mí si, y no pienso detenerme ¿oíste?

Sus ojos los había mantenido cerrados a causa de no querer ver cómo era manchado, como era torturado por la persona que amaba, por la persona en quien más confiaba, por su mejor amigo. Sin embargo esta vez los abrió dejando salir su dolor en suaves y húmedas lagrimas saldas. Miro con sus orbes cafés a el chico que tenía en frente enviándole una mirada suplicante y compasiva. Pidiendo que por favor lo dejara ir, que volviera en si, que estuviera con el.

Más, no funcionó, es más, para Red eye era como si lo invitara a continuar, ver esa mirada perdida y suplicante le causaba un enorme deseo placentero, difícil de explicar, más el experimentarlo era realmente benefactor, pero también le daba una gran puñalada al corazón verlo en ese estado. Tal y como si lo disfrutase, le dolía.

—deja de verme así— dijo fríamente —¡es una orden!

Valt tembló, cerró nuevamente sus ojos y apretó bajo la tela del pañuelo sus labios. Esto no pasó de largo por Red, el quería ser el único que probara esos labios.

—probemos algo más...— murmuró cerca de su oído, desatando con cuidado el pañuelo, retirándolo de su boca.

Uno de sus dedos delineó los labios del pequeño bajo de el, estos temblaban y estaban algo rojos. Sonrío complacido por lo que pasaba, poco a poco empezaba a destruir sus esperanzas y sueños, además de un momento de diversión se llevaría algo más interesante.

—p...para...p..p..por favor..

Y como si de un perro se tratase, dejo de uña lado sus acciones. ¿Que estaba haciendo?, ¿por qué lo obedecía?, ¿por qué se detenía?. Miro a sus ojos, picados por las lágrimas, nublados por una niebla de tristeza y desesperación. Ese brillo que lo reconocía había desaparecido. Jamás había visto esa expresión.

Movió su cabeza incontables veces de un lado hacia otro cuando sus pensamientos fueron más claros y recobró el control.

—¿acaso olvidaste lo que te dije?

𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 [one shots/Shalt]Where stories live. Discover now